China es vista como tabla de salvación regional
| Viernes 17 abril, 2009
China es vista como tabla de salvación regional
Río de Janeiro
EFE
América Latina espera que el aumento del comercio con China y de la inversión de ese país en la región compense los negocios perdidos con Estados Unidos y Europa por la actual crisis global, según los participantes en el cuarta edición latinoamericana del Foro Económico Mundial.
Según los conferenciantes en una reunión del Foro dedicada a China, la actual crisis económica mundial abre un espacio y un momento adecuado para que Latinoamérica mejore sus relaciones con el gigante asiático y lo convierta en socio del desarrollo de la región.
Según cifras citadas en el Foro, que concluyó ayer en Río de Janeiro, el comercio de América Latina con China se ha multiplicado cerca de ocho veces en los últimos ocho años y las inversiones chinas en la región, hasta ahora muy pequeñas, comienzan a crecer.
El intercambio comercial entre las dos partes sumó $111.500 millones en los nueve primeros meses de 2008, con un crecimiento del 52% frente al mismo período de 2007.
Mientras que las exportaciones chinas hacia Latinoamérica crecieron un 48,9% en el período, hasta $54.500 millones, las ventas latinoamericanas a la nación asiática saltaron un 55,2%, hasta $57.000 millones.
Los principales socios de China en la región son México, Chile y Brasil.
La tendencia es que los intercambios comerciales entre ambas regiones aumenten pese a la crisis y que China pase a ocupar espacios que eran de Estados Unidos y de Europa, según Bruno Ferrari, presidente del Instituto Mexicano de Promoción del Comercio Exterior (ProMéxico).
En cuanto a las inversiones chinas en la región, los empresarios latinoamericanos consideran que el actual momento es el mejor para atraerlas.
Durante el Foro se mencionaron algunas negociaciones que indican el interés de los grandes grupos chinos de montar plantas en Latinoamérica para fabricar productos industrializados que actualmente montan en China con materias primas de la región.
Una de esas negociaciones la adelanta la siderúrgica china Boasteel, con el fin de abrir una planta en Brasil con un costo cercano a los $5.500 millones.
El presidente de la petrolera estatal Petrobras, José Sergio Gabrielli, también presente en el Foro, mencionó las negociaciones de la mayor empresa de Brasil con grupos chinos que pueden producir en territorio brasileño equipos, navíos y sondas que la firma necesita y de los que no hay oferta en la región.
Igualmente habló de las negociaciones para asociar a China, como inversor, en la explotación de los gigantescos yacimientos que Petrobras ha descubierto en aguas profundas en el océano Atlántico.
Según Ferrari, México también busca atraer inversión directa china con sus dos grandes ventajas: su inmensa frontera con Estados Unidos y sus acuerdos de libre comercio no solo con el vecino del norte y Canadá, sino también con varias naciones.
El ex ministro venezolano de Planificación Ricardo Hausmann, actual director del Centro Internacional de la Escuela John F. Kennedy de la Universidad de Harvard, considera que las inversiones chinas en la región pueden cambiar una relación en la que China ve a Latinoamérica apenas como cliente de sus exportaciones y como fuente de recursos naturales.
"China piensa en el crecimiento de sus exportaciones y nos ve como un cliente. Hay empresas en China que necesitan recursos naturales y nos ven como fuente de recursos naturales. Por eso es que tres materias primas representan el 75% de exportaciones brasileñas a China (soja, mineral de hierro y petróleo)", dijo a Efe.
"Hay que buscar áreas de complementariedad para el futuro. No tiene sentido mandarle a China mineral de hierro y petróleo para que ellos produzcan acero allá. Sería más eficiente exportarles el acero o que China lo produzca aquí. Así nos ahorraremos los gastos de transporte", agregó.
Río de Janeiro
EFE
América Latina espera que el aumento del comercio con China y de la inversión de ese país en la región compense los negocios perdidos con Estados Unidos y Europa por la actual crisis global, según los participantes en el cuarta edición latinoamericana del Foro Económico Mundial.
Según los conferenciantes en una reunión del Foro dedicada a China, la actual crisis económica mundial abre un espacio y un momento adecuado para que Latinoamérica mejore sus relaciones con el gigante asiático y lo convierta en socio del desarrollo de la región.
Según cifras citadas en el Foro, que concluyó ayer en Río de Janeiro, el comercio de América Latina con China se ha multiplicado cerca de ocho veces en los últimos ocho años y las inversiones chinas en la región, hasta ahora muy pequeñas, comienzan a crecer.
El intercambio comercial entre las dos partes sumó $111.500 millones en los nueve primeros meses de 2008, con un crecimiento del 52% frente al mismo período de 2007.
Mientras que las exportaciones chinas hacia Latinoamérica crecieron un 48,9% en el período, hasta $54.500 millones, las ventas latinoamericanas a la nación asiática saltaron un 55,2%, hasta $57.000 millones.
Los principales socios de China en la región son México, Chile y Brasil.
La tendencia es que los intercambios comerciales entre ambas regiones aumenten pese a la crisis y que China pase a ocupar espacios que eran de Estados Unidos y de Europa, según Bruno Ferrari, presidente del Instituto Mexicano de Promoción del Comercio Exterior (ProMéxico).
En cuanto a las inversiones chinas en la región, los empresarios latinoamericanos consideran que el actual momento es el mejor para atraerlas.
Durante el Foro se mencionaron algunas negociaciones que indican el interés de los grandes grupos chinos de montar plantas en Latinoamérica para fabricar productos industrializados que actualmente montan en China con materias primas de la región.
Una de esas negociaciones la adelanta la siderúrgica china Boasteel, con el fin de abrir una planta en Brasil con un costo cercano a los $5.500 millones.
El presidente de la petrolera estatal Petrobras, José Sergio Gabrielli, también presente en el Foro, mencionó las negociaciones de la mayor empresa de Brasil con grupos chinos que pueden producir en territorio brasileño equipos, navíos y sondas que la firma necesita y de los que no hay oferta en la región.
Igualmente habló de las negociaciones para asociar a China, como inversor, en la explotación de los gigantescos yacimientos que Petrobras ha descubierto en aguas profundas en el océano Atlántico.
Según Ferrari, México también busca atraer inversión directa china con sus dos grandes ventajas: su inmensa frontera con Estados Unidos y sus acuerdos de libre comercio no solo con el vecino del norte y Canadá, sino también con varias naciones.
El ex ministro venezolano de Planificación Ricardo Hausmann, actual director del Centro Internacional de la Escuela John F. Kennedy de la Universidad de Harvard, considera que las inversiones chinas en la región pueden cambiar una relación en la que China ve a Latinoamérica apenas como cliente de sus exportaciones y como fuente de recursos naturales.
"China piensa en el crecimiento de sus exportaciones y nos ve como un cliente. Hay empresas en China que necesitan recursos naturales y nos ven como fuente de recursos naturales. Por eso es que tres materias primas representan el 75% de exportaciones brasileñas a China (soja, mineral de hierro y petróleo)", dijo a Efe.
"Hay que buscar áreas de complementariedad para el futuro. No tiene sentido mandarle a China mineral de hierro y petróleo para que ellos produzcan acero allá. Sería más eficiente exportarles el acero o que China lo produzca aquí. Así nos ahorraremos los gastos de transporte", agregó.