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Carros de la Asamblea “por la libre” en campaña

Esteban Arrieta earrieta@larepublica.net | Lunes 19 agosto, 2013




Oposición teme que se usen en giras proselitistas

Carros de la Asamblea “por la libre” en campaña

Liberación considera que GPS es suficiente para evitar “abusos”

De cara a la campaña política, varios partidos de oposición reclaman mayores controles a los carros de la Asamblea Legislativa.
La posibilidad de que estos sean usados en giras proselitistas y no para efectos de trabajo, como ha sucedido en el pasado, inquieta a los diputados del PAC y el PUSC.
Para ellos, el sistema GPS es insuficiente para tener un control de los vehículos, pues estos solo registran los lugares donde se desplazan durante los fines de semana.
Lo ideal sería contar con un registro de las actividades en las que participan los legisladores mientras utilizan los vehículos, pues la ley es muy clara al prohibir el uso de recursos públicos en actividades de campaña política.
“Hacemos un llamado a la ciudadanía para que estén vigilantes. Los diputados deben tener conciencia de que se trata de recursos públicos y no discrecionales”, expresó Carmen Muñoz, jefa de fracción del PAC.
Los diputados tienen a su disposición 16 vehículos marca Nissan Pathfinder 4x4 valorados en $27 mil cada uno (sin impuestos).
Estos se entregan con el tanque lleno para que visiten sus comunidades y vayan a reuniones, siempre y cuando no sean de carácter personal o político.
Los carros no son de uso discrecional, sino que forman parte del patrimonio de la Asamblea.
De lo contrario, el diputado en cuestión podría violentar el Código Penal y la Ley de Enriquecimiento Ilícito.
“Los diputados ya están bien grandecitos para saber que no deben usar recursos públicos en política, no obstante, si alguien abusa de este recurso debe ser denunciando”, indica Walter Céspedes, legislador por el PUSC.
Las medidas adicionales de control que reclama la oposición para los vehículos son, a juicio de la bancada de Liberación Nacional, “innecesarias”.
Para ellos, el sistema de GPS es suficiente, además aseguran que no se puede desconfiar a priori de los diputados de la República.

En eses mismo sentido, indican que en caso de que algún legislador lleve un vehículo a una actividad propia de campaña, siempre existe un “control ciudadano” que se puede activar para frenar el supuesto abuso.
“Los carros del Congreso andan plenamente identificados, por lo que además del GPS instalado en estos vehículos, se puede dar un control cruzado con los ciudadanos, quienes pueden denunciar cualquier uso irregular. No creo necesario poner más controles. El uso o abuso dependerá de cada legislador”, indica Mendoza.
El uso de los carros es potestad del Directorio Legislativo, el cual en estos momentos es presidido por Liberación Nacional con Mendoza a la cabeza y Annie Saborío como segunda secretaria, está última tiene entre sus funciones regular y asignar los vehículos a los legisladores que lo soliciten.
“Los diputados son representantes del pueblo y cuando andan en el ejercicio del cargo deben ser responsables. Es una falta de respeto dudar de la honorabilidad de una persona por un asunto como este, no voy a ordenar que ande una persona en el vehículo viendo si el legislador va o no a una actividad política con el carro de la Asamblea”, agregó Saborío.
En marzo de 2010 Antonio Ayales, director ejecutivo de la Asamblea Legislativa, ordenó colocar los dispositivos de seguimiento, como medida de precaución en caso de robo y para evitar abusos en el cobro de horas extra y viáticos, por parte de los choferes.
Pese a que en el pasado se han presentado denuncias del supuesto uso de recursos públicos para actividades personales o partidarias, ninguna ha concluido con sanción para el legislador.
El 28 de setiembre del año pasado, la fiscalía dio a conocer que abrió una investigación contra Justo Orozco, legislador por Renovación Costarricense, a quien atribuye haber utilizado un carro del Congreso para trasladarse a dos asambleas cantonales de su partido, una en Buenos Aires y otra en Osa.
En tanto, durante la administración anterior, Maureen Ballestero de Liberación Nacional, casi pierde la credencial como diputada cuando utilizó un avión del Ministerio de Seguridad Pública, para supuestamente asistir a una actividad partidaria.

Esteban Arrieta
earrieta@larepublica.net







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