Carretillo de mociones espera a Plan Fiscal
Esteban Arrieta earrieta@larepublica.net | Viernes 14 enero, 2011
Unidad Social Cristiana y Movimiento Libertario bloquearán principal proyecto del Gobierno en 2011
Carretillo de mociones espera a Plan Fiscal
Congelamiento de plazas, recorte de gastos superfluos y demás esfuerzos para mejorar la recaudación no convencen a varias de las principales bancadas
Para ser aprobado el Plan Fiscal, proyecto estrella del Poder Ejecutivo durante este año, deberá sortear antes el análisis y discusión de uno o varios carretillos con miles de mociones, que prepararán las bancadas opuestas a dicha iniciativa en el Congreso.
Tanto el Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) como el Movimiento Libertario bloquearán de esta forma las intenciones de Laura Chinchilla de aumentar los recursos del Estado en unos ¢464 mil millones anualmente, lo que equivaldría a un 2,5% del Producto Interno Bruto (PIB).
Para los legisladores de dichas fracciones, el Gobierno debe recortar antes miles de millones en gastos superfluos del Estado, asimismo tiene que hacer un verdadero esfuerzo para luchar contra la elevada defraudación fiscal, que se calcula en más de un 65%.
Sin embargo, la decisión de presentar miles de mociones al proyecto se debe principalmente a que consideran que el peso del Plan Fiscal recaerá sobre los hombros de la clase pobre, ya que la reforma fiscal incluye la aprobación del Impuesto de Valor Agregado (IVA), que básicamente constituye una ampliación del actual impuesto de ventas, el cual grava con un 13% las transferencias de mercaderías y de algunos tipos de servicios.
Con el IVA, el cual sería de un 15% como mínimo, se gravarían todos los bienes y servicios, incluyendo algunos muy sensibles como la educación y la salud. El proyecto, también reduce de 300 a 50 los productos de la canasta básica.
“Simplemente no se vale. ¿Cómo es posible que pretendan aumentar los impuestos a los costarricenses cuando existe una alta defraudación fiscal?, lo que tiene que hacer la Presidenta es cobrar los impuestos que no pagan los ricos. Mi despacho trabajará en la redacción de miles de mociones que le meteremos al Plan Fiscal, voy a llevar uno o varios carretillos repletos y, de ser necesario, hasta una vagoneta con más mociones para evitar la aprobación del proyecto”, expresó Wálter Céspedes, jefe de fracción del PUSC.
Los diputados gozan del derecho de enmienda, el cual se define como la posibilidad de presentar todas las observaciones que consideren pertinentes a los proyectos, por medio de mociones a las leyes que se discuten en el Parlamento.
El Plan Fiscal que ingresará hasta este lunes a la corriente legislativa, será enviado a la Comisión de Asuntos Hacendarios en primera instancia, en donde cada moción se discute por un máximo de 15 minutos.
Esta no sería la primera vez que una iniciativa de esta naturaleza es bloqueada de esta forma, ya que durante la administración de Abel Pacheco (2002-2006), los libertarios frenaron el trámite de la iniciativa de esta manera.
Con el objetivo de tratar de cumplir con las exigencias de la oposición en el Congreso y de esta forma, allanarle el camino al plan fiscal, el martes anterior la Mandataria y Fernando Herrero, ministro de Hacienda, anunciaron una serie de medidas.
Entre ellas, el recorte de gastos en el presupuesto de 2011 considerados superfluos por más de ¢40 mil millones, que incluyen rubros como publicidad, consultorías, viajes al exterior, viáticos y alimentos; además, giraron la directriz para que no se abran más plazas ni en el Gobierno central ni en las instituciones autónomas, y que se hará un esfuerzo por elevar la recaudación fiscal en unos ¢50 mil millones anuales.
“La reforma tributaria no es el único bastión de la política de sostenibilidad fiscal, el plan que presentamos es un plan que busca manejar con responsabilidad el gasto y la inversión, además de mejorar la recaudación”, expresó Chinchilla.
Sin embargo, las palabras de la Mandataria parecen no convencer a los diputados, quienes a pesar de los esfuerzos del Ejecutivo siguen criticando la reforma fiscal.
En ese sentido, consideran que el plan del Gobierno es “cortoplacista, risible y poco estratégico”. Asimismo, cuestionan que los recortes anunciados en algunos rubros, como publicidad, debieron hacerse durante la discusión del presupuesto y no ahora, cuando está a punto la reforma fiscal.
“Anuncian que van a congelar la contratación de más personal en el Gobierno. El anuncio que hace el señor ministro es hecho sin ningún estudio técnico y podría más bien aumentar la evasión fiscal, ya que con el posible deterioro de los servicios, es posible que la gente no quiera tributar, como podría pasar en el caso de la Caja Costarricense del Seguro Social”, concluyó Patricia Pérez, diputada del Movimiento Libertario.
Esteban Arrieta
earrieta@larepublica.net
Carretillo de mociones espera a Plan Fiscal
Congelamiento de plazas, recorte de gastos superfluos y demás esfuerzos para mejorar la recaudación no convencen a varias de las principales bancadas
Para ser aprobado el Plan Fiscal, proyecto estrella del Poder Ejecutivo durante este año, deberá sortear antes el análisis y discusión de uno o varios carretillos con miles de mociones, que prepararán las bancadas opuestas a dicha iniciativa en el Congreso.
Tanto el Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) como el Movimiento Libertario bloquearán de esta forma las intenciones de Laura Chinchilla de aumentar los recursos del Estado en unos ¢464 mil millones anualmente, lo que equivaldría a un 2,5% del Producto Interno Bruto (PIB).
Para los legisladores de dichas fracciones, el Gobierno debe recortar antes miles de millones en gastos superfluos del Estado, asimismo tiene que hacer un verdadero esfuerzo para luchar contra la elevada defraudación fiscal, que se calcula en más de un 65%.
Sin embargo, la decisión de presentar miles de mociones al proyecto se debe principalmente a que consideran que el peso del Plan Fiscal recaerá sobre los hombros de la clase pobre, ya que la reforma fiscal incluye la aprobación del Impuesto de Valor Agregado (IVA), que básicamente constituye una ampliación del actual impuesto de ventas, el cual grava con un 13% las transferencias de mercaderías y de algunos tipos de servicios.
Con el IVA, el cual sería de un 15% como mínimo, se gravarían todos los bienes y servicios, incluyendo algunos muy sensibles como la educación y la salud. El proyecto, también reduce de 300 a 50 los productos de la canasta básica.
“Simplemente no se vale. ¿Cómo es posible que pretendan aumentar los impuestos a los costarricenses cuando existe una alta defraudación fiscal?, lo que tiene que hacer la Presidenta es cobrar los impuestos que no pagan los ricos. Mi despacho trabajará en la redacción de miles de mociones que le meteremos al Plan Fiscal, voy a llevar uno o varios carretillos repletos y, de ser necesario, hasta una vagoneta con más mociones para evitar la aprobación del proyecto”, expresó Wálter Céspedes, jefe de fracción del PUSC.
Los diputados gozan del derecho de enmienda, el cual se define como la posibilidad de presentar todas las observaciones que consideren pertinentes a los proyectos, por medio de mociones a las leyes que se discuten en el Parlamento.
El Plan Fiscal que ingresará hasta este lunes a la corriente legislativa, será enviado a la Comisión de Asuntos Hacendarios en primera instancia, en donde cada moción se discute por un máximo de 15 minutos.
Esta no sería la primera vez que una iniciativa de esta naturaleza es bloqueada de esta forma, ya que durante la administración de Abel Pacheco (2002-2006), los libertarios frenaron el trámite de la iniciativa de esta manera.
Con el objetivo de tratar de cumplir con las exigencias de la oposición en el Congreso y de esta forma, allanarle el camino al plan fiscal, el martes anterior la Mandataria y Fernando Herrero, ministro de Hacienda, anunciaron una serie de medidas.
Entre ellas, el recorte de gastos en el presupuesto de 2011 considerados superfluos por más de ¢40 mil millones, que incluyen rubros como publicidad, consultorías, viajes al exterior, viáticos y alimentos; además, giraron la directriz para que no se abran más plazas ni en el Gobierno central ni en las instituciones autónomas, y que se hará un esfuerzo por elevar la recaudación fiscal en unos ¢50 mil millones anuales.
“La reforma tributaria no es el único bastión de la política de sostenibilidad fiscal, el plan que presentamos es un plan que busca manejar con responsabilidad el gasto y la inversión, además de mejorar la recaudación”, expresó Chinchilla.
Sin embargo, las palabras de la Mandataria parecen no convencer a los diputados, quienes a pesar de los esfuerzos del Ejecutivo siguen criticando la reforma fiscal.
En ese sentido, consideran que el plan del Gobierno es “cortoplacista, risible y poco estratégico”. Asimismo, cuestionan que los recortes anunciados en algunos rubros, como publicidad, debieron hacerse durante la discusión del presupuesto y no ahora, cuando está a punto la reforma fiscal.
“Anuncian que van a congelar la contratación de más personal en el Gobierno. El anuncio que hace el señor ministro es hecho sin ningún estudio técnico y podría más bien aumentar la evasión fiscal, ya que con el posible deterioro de los servicios, es posible que la gente no quiera tributar, como podría pasar en el caso de la Caja Costarricense del Seguro Social”, concluyó Patricia Pérez, diputada del Movimiento Libertario.
Esteban Arrieta
earrieta@larepublica.net