Caro rezago en obras
Aletargados con las mismas excusas de gobierno a gobierno, se acarrean atrasos y una preocupante deuda en infraestructura
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Martes 11 enero, 2011
LA REPUBLICA nos informa hoy que el país pierde su atractivo, el prestigioso diario The New York Times este año, ni siquiera lo contempló dentro de las naciones más deseables para visitar, pese a que el año pasado ocupamos el lugar 15 en el mundo.
El reproche del medio estadounidense, aunque doloroso es bienvenido, ya que los políticos nacionales parecen no despertar a pesar de todas las señales y críticas en materia de obra pública.
Aletargados con las mismas excusas de gobierno a gobierno, se acarrean atrasos y una preocupante deuda en infraestructura. Estas son inaceptables para un país que busca el progreso y pretenda desarrollar su economía de forma competitiva.
En cierto modo, el artículo titulado “Los 41 lugares para ir en 2011”, del diario neoyorquino, simplemente recopila los sitios de mayor interés de los viajeros encuestados, pero a la vez nos ofrece una creíble demostración sobre la evolución del posicionamiento del país ante una comunidad internacional exigente.
Tan solo el año pasado, el país destacaba por su turismo ecológico. Sin embargo, esta lamentable exclusión es acompañada por descensos en otros rankings para Costa Rica.
La revista norteamericana Living confirma el problema que acarrea el país en infraestructura al recibir una calificación de apenas 29 puntos sobre 100 en esta materia.
En resumidas cuentas, como claramente señala hoy el artículo de LA REPUBLICA sobre este tema, “la falta de un sistema moderno de trenes, aeropuertos de vanguardia, puertos y autopistas pavimentadas son los culpables”.
El rezago que experimenta el país debe ser atendido con prontitud.
Una de las dificultades principales de la política costarricense es la incapacidad de los líderes para convocar prioridades nacionales.
Si bien es cierto, la mayoría de sectores productivos, sociales y políticos están de acuerdo con la necesidad de impulsar mayores obras públicas, a la hora de la verdad, los recelos politiqueros y lentos procesos gubernamentales logran que se pierda el dedo sobre el renglón y se dispersen los esfuerzos sobre las mencionadas prioridades.
Hoy la infraestructura es una necesidad de primer orden para Costa Rica.