Cariño, la culpa la tiene el alelo
| Miércoles 03 septiembre, 2008
Cariño, la culpa la tiene el alelo
Según un estudio, la infidelidad de los hombres es debida a un gen
Copenhague
EFE
Ahora parece ser que la culpa de la infidelidad de los hombres la va a tener un gen, el alelo 334, que gestiona la vasopresina, una hormona que se reproduce naturalmente, por ejemplo, con los orgasmos, según un estudio del Instituto Karolinska de Estocolmo.
De ahí que los hombres dotados de esta variante del gen sean peligrosos para una relación estable —algunos y algunas ya lo sabían por experiencia—, pero ahora lo ha constatado el estudio de los científicos suecos.
Si los cuernos siempre han tenido excusas, a partir de ahora hay una que cuela: “Cariño, la culpa la tiene el alelo”.
Y es que el alelo 334 se encarga del receptor de la arginina vasopresina, que es una hormona básica y que está presente en el cerebro de la mayoría de los mamíferos, según esta investigación.
El descubrimiento radica en que “es la primera vez que se asocia la variante de un gen específico con la manera en que los hombres se comprometen con sus parejas”, explicó Hasse Walum, del Departamento de Epidemiología Médica y Bioestadística del Karolinska y uno de los responsables de la investigación.
El análisis se llevó a cabo durante cinco años con parejas heterosexuales —más de 1.000, de las cuales 550 eran gemelos— que confesaron en test si se sentían felices, cómo era su convivencia, si reían o besaban a menudo y sobre el futuro de su relación.
Y el resultado fue que los hombres con el alelo 334 —dos de cada cinco en este estudio— afirmaron tener lazos menos fuertes con sus esposas y, además, estas reconocieron que se sentían menos satisfechas con sus cónyuges que las que se casaron con hombres sin esta variante genética.
Se da la circunstancia de que los hombres “dotados” con dos copias del alelo 334 han tenido en su vida más crisis de pareja.
Según el científico, esto no equivale a estar “condenado” a fracasar en una relación de pareja, pero sí a que aumente la probabilidad de que ocurra y de que sea más infiel.
Según un estudio, la infidelidad de los hombres es debida a un gen
Copenhague
EFE
Ahora parece ser que la culpa de la infidelidad de los hombres la va a tener un gen, el alelo 334, que gestiona la vasopresina, una hormona que se reproduce naturalmente, por ejemplo, con los orgasmos, según un estudio del Instituto Karolinska de Estocolmo.
De ahí que los hombres dotados de esta variante del gen sean peligrosos para una relación estable —algunos y algunas ya lo sabían por experiencia—, pero ahora lo ha constatado el estudio de los científicos suecos.
Si los cuernos siempre han tenido excusas, a partir de ahora hay una que cuela: “Cariño, la culpa la tiene el alelo”.
Y es que el alelo 334 se encarga del receptor de la arginina vasopresina, que es una hormona básica y que está presente en el cerebro de la mayoría de los mamíferos, según esta investigación.
El descubrimiento radica en que “es la primera vez que se asocia la variante de un gen específico con la manera en que los hombres se comprometen con sus parejas”, explicó Hasse Walum, del Departamento de Epidemiología Médica y Bioestadística del Karolinska y uno de los responsables de la investigación.
El análisis se llevó a cabo durante cinco años con parejas heterosexuales —más de 1.000, de las cuales 550 eran gemelos— que confesaron en test si se sentían felices, cómo era su convivencia, si reían o besaban a menudo y sobre el futuro de su relación.
Y el resultado fue que los hombres con el alelo 334 —dos de cada cinco en este estudio— afirmaron tener lazos menos fuertes con sus esposas y, además, estas reconocieron que se sentían menos satisfechas con sus cónyuges que las que se casaron con hombres sin esta variante genética.
Se da la circunstancia de que los hombres “dotados” con dos copias del alelo 334 han tenido en su vida más crisis de pareja.
Según el científico, esto no equivale a estar “condenado” a fracasar en una relación de pareja, pero sí a que aumente la probabilidad de que ocurra y de que sea más infiel.