Canales intervenidos mantienen normalidad en Ecuador
| Jueves 10 julio, 2008
Canales intervenidos mantienen normalidad en Ecuador
El Gobierno ecuatoriano revisa 229 frecuencias de radio y televisión
Quito
EFE
Los dos canales de televisión privados que el martes fueron intervenidos por la Agencia de Garantía de Depósitos de Ecuador (AGD) mantuvieron ayer su programación normal e incluso transmitieron sus informativos en horarios regulares.
Los empleados de los canales TC-Televisión y Gamavisión trabajan con normalidad, aunque las sedes de ambos siguen custodiadas por policías, pero menos que los que había el martes, después de que en la madrugada fueron ocupadas sus instalaciones.
Un delegado del Ministerio de Trabajo llegó hasta las instalaciones de TC Televisión, en Quito, para tranquilizar a los empleados del canal y asegurar que sus derechos laborales están garantizados.
Empleados de Gamavisión consultados por Efe indicaron que poco a poco vuelve todo a la normalidad y desarrollan sus actividades lo más normalmente posible.
En ese canal se reanudó al mediodía la transmisión de noticieros.
La AGD se incautó el martes de 195 empresas del grupo económico Isaías por la deuda que, según esa entidad, los ex accionistas del clausurado banco Filanbanco mantienen con el Estado desde la crisis bancaria de 1999.
La Junta Bancaria sostiene que el “hueco patrimonial” asciende a $661,5 millones y la AGD opina que será muy “difícil” que se recupere esa cifra con los bienes incautados el martes.
Carlos Bravo, el gerente de la AGD, subrayó ayer que la medida se suscribe en un proceso judicial por temas bancarios y no está relacionada con un supuesto intento de coartar la libertad de expresión, como ha denunciado entre otros la Asociación Internacional de Radiodifusión (AIR) y ha negado por el Gobierno.
En un comunicado desde Montevideo, donde tiene su sede, la AIR expresó su “más grave preocupación” por la incautación y ocupación policial de las empresas de comunicación y afirmó que la decisión del gobierno de Rafael Correa “afecta severamente a la libertad de expresión”.
Las empresas del “Grupo Isaías” integran uno de los conglomerados económicos más importantes del país con negocios comerciales, inmobiliarios, agro-industriales, petroleros y de medios de comunicación, según el Servicio de Rentas Internas (SRI).
El SRI registra 195 empresas de ese grupo que, en total, reportaron ingresos de $103 millones en 2006 y $117 millones el año pasado, así como un pago por Impuesto a la Renta de $2,9 millones en los dos años.
De esas empresas, las más grandes son TC-Televisión, Gamavisión, Sociedad Industrial y Comercial, Petromanabí, una productora de alcoholes y una distribuidora de repuestos de automóviles.
Por otro lado el Gobierno de Ecuador anunció ayer que al menos 229 emisoras de radio y televisión están sometidas a un proceso de revisión de sus frecuencias al Estado por incumplir la ley de Radiodifusión.
Jorge Yunda, presidente del estatal Consejo Nacional de Radiodifusión y Televisión (Conartel), indicó en rueda de prensa que “hasta el momento hay 229 frecuencias de radio, televisión y operadores de televisión por cable (contra las) que han sido iniciados los procesos” de revisión.
Yunda explicó que, incluso, la Contraloría General del Estado ha solicitado que se revise la renovación de las concesiones a un total de 354 emisoras, que se presume que han trasgredido la ley de Radiodifusión.
Además, indicó que otras trece emisoras, además de Radio Sucre, clausurada el lunes por operar en otra frecuencia a la establecida, podrían seguir el mismo camino.
El director de Conartel subrayó que esos procesos son legales y que no tienen “nada que ver” con un supuesto atentado contra la libertad de expresión en el país, como han denunciado ciertos sectores de la oposición y empresarios de los medios involucrados.
Yunda explicó que en el caso de Radio Sucre su clausura se debió a que “no se renovó la concesión”, porque la emisora operaba en otras frecuencias, lo que constituye, según dijo, una “violación del contrato de concesión”.
Asimismo, explicó que el hecho de que Radio Sucre mantenga su señal al aire en otra frecuencia “de alguna radio amiga” no supone una irregularidad.
El Gobierno ecuatoriano revisa 229 frecuencias de radio y televisión
Quito
EFE
Los dos canales de televisión privados que el martes fueron intervenidos por la Agencia de Garantía de Depósitos de Ecuador (AGD) mantuvieron ayer su programación normal e incluso transmitieron sus informativos en horarios regulares.
Los empleados de los canales TC-Televisión y Gamavisión trabajan con normalidad, aunque las sedes de ambos siguen custodiadas por policías, pero menos que los que había el martes, después de que en la madrugada fueron ocupadas sus instalaciones.
Un delegado del Ministerio de Trabajo llegó hasta las instalaciones de TC Televisión, en Quito, para tranquilizar a los empleados del canal y asegurar que sus derechos laborales están garantizados.
Empleados de Gamavisión consultados por Efe indicaron que poco a poco vuelve todo a la normalidad y desarrollan sus actividades lo más normalmente posible.
En ese canal se reanudó al mediodía la transmisión de noticieros.
La AGD se incautó el martes de 195 empresas del grupo económico Isaías por la deuda que, según esa entidad, los ex accionistas del clausurado banco Filanbanco mantienen con el Estado desde la crisis bancaria de 1999.
La Junta Bancaria sostiene que el “hueco patrimonial” asciende a $661,5 millones y la AGD opina que será muy “difícil” que se recupere esa cifra con los bienes incautados el martes.
Carlos Bravo, el gerente de la AGD, subrayó ayer que la medida se suscribe en un proceso judicial por temas bancarios y no está relacionada con un supuesto intento de coartar la libertad de expresión, como ha denunciado entre otros la Asociación Internacional de Radiodifusión (AIR) y ha negado por el Gobierno.
En un comunicado desde Montevideo, donde tiene su sede, la AIR expresó su “más grave preocupación” por la incautación y ocupación policial de las empresas de comunicación y afirmó que la decisión del gobierno de Rafael Correa “afecta severamente a la libertad de expresión”.
Las empresas del “Grupo Isaías” integran uno de los conglomerados económicos más importantes del país con negocios comerciales, inmobiliarios, agro-industriales, petroleros y de medios de comunicación, según el Servicio de Rentas Internas (SRI).
El SRI registra 195 empresas de ese grupo que, en total, reportaron ingresos de $103 millones en 2006 y $117 millones el año pasado, así como un pago por Impuesto a la Renta de $2,9 millones en los dos años.
De esas empresas, las más grandes son TC-Televisión, Gamavisión, Sociedad Industrial y Comercial, Petromanabí, una productora de alcoholes y una distribuidora de repuestos de automóviles.
Por otro lado el Gobierno de Ecuador anunció ayer que al menos 229 emisoras de radio y televisión están sometidas a un proceso de revisión de sus frecuencias al Estado por incumplir la ley de Radiodifusión.
Jorge Yunda, presidente del estatal Consejo Nacional de Radiodifusión y Televisión (Conartel), indicó en rueda de prensa que “hasta el momento hay 229 frecuencias de radio, televisión y operadores de televisión por cable (contra las) que han sido iniciados los procesos” de revisión.
Yunda explicó que, incluso, la Contraloría General del Estado ha solicitado que se revise la renovación de las concesiones a un total de 354 emisoras, que se presume que han trasgredido la ley de Radiodifusión.
Además, indicó que otras trece emisoras, además de Radio Sucre, clausurada el lunes por operar en otra frecuencia a la establecida, podrían seguir el mismo camino.
El director de Conartel subrayó que esos procesos son legales y que no tienen “nada que ver” con un supuesto atentado contra la libertad de expresión en el país, como han denunciado ciertos sectores de la oposición y empresarios de los medios involucrados.
Yunda explicó que en el caso de Radio Sucre su clausura se debió a que “no se renovó la concesión”, porque la emisora operaba en otras frecuencias, lo que constituye, según dijo, una “violación del contrato de concesión”.
Asimismo, explicó que el hecho de que Radio Sucre mantenga su señal al aire en otra frecuencia “de alguna radio amiga” no supone una irregularidad.