Campos desgastados generan biodiesel
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Martes 22 mayo, 2012
Green Acres Farms produce 5 mil litros por hectárea
Campos desgastados generan biodiesel
Proyecto en Tárcoles con 60 hectáreas busca ser modelo productivo
Green Acres Farms es una iniciativa de la empresa Clean Fuels & Energy Las Américas (C-Fela) que utiliza en la actualidad coyol, tempate e higuerilla para la producción de biodiesel.
Después de salir con éxito de una complicación en su salud, el empresario Ricardo Solera decidió enfocarse en el desarrollo de firmas comprometidas con bajar la huella de carbono. Empezó a reunirse con grupos afines a esta filosofía y conoció a sus dos socios Eduardo Acosta, estadounidense, y al alemán Hans Haeberer.
En una extensión de 60 hectáreas, estos empresarios cultivan tres variedades de plantas de las cuales se puede extraer aceite mediante una estrategia que denominan Growin. El objetivo es producir biodiesel utilizando estas variedades que crecen en terrenos degradados.
“Hay mucho interés de parte de otros agricultores. Tenemos visitas todas las semanas de gente que quiere aprender cómo se hace, hay más interés en la zona de Guanacaste y San Carlos”, aseguró Solera.
Growin utiliza Acrocomia aculeata (coyol), Jatropha curcas (tempate) y Ricinus communis (higuerilla), las cuales son resistentes, demandan poca inversión en infraestructura y mantenimiento, y requieren un nivel de conocimiento agrícola básico para manejar las plantaciones.
Asimismo, este negocio permite obtener rentabilidad en escalas pequeñas, cinco hectáreas le proporciona a una familia promedio, un ingreso de $20 mil a $25 mil al año.
El propósito es que se beneficien los pequeños propietarios, mediante la organización en cooperativas, asociaciones de productores o con el apoyo de instituciones como el IDA, agregó.
La idea de C-Fela es que pequeños agricultores se unan al cultivo de estas plantas. De esta forma, C-Fela les brindaría la asesoría técnica y el material genético.
Cada planta que se vende está garantizada. Es decir, debe haber una planta viva y saludable en cada uno de los puntos sugeridos para la plantación, de no ser así, C-Fela se compromete a sembrar otra.
Por cada hectárea, se cultivan 420 plantas de coyol, 1.100 de tempate y 200 de higuerilla. Además, se les proporcionaría el servicio de extracción y la instalación de la maquinaria.
El biodiesel contamina un 80% menos que el diesel de petróleo y tiene un poder de lubricación mayor, lo que permite que los motores, principalmente de vehículos pesados, se mantengan en mejor estado.
La ejecución de este plan requiere una combinación de prácticas agrícolas tradicionales con técnicas modernas de administración forestal. Las actividades normales que se requieren en la etapa de vivero, de la selección de especies y de la siembra y manejo de plantaciones se combinan con la optimización de varias especies con diferentes rendimientos de producción de aceite, distintos tiempos de desarrollo para alcanzar madurez y periodos de producción.
María Gabriela Badilla
mbadilla@larepublica.net
Campos desgastados generan biodiesel
Proyecto en Tárcoles con 60 hectáreas busca ser modelo productivo
Después de salir con éxito de una complicación en su salud, el empresario Ricardo Solera decidió enfocarse en el desarrollo de firmas comprometidas con bajar la huella de carbono. Empezó a reunirse con grupos afines a esta filosofía y conoció a sus dos socios Eduardo Acosta, estadounidense, y al alemán Hans Haeberer.
En una extensión de 60 hectáreas, estos empresarios cultivan tres variedades de plantas de las cuales se puede extraer aceite mediante una estrategia que denominan Growin. El objetivo es producir biodiesel utilizando estas variedades que crecen en terrenos degradados.
“Hay mucho interés de parte de otros agricultores. Tenemos visitas todas las semanas de gente que quiere aprender cómo se hace, hay más interés en la zona de Guanacaste y San Carlos”, aseguró Solera.
Growin utiliza Acrocomia aculeata (coyol), Jatropha curcas (tempate) y Ricinus communis (higuerilla), las cuales son resistentes, demandan poca inversión en infraestructura y mantenimiento, y requieren un nivel de conocimiento agrícola básico para manejar las plantaciones.
Asimismo, este negocio permite obtener rentabilidad en escalas pequeñas, cinco hectáreas le proporciona a una familia promedio, un ingreso de $20 mil a $25 mil al año.
El propósito es que se beneficien los pequeños propietarios, mediante la organización en cooperativas, asociaciones de productores o con el apoyo de instituciones como el IDA, agregó.
La idea de C-Fela es que pequeños agricultores se unan al cultivo de estas plantas. De esta forma, C-Fela les brindaría la asesoría técnica y el material genético.
Cada planta que se vende está garantizada. Es decir, debe haber una planta viva y saludable en cada uno de los puntos sugeridos para la plantación, de no ser así, C-Fela se compromete a sembrar otra.
Por cada hectárea, se cultivan 420 plantas de coyol, 1.100 de tempate y 200 de higuerilla. Además, se les proporcionaría el servicio de extracción y la instalación de la maquinaria.
El biodiesel contamina un 80% menos que el diesel de petróleo y tiene un poder de lubricación mayor, lo que permite que los motores, principalmente de vehículos pesados, se mantengan en mejor estado.
La ejecución de este plan requiere una combinación de prácticas agrícolas tradicionales con técnicas modernas de administración forestal. Las actividades normales que se requieren en la etapa de vivero, de la selección de especies y de la siembra y manejo de plantaciones se combinan con la optimización de varias especies con diferentes rendimientos de producción de aceite, distintos tiempos de desarrollo para alcanzar madurez y periodos de producción.
María Gabriela Badilla
mbadilla@larepublica.net