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Bush envía TLC con Colombia al Capitolio

| Martes 08 abril, 2008




Bush envía TLC con Colombia al Capitolio

Mandatario planta desafío ante mayoría demócrata en ambas cámaras del Legislativo

Washington
EFE

George W. Bush, presidente de Estados Unidos, envió ayer al Congreso el proyecto de ley para la puesta en marcha del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Colombia, en claro desafío de los demócratas y sindicatos que se oponen al acuerdo.
“Este tratado permitirá a Estados Unidos mejorar la seguridad en una región fundamental para nosotros”, dijo Bush desde el edificio Eisenhower, anexo a la Casa Blanca, al firmar la carta que envía la medida a los legisladores, que la recibirán formalmente hoy.
Así, hoy debe comenzar la cuenta atrás para que ambas cámaras del Legislativo sometan a votación, antes de 90 días, la medida para entrada en vigor del TLC suscrito por Estados Unidos y Colombia hace 16 meses.
El Congreso no tiene capacidad de introducir enmiendas al texto, por lo que sólo puede aprobarlo o rechazarlo.
El líder de la mayoría demócrata del Senado, Harry Reid, señaló que el desafío de Bush sólo “aumenta las posibilidades de que (el TLC) fracase, estará sumando otro error a su legado y será otro desastre que tenga que limpiar” su sucesor.
Reid afirmó que el Congreso apoya a Colombia y respeta los avances que “bajo circunstancias difíciles” ha logrado el presidente Álvaro Uribe, pero consideró que “es un grave error” que Bush intente hacer de la aprobación del TLC un sinónimo de ese apoyo.
Se refirió también a las preocupaciones de los sindicatos de que en Colombia “el nivel de violencia contra los sindicalistas es todavía el peor del mundo”.
En semanas recientes, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, ha dejado entrever que aceptaría una votación del TLC pero después de que se ampliase la Ley de Ajuste Comercial, un programa federal que beneficia a los trabajadores que se han visto perjudicados por la competencia exterior.
Bush insistió en que aprobar el TLC es un asunto de seguridad nacional para Estados Unidos, es señal de apoyo a un aliado estratégico en la región y es una alternativa a los demagogos.
“Uribe ha hecho todo lo que se le ha pedido. Aunque Colombia todavía intenta mejorar, el progreso es innegable y merece nuestro apoyo”, subrayó.
El gobernante pidió al Congreso aprobar el TLC antes de fin de año, preferiblemente antes de las vacaciones de agosto, teniendo en cuanta la apretada agenda legislativa y las elecciones de noviembre.
La embajadora de Colombia, Carolina Barco, dijo a Efe que Bush volvió a invitar ayer a los demócratas “a que sea un voto bipartidista”, y se mostró optimista por la aprobación del TLC.
El Gobierno de Bush trabaja “para que este tratado responda también a los criterios de los demócratas y sea votado en un ambiente positivo”, agregó.
Consciente de las críticas, Bush aseguró que el TLC contiene las salvaguardas ambientales y laborales acordadas por los dos partidos en mayo del año pasado.
Agregó que este TLC es similar al que se aprobó con Perú en diciembre, con la diferencia de que el mercado colombiano es más grande y su papel estratégico, mayor.
“No ratificar este tratado enviaría a otros países el mensaje de que nuestros amigos no pueden contar con la ayuda de EEUU”, dijo Bush, flanqueado por miembros de su Gabinete al firmar el documento.
La Cámara de Comercio de Estados Unidos consideró que el TLC “es un acuerdo justo” que nivelará el terreno para los productores y trabajadores estadounidenses y generará empleo en ambos países.
Según el Gobierno, la entrada en vigor del TLC eliminará de inmediato las tarifas de más del 80 por ciento de las exportaciones de Estados Unidos -un beneficio con el que ya cuanta el 90 por ciento de los productos colombianos-, y el resto se eliminaría en diez años.
El año pasado, el intercambio comercial entre Estados Unidos y Colombia fue de unos $18 mil millones, según el Gobierno.
Varios sindicatos, entre ellos el de los transportistas, reiteraron ayer que el TLC supondrá la pérdida de empleos y el deterioro del nivel de vida para la clase media estadounidense.
Los demócratas aseguran que Bogotá no ha hecho lo suficiente por mejorar el respeto a los derechos humanos y laborales y por combatir la impunidad y la violencia contra los sindicalistas.
Los aspirantes a la candidatura presidencial demócratas, Hillary Clinton y Barack Obama, reiteraron la semana pasada su oposición al TLC con Colombia.







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