Buen Congreso, ¿calidad o cantidad?
Esteban Arrieta earrieta@larepublica.net | Viernes 31 diciembre, 2010
¿Es la Asamblea Legislativa una fábrica de leyes o un recinto de análisis para resolver los problemas del país?
Buen Congreso, ¿calidad o cantidad?
Algunos diputados resaltan diálogo y negociación que permitió aval de iniciativas, pero otros cuestionan importancia de proyectos
Si los actuales diputados fueran obreros de una fábrica que se dedican a producir en masa determinado producto, en este caso leyes, sin duda sus jefes, es decir los costarricenses, tendríamos que darnos por satisfechos, ya que al finalizar el año, la producción fue la mayor en los últimos 16 años.
Ese es el sentir del Poder Ejecutivo y los diputados del Partido Liberación Nacional (PLN) y el Movimiento Libertario, quienes no dudan en calificar la gestión de estos últimos siete meses, como sumamente positiva y sobre todo fructífera con más de 80 proyectos aprobados.
Sin embargo, como el Congreso no es una factoría, varios analistas consultados por LA REPUBLICA e incluso algunos legisladores de la oposición, manifiestan que no hay razón para lanzar las campanas al vuelo por la gestión del parlamento, ya que “cantidad no es sinónimo de calidad”.
Muy por el contrario, manifiestan que esta Asamblea ha sido deficitaria en cuanto al debate legislativo, el tradicional control político y la discusión de iniciativas trascendentales para el país.
Asimismo, varias actuaciones han sido calificadas como graves errores, entre ellos, la autoaprobación de un incremento salarial mensual de más de ¢2 millones para cada parlamentario, así como el aval a dos recesos legislativos en menos de siete meses.
“La ley de electricidad no ha avanzado mucho, la reforma fiscal no ingresó ni siquiera a la corriente legislativa y los proyectos de seguridad que tanto se anunciaron no se empezaron a discutir en el plenario; sin ser pesimista, yo no sería tan optimista como han sido algunos diputados, quienes han dicho que ha sido una de las legislaturas más importantes”, expresó Constantino Urcuyo, analista político.
Entre mayo y diciembre, los diputados dieron el aval a más de 80 iniciativas, la mayoría de ellas de carácter comunal; asimismo, realizaron 11 nombramientos y discutieron varias reformas constitucionales.
Al menos 25 de ellas son proyectos que tienen impacto regional, 14 son acuerdos internacionales y el resto son áreas diversas como salud, educación, trabajo, equidad de género y turismo.
Por otra parte, a pesar de que Laura Chinchilla, presidenta de la República, se comprometió a luchar contra la inseguridad ciudadana y el crimen organizado, solo se aprobaron tres proyectos en esta área, siendo el más destacado el aval para las agujas de seguridad, iniciativa impulsada por Restauración Nacional.
Como principales logros, destacan dos empréstitos para infraestructura por más de $427 millones, así como otro por $500 millones para sanear las finanzas públicas.
Asimismo, se votaron favorablemente la ley para la gestión integral de residuos, la prohibición a la minería de oro a cielo abierto y el aumento de los recursos para la educación.
Sin embargo, el debate y el análisis profundo de las iniciativas señaladas por el Gobierno, el PLN y los libertarios como joyas de la corona, lo realizaron los anteriores diputados, quienes dejaron los proyectos a punto de ser votados.
“No es lo mismo cantidad que calidad. Sí siento que durante estos primeros meses se hicieron cosas positivas, pero también metimos la pata y al final, eso es lo que recuerda más la gente y lo que pesa más en la balanza. Sin duda alguna, quedamos debiendo porque quedaron muchas reformas al margen”, expresó Víctor Emilio Granados, jefe de fracción del Partido Accesibilidad Sin Exclusión.
Por su parte, quienes defienden la gestión como una de las mejores de las últimas dos décadas, no dudan en resaltar el diálogo y la negociación; minimizan las críticas de analistas y de varios de sus compañeros.
Asimismo, manifiestan que durante 2011, los diputados cuentan con el ambiente político adecuado para emular la labor de este año.
“No solo en número superamos a los compañeros de las asambleas anteriores, sino que también se logra notar que hay el ambiente necesario para negociar y llegar a acuerdos, porque la gran mayoría de los proyectos lograron ser aprobados por consenso o amplia mayoría. Tengo expectativas muy altas en relación con la gestión venidera”, manifestó Viviana Martín, jefa de fracción del PLN.
Esteban Arrieta
earrieta@larepublica.net
Buen Congreso, ¿calidad o cantidad?
Algunos diputados resaltan diálogo y negociación que permitió aval de iniciativas, pero otros cuestionan importancia de proyectos
Si los actuales diputados fueran obreros de una fábrica que se dedican a producir en masa determinado producto, en este caso leyes, sin duda sus jefes, es decir los costarricenses, tendríamos que darnos por satisfechos, ya que al finalizar el año, la producción fue la mayor en los últimos 16 años.
Ese es el sentir del Poder Ejecutivo y los diputados del Partido Liberación Nacional (PLN) y el Movimiento Libertario, quienes no dudan en calificar la gestión de estos últimos siete meses, como sumamente positiva y sobre todo fructífera con más de 80 proyectos aprobados.
Sin embargo, como el Congreso no es una factoría, varios analistas consultados por LA REPUBLICA e incluso algunos legisladores de la oposición, manifiestan que no hay razón para lanzar las campanas al vuelo por la gestión del parlamento, ya que “cantidad no es sinónimo de calidad”.
Muy por el contrario, manifiestan que esta Asamblea ha sido deficitaria en cuanto al debate legislativo, el tradicional control político y la discusión de iniciativas trascendentales para el país.
Asimismo, varias actuaciones han sido calificadas como graves errores, entre ellos, la autoaprobación de un incremento salarial mensual de más de ¢2 millones para cada parlamentario, así como el aval a dos recesos legislativos en menos de siete meses.
“La ley de electricidad no ha avanzado mucho, la reforma fiscal no ingresó ni siquiera a la corriente legislativa y los proyectos de seguridad que tanto se anunciaron no se empezaron a discutir en el plenario; sin ser pesimista, yo no sería tan optimista como han sido algunos diputados, quienes han dicho que ha sido una de las legislaturas más importantes”, expresó Constantino Urcuyo, analista político.
Entre mayo y diciembre, los diputados dieron el aval a más de 80 iniciativas, la mayoría de ellas de carácter comunal; asimismo, realizaron 11 nombramientos y discutieron varias reformas constitucionales.
Al menos 25 de ellas son proyectos que tienen impacto regional, 14 son acuerdos internacionales y el resto son áreas diversas como salud, educación, trabajo, equidad de género y turismo.
Por otra parte, a pesar de que Laura Chinchilla, presidenta de la República, se comprometió a luchar contra la inseguridad ciudadana y el crimen organizado, solo se aprobaron tres proyectos en esta área, siendo el más destacado el aval para las agujas de seguridad, iniciativa impulsada por Restauración Nacional.
Como principales logros, destacan dos empréstitos para infraestructura por más de $427 millones, así como otro por $500 millones para sanear las finanzas públicas.
Asimismo, se votaron favorablemente la ley para la gestión integral de residuos, la prohibición a la minería de oro a cielo abierto y el aumento de los recursos para la educación.
Sin embargo, el debate y el análisis profundo de las iniciativas señaladas por el Gobierno, el PLN y los libertarios como joyas de la corona, lo realizaron los anteriores diputados, quienes dejaron los proyectos a punto de ser votados.
“No es lo mismo cantidad que calidad. Sí siento que durante estos primeros meses se hicieron cosas positivas, pero también metimos la pata y al final, eso es lo que recuerda más la gente y lo que pesa más en la balanza. Sin duda alguna, quedamos debiendo porque quedaron muchas reformas al margen”, expresó Víctor Emilio Granados, jefe de fracción del Partido Accesibilidad Sin Exclusión.
Por su parte, quienes defienden la gestión como una de las mejores de las últimas dos décadas, no dudan en resaltar el diálogo y la negociación; minimizan las críticas de analistas y de varios de sus compañeros.
Asimismo, manifiestan que durante 2011, los diputados cuentan con el ambiente político adecuado para emular la labor de este año.
“No solo en número superamos a los compañeros de las asambleas anteriores, sino que también se logra notar que hay el ambiente necesario para negociar y llegar a acuerdos, porque la gran mayoría de los proyectos lograron ser aprobados por consenso o amplia mayoría. Tengo expectativas muy altas en relación con la gestión venidera”, manifestó Viviana Martín, jefa de fracción del PLN.
Esteban Arrieta
earrieta@larepublica.net