Brasil impulsa mercado automotor
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Lunes 20 febrero, 2012
Brasil impulsa mercado automotor
Brasil, en marzo próximo, reducirá los impuestos que gravan los autos importados para las automotrices que inviertan en la construcción de plantas de montaje locales.
Con la medida, el gobierno brasileño pretende impulsar la actividad del sector automotor del país.
El mes pasado, se impuso unrecargo de 30% a las grandes empresas de vehículos, en medio de las protestas de las automotrices chinas, para frenar un aumento de los autos importados que se vendían en la mayor economía de América Latina.
Aunque los detalles de cómo se aplicará la reducción no han sido definidos, las empresas que podrían beneficiarse comprenden a Anhui Jianghuai Automobile Group Co de China y Bayerische Motoren Werke AG de Alemania, ya que ambas han anunciado planes de invertir en Brasil.
“El impuesto se usó como freno de emergencia, ahora lo rebajaremos”, explicó Mauro Borges Lemos, responsable de la Agencia de Desarrollo Industrial de Brasil, en una entrevista en Brasilia. “Es un incentivo para acelerar las inversiones”.
La medida es parte de un esfuerzo más amplio para aumentar la competitividad de los fabricantes de Brasil, que han perdido cuota en un vigoroso mercado de consumo en tanto un alza del 35% del real desde fines de 2008 baja el costo de las importaciones, en especial de China.
Las importaciones de autos crecieron 30% el año pasado y representaron el 23,6% de los vehículos patentados frente a un 18,8% en 2010.
Más adelante en el año, el gobierno anunciará planes para rebajar el llamado impuesto IPI en los próximos cuatro años a partir de 2013, ofreciendo mayores reducciones por los vehículos que cumplan con estándares más altos de eficiencia de combustible y seguridad y contengan un mayor porcentaje de componentes de fabricación local.
“Nuestra tecnología está por debajo de los estándares mundiales”, dijo Lemos. “Lo que queremos es modernización”.
Los fabricantes de automóviles planean invertir unos $17 mil millones en los próximos tres a cinco años, explicó Lemos, principal asesor industrial del ministro de Comercio, Fernando Pimentel.
Como quinto mayor mercado automotor del mundo, Brasil es un objetivo central para las automotrices chinas que buscan crecer en el extranjero.
JAC Motors planea construir este año una fábrica de $600 millones en el estado de Bahía, en el noreste de Brasil, como parte de un plan para duplicar las ventas anuales en Brasil en 2015.
El representante de BMW en Brasil, Henning Dornbusch, el mes pasado comunicó que el mayor fabricante de autos de lujo del mundo podría construir una planta en Brasil si el gobierno flexibiliza la aplicación del aumento tributario.
La compañía dejó en suspenso sus planes de expansión el año pasado luego de que se anunciara el aumento de impuestos.
La decisión de la presidenta Dilma Rousseff de proteger a las automotrices locales sorprendió a los socios comerciales de su país.
Chery Automobile Co. Ltd. de China impugnó la medida ante los tribunales, mientras que el gobierno de Japón se quejó ante la Organización Mundial del Comercio de Ginebra de que la medida era proteccionista.
Rousseff está a favor de la rebaja del impuesto aunque no ha aprobado oficialmente los detalles finales sobre la forma de aplicación, precisó Lemos. “El marco está listo”, añadió.
Bloomberg
Con la medida, el gobierno brasileño pretende impulsar la actividad del sector automotor del país.
El mes pasado, se impuso unrecargo de 30% a las grandes empresas de vehículos, en medio de las protestas de las automotrices chinas, para frenar un aumento de los autos importados que se vendían en la mayor economía de América Latina.
Aunque los detalles de cómo se aplicará la reducción no han sido definidos, las empresas que podrían beneficiarse comprenden a Anhui Jianghuai Automobile Group Co de China y Bayerische Motoren Werke AG de Alemania, ya que ambas han anunciado planes de invertir en Brasil.
“El impuesto se usó como freno de emergencia, ahora lo rebajaremos”, explicó Mauro Borges Lemos, responsable de la Agencia de Desarrollo Industrial de Brasil, en una entrevista en Brasilia. “Es un incentivo para acelerar las inversiones”.
La medida es parte de un esfuerzo más amplio para aumentar la competitividad de los fabricantes de Brasil, que han perdido cuota en un vigoroso mercado de consumo en tanto un alza del 35% del real desde fines de 2008 baja el costo de las importaciones, en especial de China.
Las importaciones de autos crecieron 30% el año pasado y representaron el 23,6% de los vehículos patentados frente a un 18,8% en 2010.
Más adelante en el año, el gobierno anunciará planes para rebajar el llamado impuesto IPI en los próximos cuatro años a partir de 2013, ofreciendo mayores reducciones por los vehículos que cumplan con estándares más altos de eficiencia de combustible y seguridad y contengan un mayor porcentaje de componentes de fabricación local.
“Nuestra tecnología está por debajo de los estándares mundiales”, dijo Lemos. “Lo que queremos es modernización”.
Los fabricantes de automóviles planean invertir unos $17 mil millones en los próximos tres a cinco años, explicó Lemos, principal asesor industrial del ministro de Comercio, Fernando Pimentel.
Como quinto mayor mercado automotor del mundo, Brasil es un objetivo central para las automotrices chinas que buscan crecer en el extranjero.
JAC Motors planea construir este año una fábrica de $600 millones en el estado de Bahía, en el noreste de Brasil, como parte de un plan para duplicar las ventas anuales en Brasil en 2015.
El representante de BMW en Brasil, Henning Dornbusch, el mes pasado comunicó que el mayor fabricante de autos de lujo del mundo podría construir una planta en Brasil si el gobierno flexibiliza la aplicación del aumento tributario.
La compañía dejó en suspenso sus planes de expansión el año pasado luego de que se anunciara el aumento de impuestos.
La decisión de la presidenta Dilma Rousseff de proteger a las automotrices locales sorprendió a los socios comerciales de su país.
Chery Automobile Co. Ltd. de China impugnó la medida ante los tribunales, mientras que el gobierno de Japón se quejó ante la Organización Mundial del Comercio de Ginebra de que la medida era proteccionista.
Rousseff está a favor de la rebaja del impuesto aunque no ha aprobado oficialmente los detalles finales sobre la forma de aplicación, precisó Lemos. “El marco está listo”, añadió.
Bloomberg