Bolivia nacionaliza gasoductos
| Miércoles 04 junio, 2008
Bolivia nacionaliza gasoductos
Evo Morales, presidente boliviano, nacionalizó la principal empresa de gasoductos de la nación andina, ampliando su control sobre los recursos naturales del país después de que perdiera dos referendos regionales sobre su acción de Gobierno.
Morales aprobó el lunes un decreto de nacionalización de la participación mayoritaria en Transredes Transporte de Hidrocarburos S.A., controlada por las compañías europeas Royal Dutch Shell Plc y Ashmore Energy International. La empresa estatal de la energía de Bolivia mantenía un 47%. Morales dijo que Transredes “conspiró” contra su Gobierno y rechazó las conversaciones que tenían como objetivo dar al país el control de la empresa.
La decisión de Morales es la última que lleva a cabo para cumplir con las promesas electorales de “refundar” Bolivia haciéndose del control de las empresas de energía y minería, y dirigiendo más ingresos fiscales de las provincias al Tesoro público. En 2006 el Gobierno obligó a las empresas petroleras a renegociar los contratos, y el año pasado nacionalizó un horno de fundición de estaño de Glencore International AG. Las medidas han ayudado a alimentar el descontento entre grupos empresariales y líderes provinciales.
“Morales está presionado”, dijo en una entrevista David Scott Palmer, profesor de política latinoamericana en la Universidad de Boston. “Esto es un intento de Morales por emprender acciones que desvíen la atención de sus problemas”.
Bolivia, el país más pobre de Sudamérica, tiene las segundas mayores reservas de gas natural del continente, después de Venezuela. Morales, de 48 años, asumió la presidencia en enero de 2006, tras prometer adquirir un mayor control de los recursos naturales para ayudar a la mayoría indígena y pobre.
“A pesar de tener una serie de reuniones entre el equipo negociador del Gobierno y los ejecutivos de Transredes, la empresa rechazó de forma insistente la propuesta gubernamental”, según un comunicado distribuido por la oficina de Morales. “No aceptaremos autoridades o gerentes, o empresas, que vengan a conspirar contra la democracia o contra el Gobierno nacional”.
Shell no hará comentarios hasta que tenga oportunidad de revisar y evaluar la iniciativa, dijo Eurwen Thomas, un portavoz en Londres. Kenny Juárez, un portavoz externo contratado por Ashmore, declinó hacer comentarios.
Shell, la mayor productora europea de petróleo, y Ashmore poseían cada una un 25% del gasoducto mediante una empresa conjunta llamada TR Holdings Ltd, según Transredes. TR Holdings nombró a cinco de los siete miembros de su Consejo, dos de los cuales representaban a Bolivia, según la página web de Transredes.
La inversión en exploración y producción en el sector del gas y petróleo de Bolivia cayó a $149 millones el año pasado, desde los $650 millones en 2002, el nivel más bajo desde 1996, según la Cámara de Hidrocarburos, con sede en Santa Cruz, y entre cuyos miembros se incluyen Petroleo Brasileiro S.A., Total S.A., y BG Group Plc.
Lima
Bloomberg
Evo Morales, presidente boliviano, nacionalizó la principal empresa de gasoductos de la nación andina, ampliando su control sobre los recursos naturales del país después de que perdiera dos referendos regionales sobre su acción de Gobierno.
Morales aprobó el lunes un decreto de nacionalización de la participación mayoritaria en Transredes Transporte de Hidrocarburos S.A., controlada por las compañías europeas Royal Dutch Shell Plc y Ashmore Energy International. La empresa estatal de la energía de Bolivia mantenía un 47%. Morales dijo que Transredes “conspiró” contra su Gobierno y rechazó las conversaciones que tenían como objetivo dar al país el control de la empresa.
La decisión de Morales es la última que lleva a cabo para cumplir con las promesas electorales de “refundar” Bolivia haciéndose del control de las empresas de energía y minería, y dirigiendo más ingresos fiscales de las provincias al Tesoro público. En 2006 el Gobierno obligó a las empresas petroleras a renegociar los contratos, y el año pasado nacionalizó un horno de fundición de estaño de Glencore International AG. Las medidas han ayudado a alimentar el descontento entre grupos empresariales y líderes provinciales.
“Morales está presionado”, dijo en una entrevista David Scott Palmer, profesor de política latinoamericana en la Universidad de Boston. “Esto es un intento de Morales por emprender acciones que desvíen la atención de sus problemas”.
Bolivia, el país más pobre de Sudamérica, tiene las segundas mayores reservas de gas natural del continente, después de Venezuela. Morales, de 48 años, asumió la presidencia en enero de 2006, tras prometer adquirir un mayor control de los recursos naturales para ayudar a la mayoría indígena y pobre.
“A pesar de tener una serie de reuniones entre el equipo negociador del Gobierno y los ejecutivos de Transredes, la empresa rechazó de forma insistente la propuesta gubernamental”, según un comunicado distribuido por la oficina de Morales. “No aceptaremos autoridades o gerentes, o empresas, que vengan a conspirar contra la democracia o contra el Gobierno nacional”.
Shell no hará comentarios hasta que tenga oportunidad de revisar y evaluar la iniciativa, dijo Eurwen Thomas, un portavoz en Londres. Kenny Juárez, un portavoz externo contratado por Ashmore, declinó hacer comentarios.
Shell, la mayor productora europea de petróleo, y Ashmore poseían cada una un 25% del gasoducto mediante una empresa conjunta llamada TR Holdings Ltd, según Transredes. TR Holdings nombró a cinco de los siete miembros de su Consejo, dos de los cuales representaban a Bolivia, según la página web de Transredes.
La inversión en exploración y producción en el sector del gas y petróleo de Bolivia cayó a $149 millones el año pasado, desde los $650 millones en 2002, el nivel más bajo desde 1996, según la Cámara de Hidrocarburos, con sede en Santa Cruz, y entre cuyos miembros se incluyen Petroleo Brasileiro S.A., Total S.A., y BG Group Plc.
Lima
Bloomberg