Bolívar bajo presión
| Martes 04 septiembre, 2007
Bolívar bajo presión
Caracas
Bloomberg
La economía de Hugo Chávez está empezando a deshacerse en el mercado cambiario.
Al tiempo que Venezuela está obteniendo ingresos récord por la exportación de petróleo, escasean la carne, la harina y el aceite de cocina. La inflación anual ha subido a 16%, la más alta de Latinoamérica, al tiempo que el presidente Chávez ha triplicado el gasto del gobierno en cuatro años. Exxon Mobil Corp. y ConocoPhillips están saliendo del país después de que Chávez les exigió ceder el control de sus proyectos conjuntos.
La moneda ha caído un 30% este año a 4.850 bolívares por dólar en el mercado negro, el único lugar en el que cotiza libremente porque el gobierno controla el tipo de cambio. Eso es menos de la mitad de la tasa oficial de 2.150 establecida en 2005. Chávez puede tener que devaluar el bolívar para reducir la brecha y aumentar los ingresos petroleros, que representan la mitad de la renta del Estado.
“Este ha sido el auge petrolero peor manejado en la historia de Venezuela”, dijo Ricardo Hausmann, ex ministro de planificación del gobierno que ahora da clases de economía en la Universidad de Harvard en Cambridge, estado de Massachusetts. “Es obvio que habrá una devaluación. La pregunta es cuándo”.
Chávez devaluará el bolívar un 14% el primer trimestre de 2008 después de que introduzca una nueva moneda el 1º de enero que retirará tres ceros de todas las denominaciones, según JPMorgan Chase & Co., el tercer banco más grande de Estados Unidos, y Merrill Lynch & Co., la mayor casa de bolsa.
La nueva moneda, que se llamará bolívar fuerte, tendrá un tipo de cambio de 2,15 por dólar, equivalente al tipo de cambio actual, dijo el ministro de Finanzas, Rodrigo Cabezas, la semana pasada. Los analistas pronostican que el tipo de cambio oficial bajará el 13% a fines del 2008, según la mediana de nueve pronósticos en un sondeo de Bloomberg.
“No vamos a devaluar, no importa cuánto nos presionen”, dijo Cabezas a reporteros en Caracas el 31 de agosto. “El llamado mercado paralelo no dicta nuestras políticas fiscal, cambiaria o monetaria”.
Chávez debilitó la moneda un 11% en 2005. Impuso restricciones cambiarias en 2003 para detener la fuga de capitales que ha hecho bajar el bolívar más del 70% desde que asumió el cargo en 1999.
Una devaluación daría al gobierno más bolívares por sus exportaciones de crudo, lo que ayudaría a financiar las políticas de Chávez de proporcionar atención médica y vivienda gratuitas así como alimentos baratos a millones de venezolanos. El gobierno dice que los programas sociales contribuyeron a reducir la pobreza al 34% en el primer semestre del 2006 desde un 49% ocho años antes.
El petróleo, que ha subido el 155% en los últimos cinco años, representa cerca de 90% de las exportaciones venezolanas. El país es el quinto miembro más grande de la Organización de Países Exportadores de Petróleo.
Conforme crece la brecha entre el tipo de cambio oficial y el del mercado negro, también lo hace el incentivo de aprovechar la situación valiéndose de leyes que permiten a las personas gastar $5 mil al año en sus tarjetas de crédito mientras viajan al extranjero.
Algunos venezolanos viajan a Curazao en donde compran $5 mil en fichas de casino para póquer con sus tarjetas de crédito, luego las intercambian por efectivo y venden los dólares en el mercado negro en Caracas.
Las reglas sobre el tipo de cambio forman parte de los controles que Chávez, de 53 años, ha creado en su “marcha al socialismo”. El gobierno establece los precios minoristas de cientos de productos de consumo masivo y determina tanto la tasa máxima a la que los bancos pueden prestar como el interés mínimo que pueden pagarles a los depositantes.
Chávez, que busca poner fin a los límites del mandato presidencial, ha tomado reservas extranjeras del banco central por $17 mil millones y expropiado docenas de tierras que consideraba ociosas.
Asimismo nacionalizó las mayores empresas privadas de electricidad y telefonía de Venezuela y adquirió participaciones mayoritarias en proyectos petroleros propiedad de Exxon, el mayor productor del mundo, y ConocoPhillips, el tercero más grande de Estados Unidos. La inversión extranjera directa en Venezuela fue de un saldo negativo de $881 millones en el primer semestre, porque las empresas extranjeras sacaron dinero.
Caracas
Bloomberg
La economía de Hugo Chávez está empezando a deshacerse en el mercado cambiario.
Al tiempo que Venezuela está obteniendo ingresos récord por la exportación de petróleo, escasean la carne, la harina y el aceite de cocina. La inflación anual ha subido a 16%, la más alta de Latinoamérica, al tiempo que el presidente Chávez ha triplicado el gasto del gobierno en cuatro años. Exxon Mobil Corp. y ConocoPhillips están saliendo del país después de que Chávez les exigió ceder el control de sus proyectos conjuntos.
La moneda ha caído un 30% este año a 4.850 bolívares por dólar en el mercado negro, el único lugar en el que cotiza libremente porque el gobierno controla el tipo de cambio. Eso es menos de la mitad de la tasa oficial de 2.150 establecida en 2005. Chávez puede tener que devaluar el bolívar para reducir la brecha y aumentar los ingresos petroleros, que representan la mitad de la renta del Estado.
“Este ha sido el auge petrolero peor manejado en la historia de Venezuela”, dijo Ricardo Hausmann, ex ministro de planificación del gobierno que ahora da clases de economía en la Universidad de Harvard en Cambridge, estado de Massachusetts. “Es obvio que habrá una devaluación. La pregunta es cuándo”.
Chávez devaluará el bolívar un 14% el primer trimestre de 2008 después de que introduzca una nueva moneda el 1º de enero que retirará tres ceros de todas las denominaciones, según JPMorgan Chase & Co., el tercer banco más grande de Estados Unidos, y Merrill Lynch & Co., la mayor casa de bolsa.
La nueva moneda, que se llamará bolívar fuerte, tendrá un tipo de cambio de 2,15 por dólar, equivalente al tipo de cambio actual, dijo el ministro de Finanzas, Rodrigo Cabezas, la semana pasada. Los analistas pronostican que el tipo de cambio oficial bajará el 13% a fines del 2008, según la mediana de nueve pronósticos en un sondeo de Bloomberg.
“No vamos a devaluar, no importa cuánto nos presionen”, dijo Cabezas a reporteros en Caracas el 31 de agosto. “El llamado mercado paralelo no dicta nuestras políticas fiscal, cambiaria o monetaria”.
Chávez debilitó la moneda un 11% en 2005. Impuso restricciones cambiarias en 2003 para detener la fuga de capitales que ha hecho bajar el bolívar más del 70% desde que asumió el cargo en 1999.
Una devaluación daría al gobierno más bolívares por sus exportaciones de crudo, lo que ayudaría a financiar las políticas de Chávez de proporcionar atención médica y vivienda gratuitas así como alimentos baratos a millones de venezolanos. El gobierno dice que los programas sociales contribuyeron a reducir la pobreza al 34% en el primer semestre del 2006 desde un 49% ocho años antes.
El petróleo, que ha subido el 155% en los últimos cinco años, representa cerca de 90% de las exportaciones venezolanas. El país es el quinto miembro más grande de la Organización de Países Exportadores de Petróleo.
Conforme crece la brecha entre el tipo de cambio oficial y el del mercado negro, también lo hace el incentivo de aprovechar la situación valiéndose de leyes que permiten a las personas gastar $5 mil al año en sus tarjetas de crédito mientras viajan al extranjero.
Algunos venezolanos viajan a Curazao en donde compran $5 mil en fichas de casino para póquer con sus tarjetas de crédito, luego las intercambian por efectivo y venden los dólares en el mercado negro en Caracas.
Las reglas sobre el tipo de cambio forman parte de los controles que Chávez, de 53 años, ha creado en su “marcha al socialismo”. El gobierno establece los precios minoristas de cientos de productos de consumo masivo y determina tanto la tasa máxima a la que los bancos pueden prestar como el interés mínimo que pueden pagarles a los depositantes.
Chávez, que busca poner fin a los límites del mandato presidencial, ha tomado reservas extranjeras del banco central por $17 mil millones y expropiado docenas de tierras que consideraba ociosas.
Asimismo nacionalizó las mayores empresas privadas de electricidad y telefonía de Venezuela y adquirió participaciones mayoritarias en proyectos petroleros propiedad de Exxon, el mayor productor del mundo, y ConocoPhillips, el tercero más grande de Estados Unidos. La inversión extranjera directa en Venezuela fue de un saldo negativo de $881 millones en el primer semestre, porque las empresas extranjeras sacaron dinero.