BIITS reemplazan a BRICS
Bloomberg | Miércoles 23 octubre, 2013
BIITS reemplazan a BRICS
Los mercados emergentes corren el riesgo de fragmentarse y convertirse en BIITS.
Los inversores en esos mercados se vuelven más selectivos respecto de dónde colocan su dinero y se apartan de países como Brasil, India, Indonesia, Turquía y Sudáfrica.
Detrás de la discriminación hay una nueva concentración en los déficits de cuenta corriente y en debilidades estructurales reveladas a partir de la probabilidad de un menor estímulo de la Reserva Federal de los Estados Unidos y de una desaceleración de la demanda en China, según economistas desde HSBC Holdings Plc, hasta JPMorgan Chase Co. e International Strategy Investment Group LLC.
Se trata de una ruptura con los últimos cuatro años, cuando los mercados emergentes se movían en tándem y se los consideraba un refugio independientemente de la situación de cada uno de ellos. Un ejemplo de esa actitud fue la popularidad de la sigla BRIC, acuñada para que Brasil, Rusia, India y China reflejaran sus posibilidades como usinas económicas del futuro.
“Los inversores se harán mucho más selectivos que en el pasado en relación con los mercados emergentes”, dijo Donald Straszheim, jefe de análisis para China de ISI, que tiene sede en Nueva York. “Habrá una inclinación natural a buscar los que estén mejor posicionados”.
México, la República Checa y Corea del Sur se encuentran entre los países que siguen siendo atractivos porque dependen menos de las finanzas extranjeras o porque aprovecharon el dinero fácil del estímulo de la Fed para fortalecer sus economías.
La decisión sorpresiva que tomó la Fed en septiembre de continuar con sus compras de activos proporcionó un respiro a los mercados emergentes conforme cedía la venta de sus monedas. Eso, sin embargo, será temporario, según Michael Shaoul, presidente de Marketfield Asset Management LLC, que tiene sede en Nueva York y administra alrededor de $17 mil millones.
Algunos de esos países experimentarán mayores salidas de capital en los próximos tres a seis meses, en tanto los inversores empiezan a “discernir entre mercados emergentes buenos y mercados emergentes malos”, dijo. Su firma apuesta contra las acciones y bonos de los mercados emergentes, incluidos los de Brasil e India.
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