Bernanke y las perspectivas de inflación
Bernanke y las perspectivas de inflación
Hace un año, cuando comenzó la crisis de los mercados, Ben Bernanke fue criticado por no bajar los tipos de interés rápidamente. Ahora que están en el nivel del 2%, es criticado por haberlos bajado demasiado y por prestar poca atención al riesgo de inflación.
Y es que el más reciente dato de inflación complica la labor de la Reserva Federal, dado que este es el mayor aumento en los precios de los últimos 17 años e intensifica el debate sobre el comportamiento fututo de las tasas de interés en Estados Unidos dado que acrecienta los temores de que los costos de la energía y los alimentos se están propagando a toda la economía.
Es así como el índice de precios al consumidor subió en un 1,1% en junio lo cual, acumula un alza interanual del 5,00% y el mayor incremento en 17 años. Por su parte la inflación subyacente, que excluye las variaciones en los precios de la energía y los alimentos, avanzó un 0,3% en junio y acumula un alza interanual del 2,4%, lo que la deja por encima de la meta a largo plazo de la Fed que oscila entre el 1,5% y el 2,00%. Esta aceleración de la inflación subyacente es realmente una mala noticia para la Fed dado que mantener los precios bajo control es realmente el objetivo de la política monetaria y cualquier aceleración, si persiste en los próximos meses complicará realmente las decisiones de la Fed.
A la luz de lo anterior, la Fed enfrenta una disyuntiva complicada. Si decide subir las tasas de interés para atenuar las presiones inflacionarias podría agravar la ya frágil salud del sistema financiero y debilitar el crecimiento. Por otra parte, si no altera las tasas de interés, el riesgo es que la inflación se desboque.
Por ahora, la Fed ha optado por priorizar el crecimiento y la estabilidad financiera y dejar clara su preocupación sobre el aumento de la inflación. En su último testimonio al Congreso, Bernanke señaló que la inflación “es demasiado alta”. No obstante, los mercados consideran que el Banco Central de Estados Unidos mantendrá su tasa de referencia en un 2.00% durante el resto del año dado que la Fed espera que la inflación se modere durante el tercer trimestre a medida que la ralentización de la economía disminuye la demanda y por lo tanto la desaceleración contendrá la inflación.
Cabe destacar que es probable que la Fed ya hubiese empezado a subir las tasas de no ser por la mala salud del sistema financiero. Lo cierto del caso es que comenzar a subir ahora los tipos de interés, como piden algunos, parece prematuro, dado que las condiciones que llevaron a bajarlos siguen vigentes: el crecimiento se está desacelerando y los riesgos de la crisis financiera y de crecimiento siguen altos, el deterioro del mercado inmobiliario persiste, el endeudamiento de las familias es alto y existe restricción crediticia.
Carlos Francisco Gómez Guzmán
Agente de Bolsa Autorizado
Hace un año, cuando comenzó la crisis de los mercados, Ben Bernanke fue criticado por no bajar los tipos de interés rápidamente. Ahora que están en el nivel del 2%, es criticado por haberlos bajado demasiado y por prestar poca atención al riesgo de inflación.
Y es que el más reciente dato de inflación complica la labor de la Reserva Federal, dado que este es el mayor aumento en los precios de los últimos 17 años e intensifica el debate sobre el comportamiento fututo de las tasas de interés en Estados Unidos dado que acrecienta los temores de que los costos de la energía y los alimentos se están propagando a toda la economía.
Es así como el índice de precios al consumidor subió en un 1,1% en junio lo cual, acumula un alza interanual del 5,00% y el mayor incremento en 17 años. Por su parte la inflación subyacente, que excluye las variaciones en los precios de la energía y los alimentos, avanzó un 0,3% en junio y acumula un alza interanual del 2,4%, lo que la deja por encima de la meta a largo plazo de la Fed que oscila entre el 1,5% y el 2,00%. Esta aceleración de la inflación subyacente es realmente una mala noticia para la Fed dado que mantener los precios bajo control es realmente el objetivo de la política monetaria y cualquier aceleración, si persiste en los próximos meses complicará realmente las decisiones de la Fed.
A la luz de lo anterior, la Fed enfrenta una disyuntiva complicada. Si decide subir las tasas de interés para atenuar las presiones inflacionarias podría agravar la ya frágil salud del sistema financiero y debilitar el crecimiento. Por otra parte, si no altera las tasas de interés, el riesgo es que la inflación se desboque.
Por ahora, la Fed ha optado por priorizar el crecimiento y la estabilidad financiera y dejar clara su preocupación sobre el aumento de la inflación. En su último testimonio al Congreso, Bernanke señaló que la inflación “es demasiado alta”. No obstante, los mercados consideran que el Banco Central de Estados Unidos mantendrá su tasa de referencia en un 2.00% durante el resto del año dado que la Fed espera que la inflación se modere durante el tercer trimestre a medida que la ralentización de la economía disminuye la demanda y por lo tanto la desaceleración contendrá la inflación.
Cabe destacar que es probable que la Fed ya hubiese empezado a subir las tasas de no ser por la mala salud del sistema financiero. Lo cierto del caso es que comenzar a subir ahora los tipos de interés, como piden algunos, parece prematuro, dado que las condiciones que llevaron a bajarlos siguen vigentes: el crecimiento se está desacelerando y los riesgos de la crisis financiera y de crecimiento siguen altos, el deterioro del mercado inmobiliario persiste, el endeudamiento de las familias es alto y existe restricción crediticia.
Carlos Francisco Gómez Guzmán
Agente de Bolsa Autorizado