Bancrédito administrará banca de desarrollo
Wilmer Murillo wmurillo@larepublica.net | Martes 08 abril, 2008
Proyecto fue aprobado ayer en primer debate
Bancrédito administrará banca de desarrollo
• Fondo se financiará con fideicomisos agropecuarios, utilidades de los bancos públicos y el “peaje” de la banca privada
• Iniciativa condonará ¢7.500 millones en deudas a productores agropecuarios
Wilmer Murillo
wmurillo@larepublica.net
Colaboró el periodista Carlos Jesús Mora
La administración del sistema para financiar proyectos productivos a través de un sistema de banca de desarrollo quedará en manos del estatal Bancrédito.
Esta fue la decisión adoptada por los diputados, quienes ayer le dieron primer debate al proyecto de Ley de Creación de la Banca de Desarrollo.
El financiamiento se efectuará mediante fideicomisos agropecuarios, el aporte del 5% de las utilidades de los bancos públicos y el peaje bancario que aportan las entidades privadas por tener derecho a captar depósitos en cuenta corriente.
Pero aunque será Bancrédito el encargado de poner la pelota en movimiento, a un consejo rector le corresponderá dictar las políticas generales.
Aunque el 5% de las ganancias de los bancos públicos, incluido el Popular, destinado a banca de desarrollo, será administrado por los mismos bancos, el fondo de crédito para el desarrollo conocido como “peaje” bancario y el megafideicomiso creado por esta ley estarán a cargo de Bancrédito.
El ente estatal manejará ambas operaciones por periodos de cinco y tres años, respectivamente. Luego de ese plazo el megafideicomiso se adjudicaría mediante licitación pública entre los bancos públicos.
Ambas fuentes de recursos totalizan $250 millones.
De acuerdo con las ganancias bancarias públicas, que el año pasado fueron de $199 millones, les habría correspondido girar a los bancos para banca de desarrollo unos $10 millones.
Aunque este esquema no implica subsidios, el proyecto arranca con un buen regalo para los productores que mantienen deudas por ¢16.850 millones al Fideicomiso Agropecuario (Fidagro), uno de los fondos que engrosarán los recursos iniciales para el desarrollo. Se condonará el 80% de la deuda, equivalente a ¢7.482 millones
Los restantes ¢3.370 millones, Bancrédito deberá readecuarlos a un plazo mínimo de 15 años, la tasa básica pasiva menos dos puntos y tres años de gracia.
Asimismo, todos los fondos de desarrollo se administrarán bajo una supervisión diferenciada, es decir una normativa más flexible para el manejo de la cartera.
El riesgo de que la banca pública incurra en pérdidas que anteriormente se “socializaban” no es descartado.
“Creo que el manejo de la cartera de desarrollo debe manejarse con más flexibilidad, pero en forma transparente, despolitizada y con reglas de juego muy claras”, dijo Guillermo Quesada, gerente general de Bancrédito.
La ley llega después de 12 años y 25 proyectos fallidos, pero muestra —a juicio del gerente— una gran visión de la Asamblea, al votar una iniciativa que permitirá “bancarizar” un 65% de la población, constituida por jefas de hogar, micro, pequeños y medianos empresarios sin acceso al sistema financiero tradicional.
“Nos llena de satisfacción esta noticia, pues este proyecto permite fortalecer la capacidad competitiva del sector productivo, especialmente de las pequeñas empresas”, señaló Jack Liberman, presidente de la Cámara de Industrias, entidad que tendrá un espacio en el consejo rector del sistema.
Parte de los recursos podrán ser destinados a apoyar nuevos emprendimientos y a levantar pequeñas empresas con alto potencial de crecimiento por medio de esquemas de capital semilla y capital de riesgo.
“Estos esquemas tienen la ventaja de que promueven nuevas empresas que no nacen endeudadas y que permiten incidir en la transformación de la estructura competitiva del sector productivo”, señaló Pedro Morales, asesor económico de la Cámara.
LA REPUBLICA consultó al gerente del Banco de Costa Rica, Mario Rivera, pero aseguró que no comentaría el tema hasta su aprobación, el próximo jueves en segundo debate. Por su parte, en el Nacional indicaron que los voceros autorizados estaban fuera del país.
“La aprobación de este proyecto tiene mucha relevancia en relación con la próxima entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, pues permitirá que sectores como los agricultores, las mujeres, las micro, pequeñas y medianas empresas y aquellos que serán más impactados por los efectos del tratado tengan la oportunidad de obtener crédito en condiciones favorables”, aseguró por su parte José Joaquín Salazar, diputado de Acción Ciudadana.
En ese mismo sentido coincidió Jorge Eduardo Sánchez, diputado de la Unidad Social Cristiana. “Este Sistema pretende apoyar proyectos productivos viables y sostenibles no sujetos de crédito en el sistema financiero ordinario, por cuanto cuenta con una regulación diferenciada”, dijo Sánchez.
El proyecto para crear una Banca de Desarrollo recibió apoyo unánime de los 42 diputados presentes en la sesión de ayer lunes.
Bancrédito administrará banca de desarrollo
• Fondo se financiará con fideicomisos agropecuarios, utilidades de los bancos públicos y el “peaje” de la banca privada
• Iniciativa condonará ¢7.500 millones en deudas a productores agropecuarios
Wilmer Murillo
wmurillo@larepublica.net
Colaboró el periodista Carlos Jesús Mora
La administración del sistema para financiar proyectos productivos a través de un sistema de banca de desarrollo quedará en manos del estatal Bancrédito.
Esta fue la decisión adoptada por los diputados, quienes ayer le dieron primer debate al proyecto de Ley de Creación de la Banca de Desarrollo.
El financiamiento se efectuará mediante fideicomisos agropecuarios, el aporte del 5% de las utilidades de los bancos públicos y el peaje bancario que aportan las entidades privadas por tener derecho a captar depósitos en cuenta corriente.
Pero aunque será Bancrédito el encargado de poner la pelota en movimiento, a un consejo rector le corresponderá dictar las políticas generales.
Aunque el 5% de las ganancias de los bancos públicos, incluido el Popular, destinado a banca de desarrollo, será administrado por los mismos bancos, el fondo de crédito para el desarrollo conocido como “peaje” bancario y el megafideicomiso creado por esta ley estarán a cargo de Bancrédito.
El ente estatal manejará ambas operaciones por periodos de cinco y tres años, respectivamente. Luego de ese plazo el megafideicomiso se adjudicaría mediante licitación pública entre los bancos públicos.
Ambas fuentes de recursos totalizan $250 millones.
De acuerdo con las ganancias bancarias públicas, que el año pasado fueron de $199 millones, les habría correspondido girar a los bancos para banca de desarrollo unos $10 millones.
Aunque este esquema no implica subsidios, el proyecto arranca con un buen regalo para los productores que mantienen deudas por ¢16.850 millones al Fideicomiso Agropecuario (Fidagro), uno de los fondos que engrosarán los recursos iniciales para el desarrollo. Se condonará el 80% de la deuda, equivalente a ¢7.482 millones
Los restantes ¢3.370 millones, Bancrédito deberá readecuarlos a un plazo mínimo de 15 años, la tasa básica pasiva menos dos puntos y tres años de gracia.
Asimismo, todos los fondos de desarrollo se administrarán bajo una supervisión diferenciada, es decir una normativa más flexible para el manejo de la cartera.
El riesgo de que la banca pública incurra en pérdidas que anteriormente se “socializaban” no es descartado.
“Creo que el manejo de la cartera de desarrollo debe manejarse con más flexibilidad, pero en forma transparente, despolitizada y con reglas de juego muy claras”, dijo Guillermo Quesada, gerente general de Bancrédito.
La ley llega después de 12 años y 25 proyectos fallidos, pero muestra —a juicio del gerente— una gran visión de la Asamblea, al votar una iniciativa que permitirá “bancarizar” un 65% de la población, constituida por jefas de hogar, micro, pequeños y medianos empresarios sin acceso al sistema financiero tradicional.
“Nos llena de satisfacción esta noticia, pues este proyecto permite fortalecer la capacidad competitiva del sector productivo, especialmente de las pequeñas empresas”, señaló Jack Liberman, presidente de la Cámara de Industrias, entidad que tendrá un espacio en el consejo rector del sistema.
Parte de los recursos podrán ser destinados a apoyar nuevos emprendimientos y a levantar pequeñas empresas con alto potencial de crecimiento por medio de esquemas de capital semilla y capital de riesgo.
“Estos esquemas tienen la ventaja de que promueven nuevas empresas que no nacen endeudadas y que permiten incidir en la transformación de la estructura competitiva del sector productivo”, señaló Pedro Morales, asesor económico de la Cámara.
LA REPUBLICA consultó al gerente del Banco de Costa Rica, Mario Rivera, pero aseguró que no comentaría el tema hasta su aprobación, el próximo jueves en segundo debate. Por su parte, en el Nacional indicaron que los voceros autorizados estaban fuera del país.
“La aprobación de este proyecto tiene mucha relevancia en relación con la próxima entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, pues permitirá que sectores como los agricultores, las mujeres, las micro, pequeñas y medianas empresas y aquellos que serán más impactados por los efectos del tratado tengan la oportunidad de obtener crédito en condiciones favorables”, aseguró por su parte José Joaquín Salazar, diputado de Acción Ciudadana.
En ese mismo sentido coincidió Jorge Eduardo Sánchez, diputado de la Unidad Social Cristiana. “Este Sistema pretende apoyar proyectos productivos viables y sostenibles no sujetos de crédito en el sistema financiero ordinario, por cuanto cuenta con una regulación diferenciada”, dijo Sánchez.
El proyecto para crear una Banca de Desarrollo recibió apoyo unánime de los 42 diputados presentes en la sesión de ayer lunes.