Bancos proponen reglas para evitar crisis
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Jueves 23 diciembre, 2010
Bancos proponen reglas para evitar crisis
Más de 500 representantes de 27 países, incluso reguladores y directores de bancos centrales, se reunieron docenas de veces este año para escribir 440 páginas de nueva reglas que regirán los bancos del mundo.
Lo que no figura en los documentos publicados por la Comisión de Basilea de Supervisión Bancaria, y los escapes que hay, podrían tener un mayor efecto sobre la operación de las instituciones financieras tras la crisis mundial de crédito que produjo pérdidas bancarias y reducciones valorativas por $1,8 billones.
El logro más significativo de la Comisión, dicen los miembros, un acuerdo para aumentar la cantidad de capital que los bancos requieren tener, entrará en vigor dentro de 8 años. Otras medidas que los reguladores esperaban que ayudaran a evitar futuras crisiscomo estándares de liquidez, una recarga de capital a los bancos más grandes y un mecanismo de resolución mundial para firmas en quiebra fueron pospuestas, permitiendo a los bancos evitar las reglas más duras que los obligarían a cambiar su manera de hacer negocios.
“Habrá cambios pero no cambios fundamentales en el modelo bancario”, dijo Sheila Bair, quien como presidenta de la Corporación Federal de Seguro de Depósitos de Estados Unidos forma parte del órgano encargado de tomar decisiones en la Comisión de Basilea. “Esperemos que haya cierta presión para que los bancos se vuelvan más pequeños y simples”.
Bair, de 56 años, es uno de los cinco representantes de Estados Unidos en el consejo directivo. Ha criticado a los banqueros por exagerar el efecto de las reglas planeadas en un intento de asustar al público y a los políticos. En una entrevista en junio, cuestionó si los reguladores pueden depender de los análisis del sector sobre el efecto de las propuestas para fortalecer las reglas de capital.
Los bancos llevaron a cabo una campaña de un año para combatir las reglas internacionales, argumentando que los esfuerzos por controlarlos afectarían los préstamos e impedirían la recuperación económica. La campaña de cabildeo estuvo encabezada por Institute of International Finance, que representa a más de 400 firmas financieras, máximo responsable ejecutivo de Deutsche Bank AG. Ackermann y otros miembros de IIF escribieron cientos de cartas a la Comisión de Basilea, se reunieron con reguladores y hablaron en foros desde Seúl hasta Washington.
En junio, el grupo publicó un informe que calculaba que las reglas de capital propuestas evitarían que se crearan 9,7 millones de empleos y reducirían el crecimiento económico mundial en 3,1%, cálculos que la Comisión de Basilea disputó más adelante.
Los bancos también contactaron a sus reguladores nacionales, argumentando que algunas de las reglas los pondrían en desventaja con respecto a los prestamistas de otros países. Esto ayudó a trazar las líneas de batalla dentro de la Comisión de Basilea, según la información obtenida de entrevistas con media docena de miembros que pidieron no ser identificados porque las deliberaciones no son públicas. Alemania, Francia y Japón encabezaron la campaña para relajar las reglas propuestas en diciembre del año pasado y ampliar su implementación.
Nueva York
Más de 500 representantes de 27 países, incluso reguladores y directores de bancos centrales, se reunieron docenas de veces este año para escribir 440 páginas de nueva reglas que regirán los bancos del mundo.
Lo que no figura en los documentos publicados por la Comisión de Basilea de Supervisión Bancaria, y los escapes que hay, podrían tener un mayor efecto sobre la operación de las instituciones financieras tras la crisis mundial de crédito que produjo pérdidas bancarias y reducciones valorativas por $1,8 billones.
El logro más significativo de la Comisión, dicen los miembros, un acuerdo para aumentar la cantidad de capital que los bancos requieren tener, entrará en vigor dentro de 8 años. Otras medidas que los reguladores esperaban que ayudaran a evitar futuras crisiscomo estándares de liquidez, una recarga de capital a los bancos más grandes y un mecanismo de resolución mundial para firmas en quiebra fueron pospuestas, permitiendo a los bancos evitar las reglas más duras que los obligarían a cambiar su manera de hacer negocios.
“Habrá cambios pero no cambios fundamentales en el modelo bancario”, dijo Sheila Bair, quien como presidenta de la Corporación Federal de Seguro de Depósitos de Estados Unidos forma parte del órgano encargado de tomar decisiones en la Comisión de Basilea. “Esperemos que haya cierta presión para que los bancos se vuelvan más pequeños y simples”.
Bair, de 56 años, es uno de los cinco representantes de Estados Unidos en el consejo directivo. Ha criticado a los banqueros por exagerar el efecto de las reglas planeadas en un intento de asustar al público y a los políticos. En una entrevista en junio, cuestionó si los reguladores pueden depender de los análisis del sector sobre el efecto de las propuestas para fortalecer las reglas de capital.
Los bancos llevaron a cabo una campaña de un año para combatir las reglas internacionales, argumentando que los esfuerzos por controlarlos afectarían los préstamos e impedirían la recuperación económica. La campaña de cabildeo estuvo encabezada por Institute of International Finance, que representa a más de 400 firmas financieras, máximo responsable ejecutivo de Deutsche Bank AG. Ackermann y otros miembros de IIF escribieron cientos de cartas a la Comisión de Basilea, se reunieron con reguladores y hablaron en foros desde Seúl hasta Washington.
En junio, el grupo publicó un informe que calculaba que las reglas de capital propuestas evitarían que se crearan 9,7 millones de empleos y reducirían el crecimiento económico mundial en 3,1%, cálculos que la Comisión de Basilea disputó más adelante.
Los bancos también contactaron a sus reguladores nacionales, argumentando que algunas de las reglas los pondrían en desventaja con respecto a los prestamistas de otros países. Esto ayudó a trazar las líneas de batalla dentro de la Comisión de Basilea, según la información obtenida de entrevistas con media docena de miembros que pidieron no ser identificados porque las deliberaciones no son públicas. Alemania, Francia y Japón encabezaron la campaña para relajar las reglas propuestas en diciembre del año pasado y ampliar su implementación.
Nueva York