"Bajar aranceles no es una decisión sencilla"
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Sábado 04 julio, 2009
Industriales solicitaron reducción como estrategia para ganar competitividad frente a China
“Bajar aranceles no es una decisión sencilla”
Compromisos con Centroamérica para homogeneizar un arancel externo común sería la principal traba
La filosofía de reducir los aranceles de las materias primas tiene una finalidad competitiva: que el precio final del bien no refleje un costo arancelario y de esa forma, reducir el precio final al consumidor.
El sector industrial solicitó al gobierno que reduzca los aranceles de las materias primas, para que el costo final de su producción sea más competitivo frente a la China, que tiene acceso a materias primas con un arancel menor.
Sobre los compromisos del país y las limitaciones u oportunidades, se consultó a Manuel González, abogado de la firma Facio & Cañas y especialista en comercio exterior.
¿Es válida una reducción arancelaria para mejorar la competitividad?
Habría que discutir primero las materias primas específicas sobre las cuales se estaría discutiendo. Con todo el respeto, no es una decisión sencilla como para decir que sí y ejecutarla.
Aunque los industriales tuvieran la razón, los mecanismos para cambiar no son tan sencillos.
¿Es una buena manera para competir?
Sinceramente creo que es un tema relacionado con la oposición a este acuerdo comercial. Aunque guardando las distancias, creo que estos temores también debieron surgir en la negociación de otros Tratados de Libre Comercio.
¿Cómo es el espacio legal?
En el caso específico de Costa Rica y de sus compromisos internacionales, las cosas cambian un poco. Hay que cumplir una serie de normas y beneficios, propios del escenario en el cual se da el comercio internacional.
¿Cómo cuáles?
El que se tiene con la Secretaría de Integración Económica Centroamericana (Sieca). En este marco se están armonizando los aranceles, para tener impuestos comunes. No se puede tomar esta decisión sin realizar un análisis y consultar para que una decisión individual, afecte el arancel externo común.
¿Es el arancel común indispensable?
Uno de los temas claves de la negociación con la región de la Unión Europea es afinar el arancel externo común.
Ellos no quieren hacer distinción entre países, nos ven como un mismo mercado.
Además, pretenden que ofrezcamos las mismas facilidades que ellos ofrecen como unión económica.
¿Qué opciones quedan bajo este marco?
Bajar o subir sería complicado, porque deberíamos hacerlo todos. Otra posibilidad sería que nos den un permiso para variar el arancel de materias primas específicas, para aplicar una política distinta. Si fuera al alza, creo que sería más sencillo porque supone una barrera; pero siendo a la baja, supone competitividad y ventajas a nuestra producción.
¿Y si Costa Rica estuviera aislada del Sieca?
Sería más sencillo variarlo. Sería viable porque como producto de las negociaciones de la ronda de Uruguay en 1994, los países hicimos lo que se llama la consolidación de los aranceles, el cual es un parámetro que permite suficiente flexibilidad como para realizar variantes.
¿Qué sucede cuando un país del Sieca tiene un TLC que los demás no tienen?
Los TLC son excepciones a la regla general. Los países tienen tres opciones para aplicar su política comercial, dentro de la cual va la arancelaria: circunscribirse en OMC, tomar decisiones unilaterales de apertura y la tercera son los TLC. Estos últimos norman la relación entre dos países, por eso estaría por encima del arancel común.
¿Y el tema hacendario?
Entre más se bajen los impuestos, menos se va a recaudar. Por eso es que la política hacendaria no es bien vista por los distintos ministros de Hacienda. Hay que valorar si precisamente el producto final de toda la cadena productiva genera más valor que lo que se deja de percibir en aduanas.
Daniel Chacón
dchacon@larepublica.net
“Bajar aranceles no es una decisión sencilla”
Compromisos con Centroamérica para homogeneizar un arancel externo común sería la principal traba
La filosofía de reducir los aranceles de las materias primas tiene una finalidad competitiva: que el precio final del bien no refleje un costo arancelario y de esa forma, reducir el precio final al consumidor.
El sector industrial solicitó al gobierno que reduzca los aranceles de las materias primas, para que el costo final de su producción sea más competitivo frente a la China, que tiene acceso a materias primas con un arancel menor.
Sobre los compromisos del país y las limitaciones u oportunidades, se consultó a Manuel González, abogado de la firma Facio & Cañas y especialista en comercio exterior.
¿Es válida una reducción arancelaria para mejorar la competitividad?Habría que discutir primero las materias primas específicas sobre las cuales se estaría discutiendo. Con todo el respeto, no es una decisión sencilla como para decir que sí y ejecutarla.
Aunque los industriales tuvieran la razón, los mecanismos para cambiar no son tan sencillos.
¿Es una buena manera para competir?
Sinceramente creo que es un tema relacionado con la oposición a este acuerdo comercial. Aunque guardando las distancias, creo que estos temores también debieron surgir en la negociación de otros Tratados de Libre Comercio.
¿Cómo es el espacio legal?
En el caso específico de Costa Rica y de sus compromisos internacionales, las cosas cambian un poco. Hay que cumplir una serie de normas y beneficios, propios del escenario en el cual se da el comercio internacional.
¿Cómo cuáles?
El que se tiene con la Secretaría de Integración Económica Centroamericana (Sieca). En este marco se están armonizando los aranceles, para tener impuestos comunes. No se puede tomar esta decisión sin realizar un análisis y consultar para que una decisión individual, afecte el arancel externo común.
¿Es el arancel común indispensable?
Uno de los temas claves de la negociación con la región de la Unión Europea es afinar el arancel externo común.
Ellos no quieren hacer distinción entre países, nos ven como un mismo mercado.
Además, pretenden que ofrezcamos las mismas facilidades que ellos ofrecen como unión económica.
¿Qué opciones quedan bajo este marco?
Bajar o subir sería complicado, porque deberíamos hacerlo todos. Otra posibilidad sería que nos den un permiso para variar el arancel de materias primas específicas, para aplicar una política distinta. Si fuera al alza, creo que sería más sencillo porque supone una barrera; pero siendo a la baja, supone competitividad y ventajas a nuestra producción.
¿Y si Costa Rica estuviera aislada del Sieca?
Sería más sencillo variarlo. Sería viable porque como producto de las negociaciones de la ronda de Uruguay en 1994, los países hicimos lo que se llama la consolidación de los aranceles, el cual es un parámetro que permite suficiente flexibilidad como para realizar variantes.
¿Qué sucede cuando un país del Sieca tiene un TLC que los demás no tienen?
Los TLC son excepciones a la regla general. Los países tienen tres opciones para aplicar su política comercial, dentro de la cual va la arancelaria: circunscribirse en OMC, tomar decisiones unilaterales de apertura y la tercera son los TLC. Estos últimos norman la relación entre dos países, por eso estaría por encima del arancel común.
¿Y el tema hacendario?
Entre más se bajen los impuestos, menos se va a recaudar. Por eso es que la política hacendaria no es bien vista por los distintos ministros de Hacienda. Hay que valorar si precisamente el producto final de toda la cadena productiva genera más valor que lo que se deja de percibir en aduanas.
Daniel Chacón
dchacon@larepublica.net