Ayuda para una tarea vital
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Sábado 20 septiembre, 2008
Buenas noticias en medio de la convulsión. Costa Rica podrá aprovechar, si lo hace bien, $35 millones no reembolsables que el Gobierno español decidió otorgarle para planes en beneficio del agua.
Del fondo de 1.500 millones de euros, creado por España para proyectos acuíferos en zonas marginales fuera del Area Metropolitana, nuestro país será uno de los primeros en beneficiarse y Puntarenas será la primera zona auxiliada con esos recursos ya que se utilizarán $18 millones para convertir a ese puerto en uno de los pioneros en el tratamiento de sus residuos líquidos, según lo informa una nota de LA REPUBLICA del viernes.
El resto de los fondos se utilizará para obras en zonas de Limón, Golfito y San Carlos, destinadas a eliminar contaminación y a la protección del recurso hídrico.
Lo relacionado con el cuidado del agua merece la mejor atención en todo el territorio nacional y no solo por parte del Gobierno. En este sentido, las entidades del Estado deberán, sin duda, asumir la responsabilidad que les corresponde y dar así el ejemplo, pero el sector privado no puede ignorar ni posponer su obligación de tener plantas de tratamiento de aguas servidas en todos sus establecimientos dedicados al turismo o a la industria y el comercio en general. Esta debería ser una práctica inmediata y paralela a cualquier estrategia de responsabilidad social.
En cuanto a los fondos no reembolsables que ahora podremos recibir de España para la protección del recurso hídrico, es de enorme importancia que sin demora, tal como se anunció, se presenten los planes para los diferentes proyectos ya que estos deberán ser aprobados por el Gobierno ibérico.
Pero además, deberemos vigilar que la realización de las obras garantice el mayor aprovechamiento posible de estos recursos económicos en trabajos que, al finalizarse, puedan ser catalogados como muy buenos y manejados con alto grado de eficiencia.
Una buena oportunidad para iniciar tareas que habrán de ser permanentes para prevenir crisis que pueden y deben evitarse en materia de disponibilidad de agua potable.