Assange polariza a EE.UU. y Ecuador
EFE | Sábado 18 agosto, 2012
Assange polariza a EE.UU. y Ecuador
El asilo concedido por Ecuador al fundador de WikiLeaks, Julian Assange, puede generar represalias de Washington tras la reciente normalización plena de la relación bilateral y ha vuelto a unir a Latinoamérica frente a EE.UU. y Europa, según indicaron el viernes varios analistas.
"Sin duda" habrá "represalias", ya que el Gobierno de EE.UU. "quiere castigar a Assange por haberlo avergonzado" con la divulgación de cientos de miles de documentos secretos y "Ecuador se ha interpuesto en su camino", comentó a Efe Mark Weisbrot, codirector del Centro para la Investigación Económica y Política (CEPR).
Según Weisbrot, los medios de comunicación "se han puesto del lado del Gobierno de Estados Unidos y han estado muy en contra de WikiLeaks y de Assange".
Por ello, este analista vaticinó que el Congreso estadounidense, donde sobre todo los republicanos han cuestionado en los últimos meses la situación de la libertad de prensa en Ecuador y los lazos de Quito con Irán, se sumará a las posibles represalias contra el país suramericano.
Para Michael Shifter, presidente del centro de estudios independiente Diálogo Interamericano, es probable que el ya "débil apoyo" a Ecuador en el Congreso de EE.UU. disminuya aún más a raíz de su decisión de dar asilo a Assange, refugiado en su embajada en Londres desde el 19 de junio para evitar ser extraditado a Suecia.
No obstante, esa decisión no afectará a la renovación del programa de preferencias arancelarias que EE.UU. concede a Ecuador, según indicó Shifter al diario Los Angeles Times.
La concesión del asilo de Assange se suma a otros "indicios", como los "vínculos más estrechos" con Irán, que evidencian que al presidente de Ecuador, Rafael Correa, "no le preocupan las buenas relaciones con Estados Unidos ni la renovación de las preferencias arancelarias", argumentó Johnson.
Desde que Correa asumió la Presidencia las relaciones entre EE.UU. y Ecuador "han ido cuesta abajo" y "el camino hacia delante está lleno de baches", pronosticó por su parte Johnson.
Las relaciones bilaterales plenas se restablecieron este año después de que en abril de 2011 ambos países retiraran a sus respectivos embajadores a raíz de una disputa por un cable divulgado por WikiLeaks sobre supuesta corrupción en la Policía ecuatoriana.
Con independencia de cómo afecte el asilo a Assange a la relación entre EE.UU. y Ecuador, el caso ha vuelto a unir a Latinoamérica en contra de Estados Unidos y de Europa, según Peter Hakim, presidente emérito del Diálogo Interamericano.
Los cancilleres de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) se reunirán el domingo en Guayaquil para analizar el caso y la Organización de Estados Americanos (OEA) decidó el viernes si convoca un encuentro de sus ministros de Exteriores para la próxima semana en Washington con el mismo propósito.
"Lo interesante es que la Unasur es la que está empujando la agenda de la OEA" y se ha creado en Latinoamérica "una noción de solidaridad importante" contra EE.UU. y Europa, dijo Hakim.
A su juicio, en este caso esa solidaridad viene motivada no tanto por la decisión del asilo, sino por la denuncia de Ecuador de que el Gobierno británico amenazó con entrar en su embajada en Londres para arrestar a Assange.
Como recordó Hakim, otro ejemplo reciente de ese "vamos a estar juntos" de los latinoamericanos ha sido el apoyo a Argentina en su disputa con el Reino Unido por la soberanía de las islas Malvinas.
"Sin duda" habrá "represalias", ya que el Gobierno de EE.UU. "quiere castigar a Assange por haberlo avergonzado" con la divulgación de cientos de miles de documentos secretos y "Ecuador se ha interpuesto en su camino", comentó a Efe Mark Weisbrot, codirector del Centro para la Investigación Económica y Política (CEPR).
Según Weisbrot, los medios de comunicación "se han puesto del lado del Gobierno de Estados Unidos y han estado muy en contra de WikiLeaks y de Assange".
Por ello, este analista vaticinó que el Congreso estadounidense, donde sobre todo los republicanos han cuestionado en los últimos meses la situación de la libertad de prensa en Ecuador y los lazos de Quito con Irán, se sumará a las posibles represalias contra el país suramericano.
Para Michael Shifter, presidente del centro de estudios independiente Diálogo Interamericano, es probable que el ya "débil apoyo" a Ecuador en el Congreso de EE.UU. disminuya aún más a raíz de su decisión de dar asilo a Assange, refugiado en su embajada en Londres desde el 19 de junio para evitar ser extraditado a Suecia.
No obstante, esa decisión no afectará a la renovación del programa de preferencias arancelarias que EE.UU. concede a Ecuador, según indicó Shifter al diario Los Angeles Times.
La concesión del asilo de Assange se suma a otros "indicios", como los "vínculos más estrechos" con Irán, que evidencian que al presidente de Ecuador, Rafael Correa, "no le preocupan las buenas relaciones con Estados Unidos ni la renovación de las preferencias arancelarias", argumentó Johnson.
Desde que Correa asumió la Presidencia las relaciones entre EE.UU. y Ecuador "han ido cuesta abajo" y "el camino hacia delante está lleno de baches", pronosticó por su parte Johnson.
Las relaciones bilaterales plenas se restablecieron este año después de que en abril de 2011 ambos países retiraran a sus respectivos embajadores a raíz de una disputa por un cable divulgado por WikiLeaks sobre supuesta corrupción en la Policía ecuatoriana.
Con independencia de cómo afecte el asilo a Assange a la relación entre EE.UU. y Ecuador, el caso ha vuelto a unir a Latinoamérica en contra de Estados Unidos y de Europa, según Peter Hakim, presidente emérito del Diálogo Interamericano.
Los cancilleres de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) se reunirán el domingo en Guayaquil para analizar el caso y la Organización de Estados Americanos (OEA) decidó el viernes si convoca un encuentro de sus ministros de Exteriores para la próxima semana en Washington con el mismo propósito.
"Lo interesante es que la Unasur es la que está empujando la agenda de la OEA" y se ha creado en Latinoamérica "una noción de solidaridad importante" contra EE.UU. y Europa, dijo Hakim.
A su juicio, en este caso esa solidaridad viene motivada no tanto por la decisión del asilo, sino por la denuncia de Ecuador de que el Gobierno británico amenazó con entrar en su embajada en Londres para arrestar a Assange.
Como recordó Hakim, otro ejemplo reciente de ese "vamos a estar juntos" de los latinoamericanos ha sido el apoyo a Argentina en su disputa con el Reino Unido por la soberanía de las islas Malvinas.