800 metros cuadrados de espacio aproximadamente ocupan las nuevas exposiciones que abrió ayer el MADC

ARTE

Arte para todos los gustos

Museo de Arte y Diseño Contemporáneo abrió ayer tres exposiciones de dos artistas nacionales, uno guatemalteco y ocho españoles

El talento de artistas costarricenses, un guatemalteco y algunos españoles está llenando de color y arte 800 metros cuadrados de espacio en el Museo de Arte y Diseño Contemporáneo.

Ese recinto abrió ayer tres exposiciones, las cuales estarán a la vista del público hasta octubre y noviembre.
Se trata de las muestras “Chunches”, del chapín Benvenuto Chavajay, “GAUR” de un grupo español, y “CaSO 4” del colectivo costarricense Materia Primera.
La primera muestra se ubica en la Sala 1 y se hace énfasis en elementos, situaciones u objetos que han sido olvidados por las personas o ya no tienen sentido.
La idea del artista es retomarlas, transportarlas al escenario del arte y presentarlas ante el público en diversas técnicas, performance, fotografía, objetos, esculturas e instalaciones.
“Uso objetos olvidados, cosas tiradas, lo que hago es agarrarlas, ponerlas en el escenario, para que hablen. Son como 40 obras y es una revisión de casi diez años de trabajo”, comentó Chavajay.
La segunda exhibición se titula “GAUR”, que quiere decir “hoy” en euskera, la lengua que se habla en el País Vasco, en el norte de España.
En ella se pueden observar creaciones de ocho artistas españoles de todo tipo de disciplinas, las cuales utilizan el video como soporte, para poder ser mostradas.
Es decir, no todos los participantes son videoartistas, sino que son creadores “multidisciplinarios que utilizan el formato de video para pasar los contenidos de otras disciplinas, ya sea escultura, performance, documental, videoclip, video de creación”, explicó Juan Aizpitarte, uno de los participantes.
El colectivo nacional Materia Primera, integrado por los artistas Adrián Flores y José Pablo Ureña, por su parte, abrió la muestra “CaSO 4” en la Sala 1.1.
Dicha exhibición está compuesta por una instalación, y ahonda en el estudio de la material y cómo reacciona esta cuando entra en contacto con diversos agentes.
Así consta de un tanque que fue colocado en el techo del museo, que recoge el agua de lluvia, y por medio de una tubería se lleva hasta el interior del inmueble, para que gotee sobre un montículo de yeso.
“La idea es reflexionar un poco sobre la relación de lo exterior y el interior, y aprovechando el material que el yeso se ha vuelto parte importante de la obra, generamos ejercicios en el que el agua y el yeso estén interactuando, y de alguna forma simulen algunos procesos físicos”, explicó Ureña.
Las dos primeras exposiciones estarán abiertas hasta el 13 de noviembre; la última hasta el 17 de octubre.

Carolina Barrantes
cbarrantes@larepublica.net
@cbarrantesLR