Arias cierra año entre críticas y elogios
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Lunes 31 diciembre, 2007
Principales esfuerzos de la administración se abocaron al sector social
Arias cierra año entre críticas y elogios
• Pese a logros económicos y sociales, diversos sectores reclaman al mandatario “su falta de voluntad para conversar”
• Discusión del Cafta y campaña para el referéndum acaparó la atención del Gobierno la mayor parte del año
Carlos Jesús Mora
cmorah@larepublica.net
Como cualquier costarricense, el presidente de la República, Oscar Arias, posiblemente tome parte del tiempo en estos últimos días del año para realizar una mirada introspectiva sobre sus logros personales, las metas alcanzadas y las promesas cumplidas y dejadas de cumplir.
En esta revisión el gobernante encontrará que durante 2007 se mejoraron algunas cifras que atentaban contra el desarrollo social del país, y se superaron varios índices económicos producto de una mejor recaudación de impuestos, aunque en el camino también se produjeron críticas a su gestión.
La agenda nacional se abocó la mayor parte del tiempo a la discusión del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos (Cafta) antes de junio, y posterior a este mes, en la campaña a favor del acuerdo comercial para el referéndum.
En el área social, entre los logros más significativos que destacan en el año, se encuentra la reducción de la pobreza de un 20,2% a un 16,7%.
De igual forma en el campo económico surge la disminución del déficit fiscal –el cual podría quedar en un 1,2% del Producto Interno Bruto– y la disminución de la tasa de desempleo de un 6,2% a un 4,6%.
Estos logros si bien son positivos, no son suficientes para los críticos del gobernante.
“Ha sido un año con muchas mejoras en el campo social y económico; sin embargo, no se atendieron muchos problemas que afectan a toda la población sin importar clases sociales, como lo son la delincuencia y el crimen organizado”, adujo Allan Rapso, analista.
Actualmente la inseguridad ciudadana es una de las problemáticas que más aquejan a la sociedad costarricense.
Así ha quedado demostrado en los recientes estudios de opinión de varias firmas encuestadoras, y no es para menos, pues en los últimos 17 años la tasa de homicidios ha aumentado en un 17% y los hurtos a la propiedad privada en un 130%.
“Estas cifras deben trazarle la ruta al Gobierno para estos dos años y medio que restan de administración, pues se necesitan mejores programas y políticas que combatan ese flagelo; la atención se ha centrado a lo económico y social, dejando de lado la seguridad”, agregó Rapso.
Diversos sectores políticos en el país coinciden con Rapso y aseguran que no ha habido un interés del Ejecutivo por abordarlos.
“El manejo político, el diálogo, la consulta con los diversos actores no ha sido la mejor, a pesar de que tenemos muchas inquietudes y sugerencias para ahondar temas como la seguridad ciudadana”, dijo Luis Fishman, presidente del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC).
Además del PUSC, el resto de las agrupaciones políticas en el país con representación en el Congreso, reclaman al mandatario “su poca voluntad para dialogar”.
“En Casa Presidencial solo vamos cuando las cosas ya están tensas y ocupan de nuestros votos en el Plenario, y no es don Oscar quien nos atiende precisamente”, afirmó Otto Guevara, líder del Movimiento Libertario.
Arias cierra año entre críticas y elogios
• Pese a logros económicos y sociales, diversos sectores reclaman al mandatario “su falta de voluntad para conversar”
• Discusión del Cafta y campaña para el referéndum acaparó la atención del Gobierno la mayor parte del año
Carlos Jesús Mora
cmorah@larepublica.net
Como cualquier costarricense, el presidente de la República, Oscar Arias, posiblemente tome parte del tiempo en estos últimos días del año para realizar una mirada introspectiva sobre sus logros personales, las metas alcanzadas y las promesas cumplidas y dejadas de cumplir.
En esta revisión el gobernante encontrará que durante 2007 se mejoraron algunas cifras que atentaban contra el desarrollo social del país, y se superaron varios índices económicos producto de una mejor recaudación de impuestos, aunque en el camino también se produjeron críticas a su gestión.
La agenda nacional se abocó la mayor parte del tiempo a la discusión del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos (Cafta) antes de junio, y posterior a este mes, en la campaña a favor del acuerdo comercial para el referéndum.
En el área social, entre los logros más significativos que destacan en el año, se encuentra la reducción de la pobreza de un 20,2% a un 16,7%.
De igual forma en el campo económico surge la disminución del déficit fiscal –el cual podría quedar en un 1,2% del Producto Interno Bruto– y la disminución de la tasa de desempleo de un 6,2% a un 4,6%.
Estos logros si bien son positivos, no son suficientes para los críticos del gobernante.
“Ha sido un año con muchas mejoras en el campo social y económico; sin embargo, no se atendieron muchos problemas que afectan a toda la población sin importar clases sociales, como lo son la delincuencia y el crimen organizado”, adujo Allan Rapso, analista.
Actualmente la inseguridad ciudadana es una de las problemáticas que más aquejan a la sociedad costarricense.
Así ha quedado demostrado en los recientes estudios de opinión de varias firmas encuestadoras, y no es para menos, pues en los últimos 17 años la tasa de homicidios ha aumentado en un 17% y los hurtos a la propiedad privada en un 130%.
“Estas cifras deben trazarle la ruta al Gobierno para estos dos años y medio que restan de administración, pues se necesitan mejores programas y políticas que combatan ese flagelo; la atención se ha centrado a lo económico y social, dejando de lado la seguridad”, agregó Rapso.
Diversos sectores políticos en el país coinciden con Rapso y aseguran que no ha habido un interés del Ejecutivo por abordarlos.
“El manejo político, el diálogo, la consulta con los diversos actores no ha sido la mejor, a pesar de que tenemos muchas inquietudes y sugerencias para ahondar temas como la seguridad ciudadana”, dijo Luis Fishman, presidente del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC).
Además del PUSC, el resto de las agrupaciones políticas en el país con representación en el Congreso, reclaman al mandatario “su poca voluntad para dialogar”.
“En Casa Presidencial solo vamos cuando las cosas ya están tensas y ocupan de nuestros votos en el Plenario, y no es don Oscar quien nos atiende precisamente”, afirmó Otto Guevara, líder del Movimiento Libertario.