Aprovechemos la experiencia de AL - INVEST
| Viernes 09 agosto, 2013
Tenemos gente capaz, pero necesita el empujón que la introduzca de lleno y acertadamente en las nuevas formas de comerciar. Necesita voluntad política para ello
Aprovechemos la experiencia de AL - INVEST
Como país hemos sido capaces de aprovechar al máximo el programa de la Unión Europea llamado AL - INVEST, para apoyo a las pymes de Latinoamérica.
De hecho, Costa Rica es el país que mejor aprovechó hasta el momento ese programa en la región centroamericana, beneficiándose muchas exportadoras, de acuerdo con lo afirmado por Mónica Segnini, presidenta de Cadexco, en una nota de este medio publicada ayer.
Más de 650 empresas de varios sectores exportadores aumentaron ya su mercado gracias a este plan, que les aportó posibilidad de internacionalizarse mediante reuniones de negocios, capacitación para empaque de sus productos, gestión empresarial y acceso a nuevos puntos de venta entre otros tipos de asistencia técnica.
Para esos logros AL – INVEST dispuso para Costa Rica de un monto máximo de 2,4 millones de euros, de los cuales ya se han utilizado 1,2 millones.
Esto nos demuestra cómo con inversiones razonables y a nuestro alcance, bien administradas, se podría haber preparado oportunamente a las pymes del país para que estuvieran en condiciones de aprovechar la apertura comercial.
No obstante, eso no se hizo y tampoco logró avanzar en ese sentido el país con la creación del Sistema de Banca para el Desarrollo.
Que el programa AL – INVEST continúe luego de esta primera experiencia, dependerá únicamente de una decisión de la UE. Pero, más allá de eso, Costa Rica sí puede continuarlo, utilizando la misma estrategia, diseño y gestión que ejecutaron los europeos y que tan buenos resultados dieron.
AL- INVEST es un programa creado en 1993 por la Unión Europea como plan de apoyo a las pequeñas y medianas empresas latinoamericanas a fin de que pudieran internacionalizarse, un plan ganar - ganar para europeos y latinoamericanos.
Este programa es una clara demostración de cómo se puede capacitar a quienes lo necesitan en los diversos sectores productivos, para que puedan competir exitosamente en el mundo actual.
El que algunas de las pymes hayan aprovechado tan bien el programa del que hoy hablamos, nos dice que tenemos gente capaz, pero que necesita el empujón que la introduzca de lleno en las nuevas formas de comerciar. Necesita voluntad política para ello.