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Antecedentes no valen

Luis Fernado Rojas lrojas@larepublica.net | Jueves 25 septiembre, 2008




Antecedentes no valen

Liguistas y morados deben fortalecer lo mental antes del clásico, opinan expertos

Luis Rojas
lrojas@larepublica.net

Uno acaba de ser vapuleado inmisericordemente en México, el otro carga sobre sus hombros 19 juegos de no ganarle a su archirrival, el asunto es que Saprissa y Alajuela llegan al clásico del próximo sábado con broncas que definir y una nueva historia que contar.
Pero qué puede pesar más en el clásico, ¿el ánimo golpeado de los morados o la racha que ya se torna desesperante de los manudos por vencer a los morados?
German Retana, gestor de desarrollo integral, del INCAE, se aferra a la teoría de que un clásico siempre es un partido diferente, en el cual los antecedentes no cuentan.
“Es un campeonato aparte y por más que se diga que para este partido puede influir una u otra circunstancia, la cierto es que la madurez de los jugadores les permite ver este juego como una historia nueva, que dependerá de lo que pongan en ese momento”.
Aunque Retana insiste en que un clásico borra cualquier mal desempeño anterior, lo cierto es que sí puede agudizar una crisis en un equipo dependiendo del resultado, lo que a su vez es un motivo de presión, sobre todo para los entrenadores, antes del juego.
Para Gabriel Rodríguez, licenciado de sicología de la Unibe, aparte de lo netamente físico deportivo están la preparación mental y la visualización que tengan los jugadores de cara al partido.
“Se trata de un trabajo mental que pasa por el repaso; en el caso de Saprissa, que tiendan a corregir situaciones que no se vienen haciendo bien y, en el de la Liga, enfocado al debate grupal de que si bien no se ha podido triunfar ante este rival, eso no implica que no se pueda hacer ni que eso tenga que hacer peso en esta nueva situación”.
Según Rodríguez cada
equipo, cuerpo técnico y jugador manejan esta situación de la manera más conveniente para el grupo y al final el resultado se tiene que ver en cada jugador y su aporte a la causa colectiva.
“Al final de cuentas es cada jugador en la cancha quien tiene la última palabra y quien tendrá o no la capacidad absoluta para levantarse de situaciones difíciles y concretar éxitos importantes”.
Rodríguez piensa que todo esto se trata de un trabajo integral en el que se deben tomar en cuenta las exigencias individuales y grupales en que se pueden realizar muchas actividades para manejar situaciones como el temor al fracaso, el estrés y la ansiedad, que se dan antes de un clásico como este.
El sicólogo detalló que el papel que juega en esto la prensa es también importante en cuanto al ambiente que se cree en torno al partido y en recalcar aspectos positivos o negativos, buenos o malos momentos que son parte de ese mismo clásico que forma un solo paquete entre prensa, equipos, jugadores y aficionados.
Lo cierto es que ya en la calle el clásico calienta. Manudos dicen que se van a aprovechar del mal momento saprissista, y morados aseguran que quien va a pagar los platos rotos será la Liga. Un nuevo clásico se avecina, uno más para las estadísticas, pero en el corazón de los de hueso morado o sangre rojinegra, 90 minutos de pasión.






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