América muestra mejores relaciones
| Lunes 20 abril, 2009
Gobernantes destacan franqueza y cordialidad en cita
América muestra mejores relaciones
• No inclusión de Cuba en la OEA y quejas por políticas económicas impidieron que se lograra una declaración por unanimidad
Puerto España
La Quinta Cumbre de las Américas puso de manifiesto el acuerdo para empezar una nueva era en las relaciones entre América Latina y Estados Unidos (EE.UU.) pese a que la declaración final no logró la unanimidad de los 34 líderes participantes.
La cumbre, que concluyó ayer, tuvo el calificativo de "histórica" porque ha marcado un punto de inflexión en las relaciones entre EE.UU. y América Latina, gracias a los buenos augurios llevados hasta Trinidad y Tobago por el nuevo presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
Al término de la cumbre, el presidente de México, Felipe Calderón, aclaró que la declaración se aprobó por consenso, no por unanimidad, al destacar que lo más importante fue el espíritu de franqueza.
"No habíamos asistido a una cumbre con tal nivel de franqueza y cordialidad. Existe un convencimiento general de que están puestas las bases para relanzar una nueva etapa, con más cooperación y entendimiento recíproco", señaló.
Tras calificar la cumbre de "histórica", por "el aliento, el espíritu constructivo, el diálogo, la visión de entendimiento y por la comprensión común", auguró "mejores días para el continente americano" tras una historia "marcada por desencuentros".
Todos los mandatarios, incluidos los máximos detractores del anterior inquilino de la Casa Blanca, George W. Bush, coincidieron señalar ese hecho.
Los integrantes de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), Venezuela, Cuba, Bolivia, Nicaragua, Dominica y Honduras, habían anunciado antes de acudir a la cita su intención de no firmar la declaración final, en protesta por la ausencia de Cuba y por discrepar sobre las recomendaciones para afrontar la actual crisis económica y financiera global.
El presidente hondureño, Manuel Zelaya, también restó importancia a que no se alcanzara la unanimidad porque "la firma no es exactamente lo más importante, sino el diálogo que se establece".
Zelaya y sus colegas de El Salvador, Elías Antonio Saca, y de Guatemala, Álvaro Colom, coincidieron en señalar que el presidente de EE.UU. se mostró dispuesto a analizar una reforma migratoria, como le pidieron durante la reunión que mantuvo hoy con sus homólogos de Centroamérica.
El nicaragüense Daniel Ortega fue el más crítico y mantuvo sus reservas, aún así disculpó a Obama: "es el presidente de un imperio que tiene sus reglas, él no puede cambiarlas", dijo.
Venezuela, Brasil, Bolivia y Nicaragua fueron algunos de los países que expresaron reservas a la declaración por motivos relacionados con la crisis financiera y políticas energéticas, pero sobre todo porque Cuba no forma parte de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Los temas clave de la discusión durante la cumbre fueron la necesidad de capitalizar el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), afrontar la crisis global con otras herramientas y ver la forma de hacer regresar a Cuba al seno de la OEA, así como mejorar la situación en Haití, dijo el primer ministro de Trinidad y Tobago, Patrick Manning.
Calderón aclaró que "se han tomado medidas dirigidas a afrontar retos derivados de la crisis económica, el cambio climático, la cooperación energética y el desarrollo, interacción en materia de seguridad pública y gobernabilidad".
"El bienestar social es la máxima prioridad de todos", matizó el presidente mexicano.
En cuanto a la seguridad, Calderón dijo que todos los líderes coincidieron "en la problemática del crimen organizado" y decidieron "enfrentarlo de forma común" mediante una estrategia internacional.
Por último, todos los líderes abogaron por una rápida capitalización del BID para "garantizar el acceso al crédito" en tiempos de crisis.
América muestra mejores relaciones
• No inclusión de Cuba en la OEA y quejas por políticas económicas impidieron que se lograra una declaración por unanimidad
Puerto España
La Quinta Cumbre de las Américas puso de manifiesto el acuerdo para empezar una nueva era en las relaciones entre América Latina y Estados Unidos (EE.UU.) pese a que la declaración final no logró la unanimidad de los 34 líderes participantes.
La cumbre, que concluyó ayer, tuvo el calificativo de "histórica" porque ha marcado un punto de inflexión en las relaciones entre EE.UU. y América Latina, gracias a los buenos augurios llevados hasta Trinidad y Tobago por el nuevo presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
Al término de la cumbre, el presidente de México, Felipe Calderón, aclaró que la declaración se aprobó por consenso, no por unanimidad, al destacar que lo más importante fue el espíritu de franqueza.
"No habíamos asistido a una cumbre con tal nivel de franqueza y cordialidad. Existe un convencimiento general de que están puestas las bases para relanzar una nueva etapa, con más cooperación y entendimiento recíproco", señaló.
Tras calificar la cumbre de "histórica", por "el aliento, el espíritu constructivo, el diálogo, la visión de entendimiento y por la comprensión común", auguró "mejores días para el continente americano" tras una historia "marcada por desencuentros".
Todos los mandatarios, incluidos los máximos detractores del anterior inquilino de la Casa Blanca, George W. Bush, coincidieron señalar ese hecho.
Los integrantes de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), Venezuela, Cuba, Bolivia, Nicaragua, Dominica y Honduras, habían anunciado antes de acudir a la cita su intención de no firmar la declaración final, en protesta por la ausencia de Cuba y por discrepar sobre las recomendaciones para afrontar la actual crisis económica y financiera global.
El presidente hondureño, Manuel Zelaya, también restó importancia a que no se alcanzara la unanimidad porque "la firma no es exactamente lo más importante, sino el diálogo que se establece".
Zelaya y sus colegas de El Salvador, Elías Antonio Saca, y de Guatemala, Álvaro Colom, coincidieron en señalar que el presidente de EE.UU. se mostró dispuesto a analizar una reforma migratoria, como le pidieron durante la reunión que mantuvo hoy con sus homólogos de Centroamérica.
El nicaragüense Daniel Ortega fue el más crítico y mantuvo sus reservas, aún así disculpó a Obama: "es el presidente de un imperio que tiene sus reglas, él no puede cambiarlas", dijo.
Venezuela, Brasil, Bolivia y Nicaragua fueron algunos de los países que expresaron reservas a la declaración por motivos relacionados con la crisis financiera y políticas energéticas, pero sobre todo porque Cuba no forma parte de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Los temas clave de la discusión durante la cumbre fueron la necesidad de capitalizar el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), afrontar la crisis global con otras herramientas y ver la forma de hacer regresar a Cuba al seno de la OEA, así como mejorar la situación en Haití, dijo el primer ministro de Trinidad y Tobago, Patrick Manning.
Calderón aclaró que "se han tomado medidas dirigidas a afrontar retos derivados de la crisis económica, el cambio climático, la cooperación energética y el desarrollo, interacción en materia de seguridad pública y gobernabilidad".
"El bienestar social es la máxima prioridad de todos", matizó el presidente mexicano.
En cuanto a la seguridad, Calderón dijo que todos los líderes coincidieron "en la problemática del crimen organizado" y decidieron "enfrentarlo de forma común" mediante una estrategia internacional.
Por último, todos los líderes abogaron por una rápida capitalización del BID para "garantizar el acceso al crédito" en tiempos de crisis.