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¡Amenaza a los colosos!

Redacción La República redaccion@larepublica.net | Lunes 31 enero, 2011




¡Amenaza a los colosos!
El simpático y admirado “Nole” dejó de ser un segundón y saltó a la fama

El serbio Novak Djokovic conquistó el Abierto de Australia, ensanchó su cosecha de Grand Slam y se convirtió en el abanderado del nuevo orden que amenaza el tenis mundial, obcecado en apresurar el fin del absolutismo que comparten Roger Federer y Rafael Nadal.
Djokovic amarró su segundo “grande” en Melbourne Park. Un lugar talismán para el serbio, que logró repetir, después de conquistarlo en 2008 ante el francés Jo Wilfried Tsonga. Ahora ya forma parte de la relación de triunfadores con más de un “grande”. Una página más para un jugador que pretende hacer historia en el mundo de la raqueta.
Djokovic hace uso de sus habilidades dentro de la pista. Y le ha ido bien a este políglota que domina el serbio, el alemán, el italiano y el inglés y ha hecho notables progresos en español, que encabeza la revolución por el orden establecido en el circuito.
La alternativa ya está aquí. Con 19 títulos en la mochila, dos del Grand Slam, el número tres del mundo dejó atrás el talante derrotista, de segundón, que durante una época le acosó. Cayó en las finales del Abierto de Estados Unidos 2007 y 2010, superado por los dos que le preceden en el ránking.
El emblema serbio, que lideró hace un mes el histórico triunfo de su país en la Copa Davis, dejó atrás la estela de los dos dominadores. Es la primera vez desde 2008, cuando ganó por primera vez, que ni Federer ni Nadal estaban en la batalla del triunfo.
Así es “Nole” Djokovic, cuyos padres Srdjan y Dijana regentan una pizzería y un restaurante en una montaña de Serbia durante los últimos 15 años. Novak pudo ser esquiador como lo fueron de forma profesional su progenitor y sus tíos, o futbolista como lo fue también su padre, pero eligió el tenis a una temprana edad, y ahí se acabaron los deseos de Srdjan.
Criado tenísticamente en la academia de Niki Pilic en Munich, donde empezó con 12 años y donde permaneció durante dos temporadas, Djokovic enseguida comenzó a despuntar sobre sus compañeros destacándose como un gran jugador situación que rápido demostró al convertirse en el tenista más joven que alcanza las cuatro semifinales del Grand Slam, con un poco más de 20 años.
Dotado de una gran gama de golpes, con revés a dos manos, capaz de pegar plano, liftar y sacar a 200 kilómetros por hora con regularidad, su juego le ha llevado a ganar diecinueve títulos en su carrera, y a disputar ya cuatro finales del Grand Slam.
Unos problemas respiratorios, causados por una desviación de tabique nasal, le hicieron pasar por el quirófano a finales de 2006. Djokovic tuvo que acostumbrarse a controlar su respiración en la pista y a no hacerlo por la boca, y este trabajo le desgastaba en los partidos, como por ejemplo en los cuartos de final de Roland Garros de 2006 contra Nadal, en los que se retiró tras perder los dos primeros sets.
Acompañado por el técnico y ex jugador eslovaco Marian Vajda, desde junio de 2006, Djokovic se ha hecho famoso por sus imitaciones de otros jugadores, es un hombre extrovertido, al que le gusta el espectáculo, aunque sea en la propia pista. En esta ocasión lo dio en la Rod Laver.

Santiago Aparicio
Analista EFE






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