Algo más que medidas cortoplacistas
Pareciera que finalmente el tren a Heredia vendrá a alivianar, en cierta medida, el injustificado desorden del tráfico vehicular en San José
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Viernes 17 julio, 2009
Finalmente pareciera que la próxima semana podría concluir la larga espera —entre obstáculos, demoras y una demanda— para que el tren a Heredia pueda funcionar aliviando, en alguna medida, el serio problema que sufre San José en relación con el servicio colectivo de transporte público y el caos de la circulación vehicular. El último obstáculo que había encontrado en su camino el tren era la demanda presentada por el propietario de un taller ubicado en el recorrido del ferrocarril, pero los estudios realizados para analizar el verdadero riesgo exoneraron de responsabilidad al Incofer por los trabajos realizados en la vía del tren. Es lamentable que así como este, no se aborden y solucionen otros múltiples problemas que, en conjunto, son los que ocasionan el congestionamiento y total desorden en las calles de la ciudad capital. Inexplicable e injustificadamente se han puesto el interés y el énfasis únicamente en restablecer la restricción vehicular, como si esto no fuera más que una medida cortoplacista, totalmente insuficiente y que de ningún modo puede tapar la inaceptable falta de estudio y medidas para solucionar de verdad los problemas del tránsito por la ciudad. Calles y avenidas marcadas con amarillo como indicativo de “prohibido estacionar”, llenas completamente de vehículos de uno y otro lado, cual si fueran parqueos privados en lugar de calles públicas, reducen esas vías a la mitad de su ancho (siendo ya de por sí muy angostas). Taxis estacionados en cualquier parte y deteniéndose en medio de cualquier vía por tiempo indefinido para que suban o bajen pasajeros mientras aumenta la congestión de vehículos detrás de ellos. Situaciones estas y muchas otras, que no solo son la razón del caos y los atascamientos, sino que, al producir innecesarios retrasos en toda la circulación obligan a los automotores a consumir mucho más combustible. Los costarricenses, víctimas cotidianas de la falta de medidas para ordenar el tránsito en la ciudad, requieren medidas integrales, no solo de parchecitos temporales como la restricción vehicular, medidas que denoten algo más que la ley del menor esfuerzo.