Alan García ante crisis por choques con indígenas
| Martes 09 junio, 2009
Enfrentamientos entre policías y nativos dejan 35 muertos
Alan García ante crisis por choques con indígenas
Gobierno asegura que Perú es víctima de una conspiración internacional
Lima
AFP
Alan García, presidente peruano, enfrenta su peor crisis en casi tres años de Gobierno, a raíz de choques de Policía e indígenas de la selva peruana el fin de semana que dejaron 35 muertos y que evidenciaron fallas estratégicas y políticas, según analistas.
La consecuencia inmediata de esta crisis es que el gobierno ha caído en el descrédito y ha perdido legitimidad, pero se aferra al argumento de que Perú es víctima de una conspiración internacional, lo que es calificado de “absurdo” y “disparatado” por expertos consultados por AFP.
“Es la peor crisis del gobierno de García. No se evaluaron adecuadamente los riesgos y consecuencias de un enfrentamiento con los nativos; se actuó de manera muy poco pensada y muy poco analizada”, estimó el sociólogo Eduardo Toche, del Centro de Promoción del Desarrollo.
Los graves incidentes en la región amazónica tendrán “un costo político que será muy alto y debe desembocar en la renuncia del gabinete ministerial que dirige el premier Yehude Simon, cuya gestión tiene ahora una legitimidad casi nula”, dijo el analista Carlos Reyna, opinión compartida por Toche y por varios líderes de la oposición.
Toche hizo notar que en el frente externo el gobierno deberá enfrentar “un enorme descrédito porque el tema indígena es muy sensible en las Naciones Unidas y otros organismos internacionales”.
Fundamentó su apreciación en que el gobierno ha pasado por encima de normas internacionales como el convenio 169 de la OIT, aceptado por Perú, que establece la previa consulta a las naciones nativas para el ingreso a sus territorios a fin de extraer recursos naturales.
“El gobierno no se dio cuenta del enorme conglomerado de las organizaciones indígenas donde es fácil que uno de esos grupos se radicalice, tome autonomía y ocurra lo que ocurrió”, puntualizó.
Temor
La toma por parte de indígenas de una carretera y de campos petroleros en la Amazonía peruana generó temores de nuevos focos de violencia tras los choques del fin de semana entre nativos y policías que dejaron 35 muertos, un hecho que comienza a pasarle factura al gobierno del presidente Alan García
La carretera que une Yurimaguas y Tarapoto (900 km al norte de Lima) sigue tomada por unos 3.000 nativos desde hace 34 días y se ha convertido en el centro de atención por la posibilidad de que se repita la violencia que el viernes pasado se produjo en la selvática Bagua.
Ayer la policía y líderes de indígenas negociaban un desalojo pacífico de esta ruta, estratégica porque por allí sale parte del crudo que se produce en la selva peruana.
La recuperación a sangre y fuego por parte de la policía el viernes de la carretera en Bagua -seguida por protestas y la retención como rehenes de 38 policías en una estación petrolera- dejó 24 uniformados muertos y 11 indígenas, cifra que podría incrementarse.
Alan García ante crisis por choques con indígenas
Gobierno asegura que Perú es víctima de una conspiración internacional
Lima
AFP
Alan García, presidente peruano, enfrenta su peor crisis en casi tres años de Gobierno, a raíz de choques de Policía e indígenas de la selva peruana el fin de semana que dejaron 35 muertos y que evidenciaron fallas estratégicas y políticas, según analistas.
La consecuencia inmediata de esta crisis es que el gobierno ha caído en el descrédito y ha perdido legitimidad, pero se aferra al argumento de que Perú es víctima de una conspiración internacional, lo que es calificado de “absurdo” y “disparatado” por expertos consultados por AFP.
“Es la peor crisis del gobierno de García. No se evaluaron adecuadamente los riesgos y consecuencias de un enfrentamiento con los nativos; se actuó de manera muy poco pensada y muy poco analizada”, estimó el sociólogo Eduardo Toche, del Centro de Promoción del Desarrollo.
Los graves incidentes en la región amazónica tendrán “un costo político que será muy alto y debe desembocar en la renuncia del gabinete ministerial que dirige el premier Yehude Simon, cuya gestión tiene ahora una legitimidad casi nula”, dijo el analista Carlos Reyna, opinión compartida por Toche y por varios líderes de la oposición.
Toche hizo notar que en el frente externo el gobierno deberá enfrentar “un enorme descrédito porque el tema indígena es muy sensible en las Naciones Unidas y otros organismos internacionales”.
Fundamentó su apreciación en que el gobierno ha pasado por encima de normas internacionales como el convenio 169 de la OIT, aceptado por Perú, que establece la previa consulta a las naciones nativas para el ingreso a sus territorios a fin de extraer recursos naturales.
“El gobierno no se dio cuenta del enorme conglomerado de las organizaciones indígenas donde es fácil que uno de esos grupos se radicalice, tome autonomía y ocurra lo que ocurrió”, puntualizó.
Temor
La toma por parte de indígenas de una carretera y de campos petroleros en la Amazonía peruana generó temores de nuevos focos de violencia tras los choques del fin de semana entre nativos y policías que dejaron 35 muertos, un hecho que comienza a pasarle factura al gobierno del presidente Alan García
La carretera que une Yurimaguas y Tarapoto (900 km al norte de Lima) sigue tomada por unos 3.000 nativos desde hace 34 días y se ha convertido en el centro de atención por la posibilidad de que se repita la violencia que el viernes pasado se produjo en la selvática Bagua.
Ayer la policía y líderes de indígenas negociaban un desalojo pacífico de esta ruta, estratégica porque por allí sale parte del crudo que se produce en la selva peruana.
La recuperación a sangre y fuego por parte de la policía el viernes de la carretera en Bagua -seguida por protestas y la retención como rehenes de 38 policías en una estación petrolera- dejó 24 uniformados muertos y 11 indígenas, cifra que podría incrementarse.