Alajuelense eliminó al Saprissa, sigue invicto y busca la corona
Aarón Salazar: partidazo en el clásico, fue la gran figura del León

Óscar Ramírez, con profesionalismo, respeto al colega y educación, no le ha quitado mérito a Alexandre Guimarães, luego de relevarlo como técnico del Alajuelense. “Me encontré con un trabajo físico y táctico muy adelantado”, manifestó el Macho, reconociendo sin mezquindad la labor de su antecesor.
Pero en la final del miércoles, cuando la Liga derrotó al Saprissa 1-0 y logró el pasaporte para enfrentar a Herediano por el título, nada tuvo que ver “Guima” con la estrategia planificada por Óscar, que le bloqueó a Paulo Wanchope el fútbol que los morados generan en su medio campo.
En el juego de ida, empatado 3-3 en La Cueva, debutó con gran suceso en el carril derecho defensivo del León, el joven Isaac Badilla, quien se ganó la titularidad para la vuelta.
Formó línea de cuatro con Van der Putten, Gamboa y un Ronald Matarrita que ha vuelto a sus buenos tiempos.
La sorpresa táctica del Macho, que suponemos “Chope” no esperaba, se dio en la formación de su cintura, con una cuarteta de volantes centrales, buenos marcadores, agresivos, que presionaron, metieron pierna, poblaron la mitad de la cancha y anularon a Mariano Torres y compañía en la generación de fútbol ofensivo.
La victoria del Alajuelense se gestó en el trabajo de Fernando Piñar, Aarón Salazar el mejor jugador del equipo, Celso Borges y Alejandro Bran, autor del gol del triunfo.
Piñar tenía tres o cuatro partidos de no salir en la formación estelar del León. Su puesto natural lo ocupó Carlos Martínez. Salazar fue un jugador de relevo; Celso y Bran si eran titulares.
La alineación de esta cuarteta en el medio campo del León, fue la clave para el triunfo, mínimo, agónico (el gol se logró en el cierra del juego), pero merecido, porque desde el minuto uno hasta la conquista del gol, Alajuelense fue en esta ocasión, mejor equipo que el Saprissa, en actitud, entrega posesión de pelota, pasión, pierna y generación de fútbol ofensivo.
Al poblar su medio campo de piernas, porque incluso Creichel Pérez fue un quinto volante, bloqueando al joven Kenay Myrie, Alajuelense cerró los espacios para que Mariano Torres no hiciera de las suyas y ya todos sabemos que con Mariano amarrado, Saprissa no funciona.
Lanzado al ataque, motivado por una multitud que no ceso de empujarlos al triunfo, Alajuelense hizo respetar La Catedral, escenario donde el domingo recibirá al Herediano, en el juego de ida por la corona.