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COLUMNISTAS


¡Ahora a construir y construir!

Emilio Bruce ebjreproduccion@gmail.com | Viernes 08 abril, 2022


Sinceramente

Ha pasado la campaña política. Los insultos y descalificaciones han cesado. El polvo comienza a asentarse. Ya quedó definido democráticamente quién es el presidente electo de todos los costarricenses. Ahora a construir. A recoger los pedazos del país y a ponerlos de nuevo en el tablero de nuestras vidas.

Ahora a construir y construir. Todos estamos claros que el estado sigue gastando más de sus ingresos por impuestos. Este período fiscal el 58% del presupuesto nacional será financiado con deuda y los impuestos alcanzarán tan solo para cubrir el 42% de todo el gasto. Ninguna persona, ninguna familia, ninguna empresa puede gastar más de dos por cada colón de ingresos y subsistir económicamente sin que la deuda termine por aplastarla. El país se dirige en consecuencia a una situación renovada de crisis que no ha sido superada de manera definitiva.

Los ciudadanos que trabajan en el sector privado, emprendedores y trabajadores son los que pagan los impuestos en su mayor medida y que cubren el 42% del presupuesto nacional. El sector privado es el que mantiene mayormente al sector público. Nunca se ataca, ni se limita, ni se minan los esfuerzos de quienes son el motor de la economía del país y la fuente de los ingresos del estado. No se desanima en su esfuerzo al que genera empleo, riqueza, impuestos y es el motor de todo el sistema.

Atacar a las empresas, atacar a los productores, crear un ambiente negativo para la reactivación económica y el crecimiento de la economía del país es disminuir las posibilidades de aumentar la recaudación. El mejor ministro de hacienda del país es en lo conducente una economía en crecimiento y no crecerá si el ambiente es de amenaza y de persecución.

La crisis que vivimos se profundizará si se aborda como una lucha contra los empleados públicos. Siempre tendremos funcionarios de gobierno e instituciones que redistribuyan el ingreso para apoyar a quienes menos tienen. La lucha ha de enfocarse como qué instituciones y actividades del estado deben de continuar ejerciéndose y cuáles deben de transformarse para que dejen de ser una carga fiscal y se transformen en un motor económico.

Frente al temor de perder trabajos el consumo se deprime. Frente a la amenaza de más impuestos y medidas confiscatorias para los que producen se generará menos inversión y menos empleo que a su vez desacelerarán la economía y la recaudación fiscal.

El desempleo y la simplificación de trámites deben de enfrentarse prioritariamente. Los precios de los combustibles deben de abordarse inmediatamente. La fórmula de fijación de los impuestos a los hidrocarburos debe de revisarse de inmediato para fijar un tope en esa recaudación e impedir que los impuestos ante los incrementos anormales aplasten a los generadores fiscales y consumidores. Hay un límite a esa escalada.

La CCSS debe de facilitar que los trabajadores en la informalidad se re incorporen a la formalidad. Exigencias y cargos pasados deben de eliminarse. Lo importante es que todos disfruten de la cobertura universal de medicina y de invalidez vejez y muerte. Cuotas reducidas deben de estudiarse para reducir la informalidad. Siempre es mejor poco que nada y ese es el dilema.

La tramitología debe de revisarse a fondo. No es cuestión de eliminarla toda de raíz, pero si debe de revisarse para evitar que los trámites sean excesivos y que cada institución administrativamente vaya agregando la suya en ventanilla.

Hay mucho, mucho por hacer. Debemos los costarricenses abordar la tarea de inmediato. Menos discusión, menos cortapisas políticos, menos rivalidades partidarias y más amor por Costa Rica deben de prevalecer. Con los ojos puestos en el país se deben de abordar con espíritu de urgencia todas estas tareas.

El gobierno es de todos los costarricenses. Los que votaron a favor y los que votaron en contra de los electos. Debe actuar como gobierno nacional y debe de ser consistente con la constitución y las leyes. Las ocurrencias deben de abandonarse. Las acciones efectistas deben de limitarse. Las resoluciones serias y de fondo deben de emprenderse.

Hay mucho por hacer y perder el tiempo es criminal y ofensivo para los cientos de miles de personas sin trabajo, para los cientos de miles de personas en miseria y en pobreza, para los millones de personas que no tienen igualdad de oportunidades. Que la esperanza no se pierda. Que la frustración no impere. Que la tristeza de ver un futuro negro jamás oscurezca nuestras vidas. Que el clamor por pan y trabajo, salud y seguridad no pase desapercibido.

La oposición sin dejar de serlo debe de negociar para hacer ajustes que permitan tener las leyes en tiempo razonable y conveniente. El poder ejecutivo debe de negociar para introducir los ajustes que permitirán logran lo mejor, recordando que lo perfecto es enemigo de lo bueno.

El nombre del juego actual es flexibilidad, negociación y conciencia patriótica. Alto al pleito. Alto a fijar culpas y reincidir en acusaciones mutuas. La tarea es inmensa y el tiempo es corto. Juntos siempre es posible alcanzar las mejores soluciones y la confianza, la buena voluntad y el amor al país deben de ser nuestras guías en estos inicios.

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