Acaba racionamiento energético en Nicaragua
| Jueves 29 noviembre, 2007
Acaba racionamiento energético en Nicaragua
Managua
EFE
Los racionamientos de electricidad que sufría Nicaragua desde julio pasado llegaron a su fin ayer, luego que el gobierno de Daniel Ortega decidiera incrementar las horas de operaciones de las plantas generadoras, enviadas por Venezuela.
Emilio Rappaccioli, ministro nicaragüense de Energía y Minas, dijo a la prensa que para poner fin a los apagones se han puesto a funcionar las plantas “Hugo Chávez”, hasta por 12 horas al día, frente a las dos horas en que operaban hasta el martes.
Las plantas “Hugo Chávez” entraron en funcionamiento en febrero pasado con capacidad de generación de 60 megavatios, pero se redujo a dos horas su funcionamiento debido a los altos costos de generación del diesel.
Según cálculos del sector, mantener en operación esas plantas por doce horas tendrá un coste diario de $90 mil, el cual será cubierto con un crédito de la empresa Alba de Nicaragua S.A. (Albanisa), integrada por las estatales Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) y Petróleos de Nicaragua (Petronic).
Albanisa es una empresa constituida el 17 de julio pasado en el marco de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), que impulsa el gobernante venezolano Hugo Chávez.
Nicaragua se adhirió al ALBA, junto a Bolivia, Cuba y Venezuela, el 11 de enero pasado, un día después de la asunción de Ortega a su segundo mandato gubernamental.
El titular de Energía y Minas explicó que el Gobierno tomó esa medida tras considerar que en el mes de diciembre es cuando aumentan las actividades económicas y comerciales del año.
Las autoridades habían anunciado que a partir del 1º de diciembre terminarían con el plan de racionamientos de luz con la incorporarán 60 megavatios de energía de biomasa, generada a base del bagazo (desecho) de la caña de azúcar, y la compra de 20 megavatios de energía en el mercado de Guatemala, pero la medida se adelantó.
Desde hace tres años Nicaragua afronta una crisis energética que se agudizó este año por falta de liquidez en el sector, frecuentes averías de plantas generadoras obsoletas y la continua subida de los precios del petróleo.
Managua
EFE
Los racionamientos de electricidad que sufría Nicaragua desde julio pasado llegaron a su fin ayer, luego que el gobierno de Daniel Ortega decidiera incrementar las horas de operaciones de las plantas generadoras, enviadas por Venezuela. Emilio Rappaccioli, ministro nicaragüense de Energía y Minas, dijo a la prensa que para poner fin a los apagones se han puesto a funcionar las plantas “Hugo Chávez”, hasta por 12 horas al día, frente a las dos horas en que operaban hasta el martes.
Las plantas “Hugo Chávez” entraron en funcionamiento en febrero pasado con capacidad de generación de 60 megavatios, pero se redujo a dos horas su funcionamiento debido a los altos costos de generación del diesel.
Según cálculos del sector, mantener en operación esas plantas por doce horas tendrá un coste diario de $90 mil, el cual será cubierto con un crédito de la empresa Alba de Nicaragua S.A. (Albanisa), integrada por las estatales Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) y Petróleos de Nicaragua (Petronic).
Albanisa es una empresa constituida el 17 de julio pasado en el marco de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), que impulsa el gobernante venezolano Hugo Chávez.
Nicaragua se adhirió al ALBA, junto a Bolivia, Cuba y Venezuela, el 11 de enero pasado, un día después de la asunción de Ortega a su segundo mandato gubernamental.
El titular de Energía y Minas explicó que el Gobierno tomó esa medida tras considerar que en el mes de diciembre es cuando aumentan las actividades económicas y comerciales del año.
Las autoridades habían anunciado que a partir del 1º de diciembre terminarían con el plan de racionamientos de luz con la incorporarán 60 megavatios de energía de biomasa, generada a base del bagazo (desecho) de la caña de azúcar, y la compra de 20 megavatios de energía en el mercado de Guatemala, pero la medida se adelantó.
Desde hace tres años Nicaragua afronta una crisis energética que se agudizó este año por falta de liquidez en el sector, frecuentes averías de plantas generadoras obsoletas y la continua subida de los precios del petróleo.