¡A dejar el corazón!
Dinia Vargas dvargas@larepublica.net | Martes 14 julio, 2009
¡A dejar el corazón!
Juveniles ticos inician hoy su participación en el Campeonato Mundial Juvenil
Dinia Vargas
dvargas@larepublica.net
“Ese torneo es la prueba de fuego, ahí es donde uno se da cuenta de qué está hecho”, recordó Paulo Montoya, quien en 1997 ocupó el puesto 12 en la categoría 12-13 años.
Ya han pasado más de diez años y este logro se encuentra en lo más alto de las vitrinas del golf nacional, como el máximo alcance que ha logrado un jugador tico en el Campeonato Mundial Juvenil, que se realiza en San Diego, California.
Pero desde hoy ocho costarricenses tendrán la oportunidad de cambiar la historia en este torneo, que pone a prueba la calidad de cada golfista.
Montoya recuerda que muchas veces el debut en este evento, llamado Callaway Junior World Golf Championships, puede resultar complicado; sin embargo, la sensación de estar allá es indescriptible.
En ese momento el principal aspecto señaló que tendrán que manejar los representantes ticos es la presión, la cual Paulo todavía recuerda.
“La competencia ahí es la más fuerte del mundo. Me acuerdo que en 1996 jugué con Anthony Kim y en ese momento lo más importante es aprender a controlar la presión que uno mismo se pone”, dijo Montoya.
Pisando los mejores campos de San Diego, pero donde las condiciones del clima cambian en cualquier momento, el principal reto de este combinado tico se convierte en pasar el corte.
“Uno nunca debe ir pensando que lo importante es la experiencia, si uno se mete eso en la cabeza antes de jugar, está en problemas”, señaló Paulo, esto debido a que es muy probable que se pierda la orientación u objetivo.
Entre los aspectos personales que resaltó Montoya y que fueron fundamentales para lograr ubicarse entre los mejores estuvo su deseo de revancha.
“Tenía un deseo de revancha que me consumía, el año anterior había fallado el corte, jugando muy mal el segundo día, eso me dolió mucho y quería desquitarme”.
Otro punto que debe manejar la nómina nacional son los campos, tal es el caso de Manfred Reiche y José Ignacio Cordero, ambos son los integrantes de mayor edad (categoría 15-17), quienes jugarán en la “gran cancha”, como la llamó Reiche antes de partir hacia Estados Unidos, el campo de Torrey Pines donde el año pasado Tiger Woods ganó el US Open.
Esta también se convierte en la única categoría del torneo que competirá en 72 hoyos, estableciendo el corte a la mitad del camino, es decir luego de jugar 36 banderas.
La categoría de 13-14, donde se encuentra José Méndez, quien el año pasado ocupó el puesto 22 en la categoría de 11 a 12 años, junto con Alberto Hernández, les tocará participar en el campo de Riverwalk Golf Course. Ellos tienen que buscar pasar el corte luego de 36 hoyos para poder competir las tres rondas establecidas. Igual sucede con los integrantes de 11-12, 9-10 y 7-8 ellos también deben resolver el corte.
Para Montoya solo pensar en aquel momento hace que le produzcan escalofríos, “fue una tremenda satisfacción, mucha emoción al darme cuenta que tanto trabajo y tanto sacrificio por parte mía y de mis padres había dado frutos”.
Dice que fue como una forma de pagar el esfuerzo de sus padres de llevarlo a competir allá. “Cada uno iba por su propia cuenta, uno se cubría todos sus gastos y no es una semana barata. Es más, ahora que lo vuelvo a pensar, todavía me causa emoción por dentro recordar ese ultimo día cuando terminé de jugar”, explicó Montoya, quien hoy estará atento al desenvolvimiento que tendrán estas ocho figuras nacionales de las que se esperan grandes éxitos.
Juveniles ticos inician hoy su participación en el Campeonato Mundial Juvenil
Dinia Vargas
dvargas@larepublica.net
“Ese torneo es la prueba de fuego, ahí es donde uno se da cuenta de qué está hecho”, recordó Paulo Montoya, quien en 1997 ocupó el puesto 12 en la categoría 12-13 años.
Ya han pasado más de diez años y este logro se encuentra en lo más alto de las vitrinas del golf nacional, como el máximo alcance que ha logrado un jugador tico en el Campeonato Mundial Juvenil, que se realiza en San Diego, California.
Pero desde hoy ocho costarricenses tendrán la oportunidad de cambiar la historia en este torneo, que pone a prueba la calidad de cada golfista.
Montoya recuerda que muchas veces el debut en este evento, llamado Callaway Junior World Golf Championships, puede resultar complicado; sin embargo, la sensación de estar allá es indescriptible.
En ese momento el principal aspecto señaló que tendrán que manejar los representantes ticos es la presión, la cual Paulo todavía recuerda.
“La competencia ahí es la más fuerte del mundo. Me acuerdo que en 1996 jugué con Anthony Kim y en ese momento lo más importante es aprender a controlar la presión que uno mismo se pone”, dijo Montoya.
Pisando los mejores campos de San Diego, pero donde las condiciones del clima cambian en cualquier momento, el principal reto de este combinado tico se convierte en pasar el corte.
“Uno nunca debe ir pensando que lo importante es la experiencia, si uno se mete eso en la cabeza antes de jugar, está en problemas”, señaló Paulo, esto debido a que es muy probable que se pierda la orientación u objetivo.
Entre los aspectos personales que resaltó Montoya y que fueron fundamentales para lograr ubicarse entre los mejores estuvo su deseo de revancha.
“Tenía un deseo de revancha que me consumía, el año anterior había fallado el corte, jugando muy mal el segundo día, eso me dolió mucho y quería desquitarme”.
Otro punto que debe manejar la nómina nacional son los campos, tal es el caso de Manfred Reiche y José Ignacio Cordero, ambos son los integrantes de mayor edad (categoría 15-17), quienes jugarán en la “gran cancha”, como la llamó Reiche antes de partir hacia Estados Unidos, el campo de Torrey Pines donde el año pasado Tiger Woods ganó el US Open.
Esta también se convierte en la única categoría del torneo que competirá en 72 hoyos, estableciendo el corte a la mitad del camino, es decir luego de jugar 36 banderas.
La categoría de 13-14, donde se encuentra José Méndez, quien el año pasado ocupó el puesto 22 en la categoría de 11 a 12 años, junto con Alberto Hernández, les tocará participar en el campo de Riverwalk Golf Course. Ellos tienen que buscar pasar el corte luego de 36 hoyos para poder competir las tres rondas establecidas. Igual sucede con los integrantes de 11-12, 9-10 y 7-8 ellos también deben resolver el corte.
Para Montoya solo pensar en aquel momento hace que le produzcan escalofríos, “fue una tremenda satisfacción, mucha emoción al darme cuenta que tanto trabajo y tanto sacrificio por parte mía y de mis padres había dado frutos”.
Dice que fue como una forma de pagar el esfuerzo de sus padres de llevarlo a competir allá. “Cada uno iba por su propia cuenta, uno se cubría todos sus gastos y no es una semana barata. Es más, ahora que lo vuelvo a pensar, todavía me causa emoción por dentro recordar ese ultimo día cuando terminé de jugar”, explicó Montoya, quien hoy estará atento al desenvolvimiento que tendrán estas ocho figuras nacionales de las que se esperan grandes éxitos.