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Una parte de China se traslada a San José

Esteban Arrieta earrieta@larepublica.net | Jueves 06 diciembre, 2012


El comercio, la generación de empleos y el turismo, se verán beneficiados con la creación de esta zona, de acuerdo con Johnny Araya, alcalde de San José. Marco Monge/La República


Más de 50 comercios se instalan en Barrio Chino

Una parte de China se traslada a San José

Costo de obras supera los ¢1 mil millones

Un ambiente festivo y colorido de fondo sirvió de escenario para la inauguración del Barrio Chino en San José, con el mérito de estar listo dos meses antes de lo previsto.
De ahora en adelante, un arco de diez metros de alto —al mejor estilo de los antiguos palacios asiáticos— dará la bienvenida a los transeúntes que recorran el Paseo de los Estudiantes.
En vez de aceras estrechas, ruido y contaminación, los peatones podrán disfrutar de un amplio y nuevo bulevar de 550 metros con motivos orientales, entre ellos, faroles, bancas y adornos.
En total, el Barrio Chino tiene una extensión de 8 mil metros cuadrados y en él, hay al menos 55 comercios, la mayoría de ellos, propiedad de asiáticos.
Restaurantes, tiendas de ropa y de todo tipo de artículos, así como una sucursal del banco Cathay se ubican en esta zona, la cual, tiene como objetivo convertirse en un centro de comercio y atracción turística.
“Al abrir este espacio para los peatones, estamos al mismo tiempo revitalizando la economía de la zona, generando más empleo, comercio y por supuesto turismo, pues de ahora en adelante, los visitantes vendrán acá”, expresó Johnny Araya, alcalde de San José.
En las ciudades más importantes del mundo como Londres, París y Nueva York, hay barrios chinos y su presencia denota un símbolo de amistad entre el país huésped y el gigante asiático, de acuerdo con Li Changua, embajador de China en el país.
En el mundo hay más de 100 ciudadelas de este tipo y la primera fue fundado en Manila en 1594 por comerciantes.
La construcción del Barrio Chino tuvo un costo cercano a los ¢1 mil millones y se logró gracias a donaciones hechas por el gobierno asiático y a la Municipalidad de Pekín, así como el aporte del ayuntamiento local.
Para transformar la zona en un ambiente chino, se incluyó en la superficie de piso símbolos propios de la cultura china y al mismo tiempo, se promoverá la transformación de las fachadas de varios inmuebles.
Para construir el Barrio Chino fue necesario reubicar una decena de paradas de autobús, así como construir reductores de velocidad en las avenidas, para evitar que los peatones sufran algún peligro.
A pesar de que la zona puede ayudar a fomentar el comercio, su edificación no estuvo exenta de críticas, entre ellas, las de los estudiantes del Liceo de Costa Rica, quienes se opusieron a que se cambiara el nombre del lugar.
La construcción de esta zona inició hace dos años y en principio estaba prevista su inauguración para febrero del otro año.

Esteban Arrieta
earrieta@larepublica.net







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