Trabajar más años para salvar pensiones
Esteban Arrieta earrieta@larepublica.net | Miércoles 08 enero, 2014
Por eventual insostenibilidad del régimen
Trabajar más años para salvar pensiones
Postergar el retiro hasta cinco años sugieren los candidatos
Los costarricenses podrían trabajar unos cuantos años más para jubilarse y descansar, con tal de mejorar la salud del régimen de pensiones de la Caja.
Sin embargo, aclaran que antes de tomar cualquier decisión, debe existir un panorama claro sobre la situación actual del régimen de pensiones.
El sistema de pensiones es sostenible hasta 2037, acorde con la estimación hecha por la propia Caja.
En la otra acera, menos de una década de sostenibilidad es el cálculo de la Superintendencia de Pensiones (Supen).
Indistintamente del plazo, urge un cambio para garantizar la continuidad del sistema.
Elevar la edad de retiro, en un rango que iría hasta los cinco años, es la solución que prevén los candidatos a presidente.
En este momento, las mujeres tienen la posibilidad de jubilarse al cumplir los 60 años, tras aportar un mínimo de 450 cuotas.
En el caso de los hombres la edad mínima es de 62 años, siempre y cuando tengan reportadas 462 cuotas.
La eventual medicina para salvar el régimen es tan amarga, que los aspirantes se conducen con cautela para no caer mal al electorado, a pocos días de los comicios.
Sin embargo, sí están conscientes de la gravedad del problema que tendrían que enfrentar.
“Tenemos una contradicción en este tema y hasta que no se resuelva, no podemos decir qué haríamos. Esperamos que una organización internacional acordada por la Supen y la Caja haga un estudio y nos dé claridad. A estas alturas, no le puedo decir si descarto o no elevar la edad de retiro de los trabajadores”, expresó Johnny Araya, candidato del PLN.
Otros de los aspirantes que no desestiman esta posibilidad son Luis Guillermo Solís del PAC, y Otto Guevara del Movimiento Libertario, aunque con ciertas reservas.
Este último considera que los costarricenses serían víctimas de una estafa si no reciben pensión al término de su vida laboral.
Por eso, además de considerar el aumento en la edad de retiro, Guevara plantea la posibilidad de extraer un 4,5% del aporte al sistema de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) de la Caja, para trasladarlo a la pensión complementaria.
De esta forma, el trabajador estaría cotizando un ahorro propio y no colectivo, por lo que este se podría heredar y administrar a conveniencia.
Con el restante 3% del IVM actual, se financiaría una pensión mínima para todos los jubilados.
“Si resulta que el régimen de pensiones está quebrado o muy debilitado, se requiere una serie de medidas urgentes para salvarlo. Entre ellas, un cambio total del sistema del IVM. Por otra parte, hasta que no se estudie técnicamente la situación del sistema de pensiones, me parece aventurado avalar o no aumentar la edad de retiro”, concluye Guevara.
El único de los tres aspirantes punteros que sí rechazó cualquier posibilidad de elevar la edad de retiro es José María Villalta del Frente Amplio.
Para él, se puede recurrir a otras medidas antes de “golpear al trabajador”.
“Nosotros planteamos la recuperación de los ¢300 mil millones que le debe el Estado a la Caja. Por otra parte, creemos en revisar los criterios de inversión del régimen de pensiones para hacerlo más rentable y al mismo tiempo, apoyamos una iniciativa para que las deudas por cuotas atrasadas no prescriban”, finaliza Villalta.
En diciembre, cerca de ¢26 mil millones generados por los intereses de las reservas del régimen de la Caja, fueron utilizados para pagar los aguinaldos de los actuales pensionados.
Las críticas por esta situación no se hicieron esperar y nuevamente Édgar Robles, superintendente de pensiones, destacó que los números de la Caja estarán en rojo a partir de 2025 si no se corrige la situación.
La defensa por parte de la Caja achacó que es una práctica normal, y que el fondo crece a un ritmo saludable.
En unos ocho años, la cantidad de jubilados aumentará en detrimento de los trabajadores, y de esta forma se perderá el bono demográfico.
En ese sentido, se calcula que para 2060, el 25% de la población estará pensionada, mientras que el número de trabajadores activos no alcanzará para sostener el sistema.
Esteban Arrieta
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