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“Ser diferente me abrió las puertas”

Redacción La República redaccion@larepublica.net | Sábado 12 octubre, 2013


Yo me puedo morir feliz, pues mi trabajo me permite salvar vidas al informar, indicó Édgar Silva, presentador y periodista. Esteban Monge/La República


El éxito profesional se logra cuando deje de perseguir la plata, declaró Édgar Silva.

Édgar Silva

“Ser diferente me abrió las puertas”

No le dieron mucho tiempo de vida en televisión, pero lleva 23 años

Sin apuro y con tiempo Édgar Silva le contó a LA REPÚBLICA una historia que jamás imaginó sería la de su vida, pues nunca pensó ser comunicador ni presentador de televisión.

Tuve la fuerza de soportar las críticas y hacer mi trabajo, explicó Édgar Silva, presentador y periodista. Esteban Monge/La República

El primer roce con la audiencia fue a los 13 años, cuando estaba en el colegio Laboratorio de Liberia y le propuso a su profesora de ciencias hacer una exposición sobre la sangre, cómo funcionaba, qué era, de dónde provenía, y fue tan contundente que le pidieron que la repitiera a estudiantes de cuarto y quinto grado.
Recuerda que sus compañeros le decían que debía ser periodista, pero él no quería pues los comunicadores eran atacados socialmente como “ignorantes” y “sapos”.
El tiempo pasó y en una ocasión le pidieron que dirigiera un acto cívico en el colegio, fue cuando supo que no le daba miedo el público.
La muerte de su padre en 1981 en un accidente de tránsito fue un capítulo doloroso por ser inesperado, Édgar recuerda que dos semanas antes de su muerte, él lo abrazó y lo besó mientras veían las noticias como era costumbre en una familia estable y amorosa.
Por su cabeza pasaron muchas opciones de carreras desde ser microbiólogo, como su padre, hasta terapeuta físico porque así se lo indicó una prueba de aptitudes.
Finalmente se decidió por el derecho, pero después del primer semestre de clases vivió una crisis existencial que lo hizo dudar de su elección.
Mientras le hacía trámites a un abogado de Liberia en San José, se dio cuenta de que era muy aburrido para él y los viejos fantasmas del periodismo volvieron a su cabeza.
Un día sentado en el bus de Sabanilla y recostado a la ventada decidió a sus 20 años hacer un “voto” de pobreza como lo dice él, al renunciar al salario, a la estabilidad económica y social de ser abogado para ser feliz.

¿Por qué hizo un voto de pobreza?
Sabía que como periodista quizá no iba a tener una casa, un carro con ciertas características, pues en la Facultad de Derecho veía lo que podía llegar a tener como abogado, pero hoy a mis casi 46 años veo que fue un ramalazo de madurez cuando decidí luchar por mi felicidad y no por plata.

¿Por qué le temía a vivir su vocación?
Siempre se habla muy mal de los comunicadores, hay mucha crítica porque uno es sometido a un examen diario ante la gente, todos los días te critican, los primeros años de mi carrera se ensañaron conmigo.

¿Cómo costeó sus estudios?
Cuando uno es de zona rural y de familia de clase media trabajadora es muy difícil estudiar en el Área Metropolitana, mi mamá corría con los gastos y necesitaba ayudarla, así que pedí una beca en la UCR pero me la negaron.

¿Qué hizo para ganar dinero?
No podía buscar un trabajo porque los estudios me consumían, en ese tiempo me asignaron un proyecto de canal 15, hablé con la directora y le pregunté que si podía hacer práctica ahí, ella me dijo que hasta horas clase me reconocían y obtuve una beca, así le quité la carga a mi mamá.

¿Cuál fue su primer trabajo?
Trabajé con Roy Solano en un espacio de música en canal 11, tiempo después un conocido nos dijo que necesitaban un estudiante para hacer una maternidad en Canal 7, así que fuimos los dos a entrevistarnos y dejaron a Roy.

¿Cómo fue su entrada al Canal?
Yo no les gusté porque usaba lentes, así que le ofrecieron a Roy el tiempo completo; pero él no podía, entonces me llamaron para que entre los dos completáramos el turno, mi compañero se fue al par de días y yo me quedé.

¿Cuál fue su reto más difícil?
Las críticas, a inicios de mi carrera la gente se ensañó conmigo, decían que era un “payaso” y que el periodismo iba de caída por mi estilo de hacer las notas.

¿Por qué su manera de trabajar era diferente?
No hacía las cosas igual que los demás, cuando empecé a trabajar me preguntaba por qué todos hacen las notas igual, por qué no hacerlo de esta otra forma, si lograba hacer reír, pues lo hacía.

¿Pensó en renunciar?
En algún momento las críticas fueron muy duras y me hicieron preguntarme si servía para esto, si debía devolverme a Liberia y trabajar en radio allá, pues era mi plan inicial, pero mi jefa Pilar Cisneros me dijo, sea como es, mantenga su estilo y eso hice.
¿Qué sacrificó?
Mucho tiempo que podía usar para ir a visitar a mi familia lo invertía trabajando, fui muy trabajador desde el principio, constante, siempre busqué la excelencia no la perfección.


¿Cómo se elige una carrera?
Hay que ser lo suficientemente honesto para escucharse a uno mismo, posiblemente me hubiera evitado un mal año en la Facultad de Derecho si me hubiera escuchado, no escoja un oficio por plata o rapidez, uno se conoce y siente lo que quiere, entonces hay que escucharse para ser feliz.

¿Cómo se logra el éxito?
Tenga compromiso, trabaje más que otros, no se trata de querer ser mejor que los demás, sino de hacer las cosas lo mejor posible, hay que esperar las oportunidades porque no son inmediatas, llegan en su momento, por eso le aconsejo que trabaje con paciencia.

Angie Calvo
acalvo@larepublica.net







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