Rezago escolar acecha a 19 mil niños
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Martes 09 julio, 2013
Menos materias y falta de tecnología amenazan en escuelas unidocentes
Rezago escolar acecha a 19 mil niños
Como solución harán talleres para mejorar enseñanza, y dotar centros educativos de computadoras
Aunque la educación unidocente es la única opción para miles de estudiantes en el país, la ausencia de tecnología y un aprendizaje inadecuado se convierten en una amenaza de rezago para su futuro.
La que más preocupa es la falta de inglés en muchas de estas escuelas, pues en la actualidad es vital para una vida profesional.
Del mismo modo enfrentan un rezago en la aplicación de tecnologías, las cuales en muchos casos son inexistentes.
Todo ello genera que a la hora de llegar al colegio o enfrentar opciones de educación superior, lleguen con bases educativas débiles, que podrían incluso llegar a desmotivarlos o hacerlos a un lado.
Las zonas rurales son las más afectadas por esta situación, lugares alejados donde la demanda de la educación es menor, con problemas de transporte y de infraestructura.
Adicionalmente la recarga de funciones en estos profesores afecta a los niños, pues en algunos casos no pueden dar materias complementarias.
En algunos casos los estudiantes no reciben lecciones complementarias como educación física, religión y educación para la vida, pues el docente tiene desconocimiento de estos temas.
Los alumnos en la mayoría de las escuelas no reciben idiomas porque el unidocente no fue formado para impartir esa clase.
Una escuela unidocente puede tener máximo 30 niños en una jornada de 7 a.m. a 1.15 p.m.
Este sistema permite al Ministerio impartir clases a pocos estudiantes, pues en algunos casos solo hay uno o dos alumnos, pero por otro lado algunas escuelas reciben más de 20, con un solo maestro para todas las materias.
Pese a la queja de los trabajadores de la educación, en el Ministerio aseguran que los programas que se imparten en este tipo de escuelas son los mismos que se aplican en el resto de los centros educativos.
Angie Calvo
acalvo@larepublica.net