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EDITORIAL


Revisión: sin debilitar hospitales

| Viernes 27 julio, 2012





La revisión y las acciones a tomar en la Caja no deben debilitar los hospitales, que requieren mayores recursos para dar el oportuno y buen servicio que la ley manda

Revisión: sin debilitar hospitales

La noticia de que irán a revisión los pluses que se pagan a algunos funcionarios de la Caja, ha despertado, como era posible prever, opiniones contrarias.
La controversia se da entre los jefes de la entidad, hoy presionados a tomar medidas para ir saneando las finanzas e instaurando una buena administración, y quienes tienen otras miras.
Era esperable. No solo esta medida sino muchas otras que se tendrán que ir tomando en la Caja despiertan las más variadas —y a veces airadas— opiniones, dependiendo de los intereses que las motiven.
Sin embargo, lo realmente importante es que dichas medidas redunden efectivamente en buena y oportuna atención a los asegurados.
Esta decisión de revisar los incentivos salariales se originó en una solicitud de la Auditoría Interna de la Caja. En buena hora que se acogió el pedido. Nadie sabe cuantas veces, en cualquier institución pública, la auditoría quizás solicita algo y el asunto es ignorado.
En este caso no será ignorada la solicitud, y solo cabe esperar que la revisión y las acciones a tomar se hagan sin debilitar hospitales y clínicas, que más bien requieren mayores recursos para dar el oportuno y buen servicio que la ley les manda. Se trata de reorientar los recursos pensando siempre en los asegurados, razón de ser de la entidad.
El dinero que podría ahorrar la Caja, mediante un recorte de pluses, correspondería según parece a un 30% del pago anual de planillas. Un monto significativo que podría utilizarse en la compra de nueva maquinaria y reparación de la existente, dado que ese rubro del presupuesto de la entidad sufrió un recorte este año del 33%, de acuerdo con lo publicado por este medio ayer.
Es fácil advertir como las acciones administrativas fueron llevando poco a poco a la institución a una situación de desequilibrio en sus finanzas.
Por ello es que no debe culparse de dichas acciones, llámense pluses inadecuados o cualquier otra medida, a sus funcionarios. Recordemos que esas actuaciones deben ser aprobadas siempre por una junta directiva y que a lo largo de la historia de la Caja hubo jerarcas que debieron dar la voz de alerta sobre cualquier decisión equivocada que advirtieran.
Hoy es momento de reparar los daños y en buena hora que se comience a hacer. Una buena administración, y la voluntad política para que ocurra, pueden sin lugar a dudas demostrar como es que se pone a la Caja a funcionar bien nuevamente.






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