Pagaríamos menos por fiesta electoral
Esteban Arrieta earrieta@larepublica.net | Jueves 13 septiembre, 2012
La cantidad de dinero dedicado a este fin sería recortado casi a la mitad
Pagaríamos menos por fiesta electoral
Cuenta con el visto bueno de los precandidatos presidenciales
El propio Gobierno impulsa bajar el costo de la campaña electoral que desde ya planean los políticos, y que es pagada por nosotros vía impuestos.
De hecho, la idea es usar casi la mitad del dinero que originalmente estaba presupuestado.
Esto es un alivio para los bolsillos de los electores, porque pasaremos de pagar ¢43 mil millones a ¢25 mil millones en deuda política.
La penuria económica que padece el Gobierno es lo que impulsa a esta propuesta de recorte.
Eso sí, para que se haga efectivo, los diputados deben dar el visto bueno. Por suerte, todas las fracciones están de acuerdo en bajar la factura electoral.
Asimismo, deben avalar una reforma al Código Electoral para hacer valer el recorte, debido a que la ley establece que la deuda política se calcula de acuerdo con el 0,19% del PIB, y el monto sugerido es de un máximo del 0,11%.
La discusión ya inició con buen ambiente en la Comisión Electoral, aseguró Fabio Molina, jefe de fracción del PLN.
“Hay un proyecto del PAC que fija la deuda en el 0,11% del PIB (¢25 mil millones), que voy a proponer se coloque en el primer lugar de la agenda y se dictamine de una vez este martes”, agregó Molina.
El dinero proveniente de la deuda es utilizado por los partidos para pagar publicidad, transporte y signos externos, entre otros.
Por otro lado, todos los precandidatos del PLN están de acuerdo en reducir la factura electoral, pues consideran que el Gobierno no puede hacer un gasto tan alto, si no tiene recursos frescos para hacerlo, pues sería como utilizar una tarjeta de crédito.
“Estoy totalmente de acuerdo en que se use una cifra más razonable para financiar la deuda. En ese sentido, ya se habla del 0,11% del PIB, lo cual me parece aceptable, pues permite a los partidos contar con dinero, pero sin ser exagerado”, dijo Johnny Araya, precandidato del PLN.
Palabras más, palabras menos; ese es el mismo discurso de los aspirantes de oposición como Otto Guevara, del Movimiento Libertario; así como Epsy Campbell y Claudio Monge, del PAC.
La deuda política solo cubre a los partidos que alcancen más del 4% de los votos válidos para presidente de la República o a quienes logren al menos un diputado.
En el pasado los mismos partidos trataron de poner un freno al gasto excesivo. Para los comicios de 2002 y 2010, los diputados limitaron la contribución estatal.
Esteban Arrieta
earrieta@larepublica.net
Pagaríamos menos por fiesta electoral
Cuenta con el visto bueno de los precandidatos presidenciales
De hecho, la idea es usar casi la mitad del dinero que originalmente estaba presupuestado.
Esto es un alivio para los bolsillos de los electores, porque pasaremos de pagar ¢43 mil millones a ¢25 mil millones en deuda política.
La penuria económica que padece el Gobierno es lo que impulsa a esta propuesta de recorte.
Eso sí, para que se haga efectivo, los diputados deben dar el visto bueno. Por suerte, todas las fracciones están de acuerdo en bajar la factura electoral.
Asimismo, deben avalar una reforma al Código Electoral para hacer valer el recorte, debido a que la ley establece que la deuda política se calcula de acuerdo con el 0,19% del PIB, y el monto sugerido es de un máximo del 0,11%.
La discusión ya inició con buen ambiente en la Comisión Electoral, aseguró Fabio Molina, jefe de fracción del PLN.
“Hay un proyecto del PAC que fija la deuda en el 0,11% del PIB (¢25 mil millones), que voy a proponer se coloque en el primer lugar de la agenda y se dictamine de una vez este martes”, agregó Molina.
El dinero proveniente de la deuda es utilizado por los partidos para pagar publicidad, transporte y signos externos, entre otros.
Por otro lado, todos los precandidatos del PLN están de acuerdo en reducir la factura electoral, pues consideran que el Gobierno no puede hacer un gasto tan alto, si no tiene recursos frescos para hacerlo, pues sería como utilizar una tarjeta de crédito.
“Estoy totalmente de acuerdo en que se use una cifra más razonable para financiar la deuda. En ese sentido, ya se habla del 0,11% del PIB, lo cual me parece aceptable, pues permite a los partidos contar con dinero, pero sin ser exagerado”, dijo Johnny Araya, precandidato del PLN.
Palabras más, palabras menos; ese es el mismo discurso de los aspirantes de oposición como Otto Guevara, del Movimiento Libertario; así como Epsy Campbell y Claudio Monge, del PAC.
La deuda política solo cubre a los partidos que alcancen más del 4% de los votos válidos para presidente de la República o a quienes logren al menos un diputado.
En el pasado los mismos partidos trataron de poner un freno al gasto excesivo. Para los comicios de 2002 y 2010, los diputados limitaron la contribución estatal.
earrieta@larepublica.net