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Nuevos tratamientos para detectar cáncer de mama

Maria Siu msiu@larepublica.net | Viernes 17 octubre, 2014




Octubre es el mes mundial de la concientización sobre el cáncer de mama

Nuevos tratamientos para detectar cáncer de mama

Mamografías en 3D, detección por examen de sangre y radioterapia de un día son innovaciones

¡Octubre viste al mundo de rosa! No atendiendo a una tendencia de la moda, sino por una noble causa: luchar contra el cáncer de mama. Las instituciones, las empresas y la sociedad civil se unen para crear conciencia sobre esta enfermedad, recaudar fondos y promover la temprana detección y su tratamiento. Este esfuerzo conjunto ha sido exitoso y hoy quienes padecen esta enfermedad cuentan con más herramientas tecnológicas que nunca para combatirla.

La tecnología ha tenido un impacto muy positivo en la detección y el tratamiento del cáncer. Actualmente, la mujer hasta puede conocer las probabilidades de padecer cáncer por herencia.
El test consiste en un análisis de sangre que determina la existencia de mutaciones genéticas. Esta detección permite tratarlo antes de que se desarrolle.
Las personas con una mutación en el gen BRCA1 o BRCA2 tienen un riesgo de hasta el 87% de desarrollar cáncer de mama, según los últimos estudios.
Otra de las novedades es la llegada al país del acelerador lineal móvil de electrones. El equipo permite que la paciente ingrese en la mañana al hospital y salir al final de la tarde con el tratamiento completo, cirugía oncológica, radioterapia y reconstrucción inmediata.
“Una de las aplicaciones más importantes de esta terapia es en el tratamiento del cáncer de seno que se encuentra en una etapa inicial, para lo cual se hace una irradiación de la mama, que se administra como tratamiento único durante la cirugía, por lo general, inmediatamente después de extirpar el tumor, siendo una alternativa práctica y segura”, dijo Aguilar.
En algunos casos, el tratamiento deberá acompañarse posteriormente de radioterapia externa; sin embargo, el número de sesiones sería significativamente menor, pues pasaría de 33, aplicadas todos los días durante seis o siete semanas, a una sola sesión durante la cirugía y en algunos casos de 13 a 15 sesiones, lo que mejora la calidad de vida de la paciente y disminuye también los costos asociados a la enfermedad.
Para recibir este tipo de terapia influyen factores que tienen que ver con la edad, el tamaño del tumor y sus características, y los ganglios linfáticos, entre otros.
En las pacientes con tumores de mama, la aplicación sirve cuando la enfermedad se encuentra en su etapa inicial.
Por otra parte, existe la tomosíntesis 3D, que genera y fusiona imágenes de distintos planos de la mama, lo que permite contar al final y casi de manera inmediata con una imagen tridimensional, en la cual el especialista puede ver capa por capa el tejido mamario, algo que no es posible con la mamografía convencional.
“Lo podemos ver como una analogía, si la mama fuera un libro, la mamografía digital nos permite ver el libro como un todo, mientras que con la tomosíntesis podemos ir página por página y ver qué hay en cada una, por eso este examen reduce los falsos positivos y negativos y mejora el diagnóstico hasta en un 30%”, explicó Jordi Pujol, director del Centro de Mamografía La California.
La técnica es avalada por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés).
A pesar de estos esfuerzos, el cáncer de mama sigue siendo una enfermedad que afecta a miles de costarricenses y como país tenemos aún muchos retos que atender para lograr que todas las mujeres tengan acceso a la información, el diagnóstico y el tratamiento oportunos.
A Joselyn Mora le detectaron cáncer de mama cuando apenas cumplía 21 años. Ella tuvo que posponer sus estudios universitarios al saber que padecía la enfermedad, pero fue ese diagnóstico temprano el que le salvó la vida. Buscó hacerse los exámenes en la Caja, pero debía esperar un año a que le practicaran el ultrasonido, de modo que acudió a la medicina privada para hacerse las pruebas
Con los exámenes en mano, volvió a la seguridad social para recibir el tratamiento que derivó en una cirugía.
La experiencia de la joven se vive a diario en las clínicas y hospitales públicos. El tratamiento es eficaz, pero el diagnóstico tardío. En su caso el desenlace fue positivo: “Yo soy una sobreviviente, lo puedo decir”.
La Caja solo cuenta con 27 mamógrafos en el país, por lo que las pacientes que necesitan el examen que les ayuda a detectar la enfermedad pueden permanecer en lista de espera entre seis meses y un año.
Esto obliga a muchas mujeres a acudir a la medicina privada. El examen cuesta entre ¢40 mil y ¢75 mil, dependiendo del centro médico donde se realice.
No obstante, el 90% de los casos de cáncer de mama es detectado por las propias mujeres, dijo Marisel Aguilar, la especialista en cirugía oncológica del Hospital Clínica Bíblica.
El autoexamen es una práctica indispensable porque permite a la mujer conocer su cuerpo para detectar cualquier anomalía posterior y no dura más de dos minutos.
“En Costa Rica, el 30% de los tumores son tempranos. El cáncer de mama no es sinónimo de muerte; las enfermedades malignas se curan más entre más rápido se diagnostiquen”, agregó Aguilar.
Las pruebas cuestan normalmente ¢60 mil, solo durante octubre costarán ¢45 mil, como parte de una campaña de detección.
Al igual que esta campaña, existen otros eventos como la carrera “Corre por Mí”, que busca facilitar el abordaje del cáncer de mama.
“Nosotros nos dimos a la tarea de recaudar fondos y darlos a organizaciones. Llevamos el mensaje de que la detección temprana es la clave”, contó Marcela Marqués, organizadora de Corre por Mí.
El movimiento genera unos ¢29 millones por año, que se destinan a diferentes proyectos para prevención y tratamiento de la enfermedad.
Solo este año se inscribieron 7.200 personas para la carrera como señal de solidaridad con quienes enfrentan el padecimiento.
En este caso, una vez que concluye la carrera las personas se acercan para presentar un proyecto contra el cáncer en busca de financiamiento.
“Creo que falta mucha información y que fallamos en la prevención. Si se toma en cuenta que un año tiene 54 semanas, una mujer debería ahorrar ¢300 por semana para una mamografía”, agregó Marqués.
En las últimas cinco ediciones, la carrera logró recaudar ¢112 millones. Algunas de las beneficiarias de la donación fueron Fundacáncer y la Asociación Tour Rosa de Costa Rica.

María Siu Lanzas
msiu@larepublica.net
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