Microempresarios siguen esperando
| Jueves 18 julio, 2013
El III Foro Costarricense de Microfinanzas, organizado por la Red Costarricense de Organizaciones para la Microempresa, que se lleva a cabo hoy, pone otra vez sobre la mesa el tema del apoyo que necesitan aquellas
Microempresarios siguen esperando
La falta de apoyo que subsiste hacia las micro y pequeñas empresas ubicadas en las zonas rurales, se evidencia cada vez que ellas o las autoridades informan sobre un nuevo intento de superar el problema que supuestamente atendería el Sistema de Banca para el Desarrollo (SBD) desde 2008.
Se suponía que este Sistema debía adecuar a los haberes de los microempresarios las garantías solicitadas para sus créditos, ya que estos no siempre cuentan con inmuebles que puedan respaldarlos, pero sí poseen otro tipo de bienes.
Ahora, el III Foro Costarricense de Microfinanzas, organizado por la Red Costarricense de Organizaciones para la Microempresa, que se lleva a cabo hoy en el Hotel Wyndham San José Herradura, pone otra vez sobre la mesa el tema del apoyo que necesitan aquellas, como lo informa una nota de este medio ayer.
En la misma se menciona incluso el problema, también arrastrado desde hace años, de la falta de alfabetización financiera de los microempresarios.
Problemas que junto a otras carencias que pueden existir, como por ejemplo debilidades en las áreas administrativas o de mercadeo, probablemente podrían atenderse si se crea la necesaria sinergia entre diversas entidades estatales (incluidas las universidades públicas) que se encuentran en condiciones de dar el debido acompañamiento a los beneficiados con los créditos que finalmente otorgue el SBD.
Dichas entidades cuentan con el personal calificado y podrían extender de ese modo su aporte a la sociedad y agregar así puntos a su rendimiento.
Esto debe ser organizado por los responsables mismos de que el SBD presente los resultados esperados para el despegue de muchas micro y pequeñas empresas, de modo que las saque del área de subsistencia personal o familiar y las ponga en condiciones de dar empleo.
Aunque este volumen de empleo no tenga la magnitud del que deberían ofrecer las empresas medianas y grandes, sí puede contribuir a mejorar el problema del desempleo, especialmente en las áreas rurales y sobre todo ahora que la atención al agro y a la agroindustria son un mandato impostergable.