Más impuestos ¿para qué?
| Miércoles 08 agosto, 2012
No puede justificarse el deseo de más recursos por parte de las municipalidades, si estas no demuestran tener la capacidad para ejecutar sus presupuestos
Más impuestos ¿para qué?
Se ha desatado en los últimos días una pugna entre las municipalidades, que quieren que se apruebe un fuerte aumento a los impuestos de los bienes inmuebles y los pequeños y medianos agricultores.
Los alcaldes alegan necesitar más dinero para poder realizar obras y no hay duda de que estas son necesarias, pero la realidad es que en la mayoría de los casos los presupuestos de las municipalidades se ejecutan muy poco.
Los agricultores, especialmente los pequeños y medianos, dicen no tener ganancias suficientes para pagar impuestos tan altos, al ser valoradas sus tierras del mismo modo que las de quienes las usan para el comercio o turismo.
En primer término, no puede justificarse el deseo de más recursos por parte de las municipalidades, si estas antes no demuestran tener la capacidad para ejecutar esos presupuestos.
Hasta el momento, en general eso no ocurre y sean cuales sean las razones (falta de personal o trámites engorrosos), deben ser planteadas y corregidas con políticas adecuadas para que los gobiernos locales estén en condiciones de reclamar más dinero para obras.
Lo otro de vital importancia es saber cuáles serían los proyectos que se realizarían, de qué modo se harían y con cuáles controles para el buen uso del dinero.
Para más claridad un ejemplo: si una calle se renueva mediante capa de cemento. No es válido que a un año la misma se esté deteriorando y sufriendo hundimientos que se reparan mediante “parches” de asfalto. La contratación para construirla debió contar con adecuada garantía. Esto en los casos en que se hace algo. En la mayoría de casos no se hace casi nada.
Ahora bien, por el lado de los agricultores, es este un sector que recibe importantes subsidios en otros países, por lo cual los nacionales enfrentan fuerte competencia. Una muy alta carga impositiva podría afectarles negativamente, sin contar con que esta sea imposible de pagar por parte de los medianos o de los más pequeños, que llevan a cabo en muchos casos una producción de subsistencia.
Sería deseable un acuerdo que permita a ambas partes en conflicto desarrollar sus labores sin medidas extremas y dando pasos para una mayor productividad y servicios con un máximo de eficiencia en el uso de los recursos.