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NACIONALES


Luchando por más curules

Maria Siu msiu@larepublica.net | Viernes 07 marzo, 2014




La peor representación en 12 años

Luchando por más curules

Epsy Campbell, Maureen Clarke y Patricia Mora hacen propuestas

Aunque muchos años pasaron desde 1950, cuando las mujeres votaron por primera vez en Costa Rica, la lucha por tener mayor voz y voto dentro de la política nacional aún no termina. En la próxima legislatura habrá 18 diputadas. Esta es la cifra más baja de curules femeninas de las últimas dos elecciones, para una representación inferior al 40%.

El escenario es más desfavorable si se toma en cuenta que en 28 años solo dos mujeres (Rina Cáceres y Rosemary Karspinsky) lograron ocupar la Presidencia del Congreso.
La reducción en la participación femenina no solo es un golpe interno para el Congreso, sino a nivel latinoamericano, donde el país llevaba una batuta política en términos de género.
Si bien existe un principio de paridad, la alternancia vertical le jugó una mala pasada a las mujeres en esta elección, ya que la mayoría de los partidos decidieron poner hombres a encabezar las papeletas.
“Es lamentable que no se dé la alternancia horizontal, porque en una lucha electoral tan compleja se necesitaba que el partido consiguiera por lo menos dos o tres curules por provincia para incorporar la participación de la mujer”, explicó Argentina Artavia, politóloga.
La paridad horizontal es la nueva lucha que los grupos de mujeres tendrán que dar para buscar una mayor representación en la Asamblea. Sin embargo, no solo depende de ello, sino de que los partidos respeten la Ley.
“En Limón, por ejemplo, no hay representación femenina porque los cinco diputados son hombres, ninguna mujer estuvo en posición de elegible, entonces sí, mucho depende de cómo se reparten las curules”, comentó Artavia.
Una opción para cambiar este retroceso podría ser la inclusión de las circunscripciones electorales de manera que el Tribunal Supremo de Elecciones pueda dividir al país y que por distritos electorales se pueda votar por un hombre o una mujer.
Al final, el tema tiene más que ver con un aspecto de formación política, y preparación para distintos puestos, que de reforma de leyes y en eso hay una coincidencia de opiniones.
El resultado de la presente elección deja claro que aunque los partidos están obligados a buscar la paridad, el principio al final no se cumple, influenciado de alguna manera por el tema de las estructuras internas.
Uno de los aspectos que ayudarían a mejorar la participación de la mujer en el Congreso es la forma en la que se elaboran las papeletas.

María Siu Lanzas
msiu@larepublica.net
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