Liderazgo femenino
| Jueves 07 marzo, 2013
A pesar del destacado desempeño de la mujer, liderazgo empresarial, capacidad y rentabilidad, sigue ocupando en muchos países, como en Costa Rica, el 3% de los puestos de presidenta en las empresas grandes
Liderazgo femenino
El estigma de la masculinización de la mujer para ocupar puestos de alta dirección se ha disipado, emergiendo una mujer con “labios rojos y tacón alto”, que toma las riendas de los negocios, sin tener que actuar y parecerse a los hombres.
Este nuevo liderazgo le ha permitido a la mujer educarse, trabajar en su carrera profesional, tener un perfil público alto, en paralelo a atender y mantener las relaciones afectivas en su familia.
A diferencia de los hombres, la participación de la mujer en puestos de dirección, le ha generado un alto costo personal, como la presión familiar, postergación de la maternidad, críticas sexistas mordaces, sacrificio del tiempo de su vida privada para alcanzar metas profesionales y soledad en los puestos de poder.
A pesar de ello, a lo largo de la historia de la humanidad la mujer sigue destacándose y demostrando que tiene la capacidad de ser madre, esposa y líder empresarial. Ese “cliché” de profesional solterona, amargada, con estilo varonil, ya no existe.
Buenos ejemplos de este liderazgo lo tienen Ada Lovelace, precursora de la programación y computación, y Marie Curie, pionera en el campo de la radiactividad y primera persona en recibir dos premios Nobel. Nacidas en el siglo 19, ambas fueron profesionales casadas, que trabajaron durante toda su vida.
En el siglo pasado las inventoras Lilliam Moller Gilbreth, (electrodomésticos) y Bette Nesmith Graham, (Liquid Paper) y Ruth Mosko Handler, presidenta de Matell, fueron mujeres exitosas, esposas y madres. Cabe destacar que Lilliam tuvo 12 hijos.
En este siglo, de las 20 mujeres presidentas y CEO de las 500 empresas más importante de Estados Unidos (Fortune 500), la mayoría de ellas son casadas con hijos, como Ellen J. Kullman-DuPont, Indra K. Nooyi-PepsiCo, Irene Rosenfeld-Kraft Foods, Meg Whitman-Hewlett-Packard, Patricia A. Woertz-Archer Daniels Midland, Sherilyn McCoy-Avon, Ursula M. Burns-Xerox, Virginia M. Rometty-IBM.
Recientemente, Graça Foster, madre de dos hijos, fue nombrada presidenta de Petrobras (Brasil), la quinta petrolera más importante del mundo.
Estudios como el The Bottom Line (2007), que cruzó la rentabilidad media de las más grandes empresas americanas (Fortune 500) con la presencia de mujeres en sus consejos de administración demostraron que las que tienen la presencia de la mujer en puestos de alta dirección obtienen mejor rentabilidad. Otro estudio realizado por Catalyst en 2004 y en 2007, obtuvo resultados similares.
El estudio Female Leadership and Firm Profitability, realizado en Finlandia, demostró una clara correlación entre rentabilidad y liderazgo femenino: si la dirección general la ostentaba una mujer, o la alta dirección tenía un buen balance de género, la empresa era de media un 10% más rentable.
A pesar de todos estos estudios, del destacado desempeño de la mujer en puestos de liderazgo empresarial, su capacidad y su rentabilidad, todavía sigue ocupando en muchos países, como en Costa Rica, el 3% de los puestos de presidenta en las empresas grandes, que son las que más concentran y distribuyen riquezas.
Marilyn Batista Márquez
Presidenta del Programa para el Desarrollo de la Mujer Empresaria de la Cámara de Comercio de Costa Rica