Un programa ha logrado que más de 200 jóvenes de Upala de Alajuela, salieran de su situación de pobreza, desempleo y deserción del sistema educativo. Debería emularse

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Iniciativas productivas

Sacar a la gente de la pobreza, aumentar la clase media y con ello el poder adquisitivo en un país, no se logra, como sabemos, con promesas de campaña sino con acciones muy concretas.
Incrementar el valor agregado de lo que un país produce, tecnificar procesos, capacitar y educar también demanda acciones de política pública muy puntuales.
Vale tocar temas como ese en año de campaña electoral, a propósito de las acciones impulsadas por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura en el país, en coordinación con el Ministerio de Agricultura, que han logrado que más de 200 jóvenes de Upala de Alajuela, salieran de su situación de pobreza, desempleo y deserción del sistema educativo.
Ellos han podido, mediante ese programa, involucrarse en actividades productivas de la agroindustria, el turismo y el comercio ya existentes, como lo informa una nota de este medio ayer.
Esto no debería ser un hecho aislado, sino convertirse en política pública destinada a erradicar pobreza, promover la permanencia de los jóvenes en sus comunidades rurales mediante el empleo, evitar las migraciones internas y el desvío hacia actividades ilegales.
Esta estrategia, entre otras, debería utilizarse para fortalecer la cohesión social, para evitar la degradación de la familia y por tanto de la sociedad, y constituirse, paralelamente, en parte de un programa preventivo de muchos males que acechan hoy a los menos favorecidos económicamente.
Con esto se beneficia el país en general. Medidas semejantes pueden iniciar el camino hacia un mayor desarrollo del agro y de la producción local, complementario al de las grandes empresas agroindustriales o exportadoras.
El país se encuentra escaso de acciones tendientes al desarrollo de la agroindustria, pero debería poner el énfasis y destinar esfuerzos como el mencionado a disminuir pobreza, al tiempo que se recupera la capacidad productiva del campo y se mejora a su población el acceso a la educación y capacitación para que pueda utilizar el conocimiento actual, las modernas herramientas y los nuevos recursos de administración.