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FORO DE LECTORES


Impuestos, exoneraciones y planes fiscales

| Viernes 13 diciembre, 2013


El Informe Estado de la Nación pone el dedo en las exoneraciones tributarias; una de cada 25 leyes creó una exoneración fiscal en los últimos 60 años


Impuestos, exoneraciones y planes fiscales

(Parte 2)
Para sanear el creciente e insostenible gasto público hay que tocar primero los salarios, pensiones, educación y salud; pero no el aguinaldo como sugiere el Gobierno Neoliberal, no los salarios de clase media y baja, no los salarios mínimos, tanto del sector privado como del público; sino los de los altos ejecutivos, de los altos jerarcas, presidentes, directores, jefes… que ganan cinco o más veces que los técnicos, oficinistas, empleados y burócratas de nivel medio o bajo.
En igual forma, no las pensiones de empleados públicos de clase media y baja; sino las de jueces y magistrados, directores de instituciones públicas, diputados y demás regímenes y gremios privilegiados.
No reducir el aporte Estatal a la educación, a la salud o a la niñez; evitando que se construyan, equipen y consoliden más escuelas, colegios, Ebais, centros de atención y cuido a menores, etcétera; pero manteniendo, cínica y perversamente, una creciente y cada vez más privilegiada burocracia administrativa en todas estas instituciones, que son los que verdaderamente consumen el presupuesto y el gasto Estatal. En ese caso, se debe tasar con impuestos a los servicios de salud y educación privados, para compensar el gasto y la erogación que los mismos servicios, pero en el sector público, significan para el Gobierno y para el erario público.
Por otro lado, es conveniente pasar del impuesto de ventas (I.V) a un impuesto al valor agregado (I.V.A) es una clara y solidaria forma de hacer que profesionales, trabajadores, vendedores, comerciantes, etcétera independientes, contribuyan social y tributariamente con el desarrollo económico del país y una forma de evitar o controlar la evasión fiscal.
Es falso que el cambio del I.V al I.V.A vaya a disparar el costo de la vida como aseguran economistas neoliberales (porque los afecta a ellos), solo lo sería en caso de que el impuesto se recargue al usuario o consumidor y no que se deduzca como pago o tributo directo a quien prestó el servicio o realizó la venta (como obviamente debería ser); en ese sentido, sí, efectivamente, Tributación Directa debería tener más autonomía; obviamente, para los gremios y grupos sindicales, un cambio en el IVM siempre llegará en un mal momento.
Finalmente, el Informe Estado de la Nación pone el dedo en las exoneraciones tributarias; una de cada 25 leyes creó una exoneración fiscal en los últimos 60 años; pero al igual que lo anteriormente comentado, el problema está en cómo aborda el Gobierno Neoliberal el problema: con visión de eliminar las exoneraciones a la canasta básica por ejemplo, pero mantener la de zonas francas y otros regímenes especiales que “impulsan” la economía.
Ciertamente las exoneraciones en Costa Rica siguen creciendo y urgen debate; pero este debe ser acerca de por qué el Gobierno Neoliberal pretende eliminar la exoneración a la canasta básica.
Esta, aunque representa un porcentaje significativo del PIB (1,74%), mantiene la economía de consumo estable, sobre todo en las clases media y baja, permitiéndoles a los más pobres consumir, aunque sea poco y evitando que aumente índice de pobreza y se acreciente también la ya de por sí grande brecha social y económica entre los más ricos (cada vez más ricos y en menor cantidad) y los más pobres (cada vez más pobres y en mayor cantidad).

Reinhardt Acuña Torres






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