Herediano, tranquilo finalista

A los rojiamarillos les bastó un empate a cero en casa ante Cartaginés para seguir en el camino por el título

Carlos Hernández tuvo las dos mejores acciones de los brumosos para poder soñar con un milagro y las dejó ir. El resto de jugadas Esteban Granados y compañía se encargaron de manejarlas. www.imagenesencostarica.com/La República

El “Fello” Meza ya había firmado sentencia y eso quedó claro anoche en el Rosabal Cordero, donde Herediano con un tranquilo empate a cero ante Cartaginés amarró su clasificación a una nueva final.
No hubo milagro brumoso, más bien los rojiamarillos pasaron la factura de lo logrado hace unos días atrás cuando ganaron 3-2 y ahora esperan rival de la otra semifinal que se juegan hoy entre Alajuelense-Saprissa.
Obligado a ganar por más de dos goles, a Cartaginés le faltó mucho, entre ello fe de que podía lograrlo. Esa parecía haberse quedado guardada en la Basílica donde está la Virgen de los Ángeles.
Ante ello Herediano vivió sin mayor sobresalto. Apegado a un guion de primero cuidar su portería y luego nutrir a sus delanteros.
Aunque los dos equipos cambiaron su once, tampoco era lo esperado. Esteban Ramírez apareció de titular con la función de tapar las subidas de Kevin Vega, quien a leguas esta vez saldría de inicio. Mientras que también estaban Danny Fonseca y Andrés Sanabria desde el arranque, el partido dejó en evidencia los errores capitales que cometió Ciccia en el juego anterior.
Por ratos, los brumosos jugaron mucho mejor, tenían el balón, pero arriba Carlos Hernández, Johan Condega y Andrés Lezcano se sentían muy solos.
Lo más que llegaron a inquietar en los primeros minutos fue con una acción individual de Hernández, que en lugar de centrar a la entrada de Condega terminó sacando su fusil y nadie vio pasar el balón.
Herediano estaba cómodo, es más diría que muy cómodo con lo que se vivía. Tanto que en su insistencia de esos servicios a la espalda de los defensas, “Mambo” Núñez intentó dos sombreritos ante el arquero Gómez que se fueron por muy poco.
Los minutos pasaban y el reloj era el principal rival de los blanquiazules, que pasaron a vivir de las jugadas que inventaba Condega.
El mediapunta brumoso tuvo a Francisco Flores por la calle de la amargura, y le sirvió dos pases a Hernández espectaculares, de esos que le gustan.
Pero increíblemente el “Zorro” remató el primero a las nubes y el segundo a las manos de Cambronero. Dos jugadas que cuando corría menos del minuto 60 habrían cambiado el encuentro. Con ellas murieron gran parte las posibilidades de los brumosos.
Que si mantuvieron alguna esperanza fue porque Antonio Pedroza desperdició un gran pase de Sánchez de ponerle el punto final a la historia.
Se despidió Cartaginés con un remate de Condega a los puños de Cambronero, como muestra del fortín que nunca encontró cómo derribar.
Espera Herediano a su rival. ¿A quién preferirá?

Dinia Vargas
dvargas@larepublica.net
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