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Herediano fulminante

Susana Ruiz redaccion@larepublica.net | Lunes 04 noviembre, 2013


Óscar Esteban Granados se traga la errada marca de Michael Barquero y la indecisión de Donny Grant y sacude en la red el segundo gol del Herediano. www.imagenesencostarica.com/La República


Herediano fulminante

En cinco minutos liquidó clásico del buen fútbol con Saprissa

A los dos minutos del segundo tiempo, Alexander Robinson, metido en el área del Team, recibió un servicio largo al segundo palo libre de marca y no supo qué hacer con el balón. ¡Eso era gol!

Ni remató, ni centró, ni la sirvió. El capitán morado intentó un globo flojo y la bola se fue al otro lado. Ahí, al lateral Juan Diego Madrigal le faltaron agallas para meter el balón a la red. La pierna en alto de Keylor Soto lo asustó y la redonda siguió rauda fuera de la cancha.
Cuando Ronald González, fiel a su estilo dice después del juego que Herediano les ganó bien, que no desea poner excusas por el hospital en que se ha convertido su nómina, pero que si ese gol entra, el juego pudo ser otra cosa, tiene razón.
El primer tiempo fue un bostezo y los dos equipos dejaron muy mal parado al colega Javier Rojas, cuando calificó el enfrentamiento entre este par de escuadras de clásico del buen fútbol. En la primera parte no hubo fútbol; el ritmo del juego se cortó con un sinnúmero de faltas, porque se ordenaron marcas personales, no de estampilla pero si de agresividad.
David Guzmán no cesó en buscar las pantorrillas del talentoso Josimar Arias; José Miguel Cubero no le dio centímetros a Mauricio Castillo; Yeltsin Tejeda y Esteban Granados tuvieron un duelo de pura fibra y honestidad, y también pegaron y duro Whaylon Francis con Luis Diego Cordero y Michael Barquero con Berny Scott.
Cuatro minutos después de que Robinson desaprovechara la oportunidad de oro para abrir la cuenta, el pícaro Berny Scott, que tiene sentados a José Sánchez, Pepe Cancela e Ismael Gómez picó por la derecha, rayó a Barquero y centró una raya al primer palo. Kendall Waston estiró su pierna de cuello de jirafa para cortar el servicio y lo desvió a la red en nítido autogol. ¡Un saco de sal!
Enseguida y de nuevo en la parcela de Barquero, dialogaron Myrie, Scott y Myrie quien hace un cambio de pierna y de zurda envía centro al segundo palo, donde emerge Óscar Esteban Granados y de cabeza cerró a la red en los ojos de un Donny Grant que no atinó a hacer nada. Ni se salió, ni tapó el ángulo, ni nada.
Ese 2-0 era demasiado para un Saprissa plagado de mediocampistas y sin delantera; los morados no pesan en ofensiva, menos si se lesiona Josué Martínez y lo sustituye Deiver Vega, un volante más. Se supone que el turno era de Ariel Rodríguez, el único que asustó a Leonel Moreira con un remate de cabeza que pegó en el palo horizontal.
Sin peligro real al frente y ganando 2-0, los discípulos de Marvin Solano, el estratega de la semana bajaron el acelerador, hicieron variantes y dos de estas cuajaron el 3-0 cuando Junior Alvarado se aprovechó de que Robinson, lesionado, jugaba a un solo pie, lo rebasó y le sirvió en bandeja el tercero a Leandrinho.
Curioso también el meditar por qué el técnico morado con los cambios agotados, no atrasó a Guzmán como defensa central, pues Robinson estaba mutilado desde hacía rato, para tratar de evitar que aumentara el marcador.
Triunfó el campeón nacional 3-0; días antes le endosó 2-0 al Alajuelense. La Tromba hizo honor a su nombre y arrasó con todo. El bicampeonato parece suyo y decimos esto de solo pensar que liquida a los dos rivales de mayor peso sin Cristian Montero, Pepe Cancela, Ismael Gómez, José Sánchez, Yendrick Ruiz y Víctor Núñez por citar “solo a algunos”. ¡De pavor!

Gaetano Pandolfo
gpandolfo@larepublica.net







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