Ganan un 17% menos, las mujeres que los hombres
Esteban Arrieta earrieta@larepublica.net | Jueves 08 marzo, 2012
Inflexibilidad laboral y roles culturales las afectan
Ganan un 17% menos, las mujeres que los hombres
Discriminación se da en todos los niveles
Sin importar que tengan la misma experiencia o currículum para el puesto, las mujeres reciben en promedio un 17% menos de salario que los hombres.
Las barreras culturales, como la responsabilidad del cuido de los hijos y el hogar, así como otros impedimentos relacionados con el mundo laboral, como son la falta de inflexibilidad de los horarios y los límites a la superación personal, explican ese fenómeno.
En Costa Rica, al igual que otros países del continente, el trabajo de las mujeres es remunerado por debajo del que realizan los hombres.
Este fenómeno se da desde cualquier categoría laboral, ya sea que la fémina se desempeñe como directiva de una empresa o institución pública, hasta labores no calificadas.
Como ingreso promedio al mes, el hombre devenga ¢370 mil en Costa Rica, mientras que la mujer ¢314 mil, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Censos.
A nivel de jefatura, la brecha también existe, ya que en promedio un hombre devenga ¢709 mil, mientras que una mujer apenas ¢620 mil.
En el caso de una profesional, esta devenga ¢80 por cada ¢100 que recibe un varón en el mismo puesto, mientras que a nivel técnico, apenas percibe ¢89.
La mujer no solo sufre discriminación a la hora de recibir un salario, sino que también le cuesta más acceder a los mejores puestos.
Para julio de 2010, 48 mil hombres ocupaban un puesto de directivo en alguna institución pública o privada, mientras que las mujeres en un cargo similar apenas eran 20 mil.
La maternidad es un aspecto que afecta el acceso al trabajo en algunos casos, ya que los empleadores valoran si la candidata tiene entre sus planes formar una familia.
“Se le llama techo de cristal al límite de crecimiento profesional que tienen las mujeres en diferentes puestos. En ese sentido, no importa que estén bien calificadas, en algunos casos, son rechazadas en puestos de alta dirección, porque simplemente son mujeres. Eso es algo que debe cambiar pronto”, expresa Gabriela Chaverri, gerenta regional de Cuentas Claves de Manpower.
Entre las razones que explican este tipo de discriminación, se encuentran las barreras propias del mundo laboral.
La obligatoriedad de trabajar al menos 40 horas semanales y la inflexibilidad de horarios afectan el cumplimiento efectivo de otras responsabilidades familiares y personales.
En ese sentido, la responsabilidad del cuido de los hijos y personas adultas mayores, así como del hogar en general, debe ser una labor compartida en la pareja.
Por otra parte, los roles culturales contribuyen a esa discriminación.
“El cariño, la atención y el cuidado de los hijos no es una cuestión cuantitativa, lo importante es la calidad de la interacción con ellos. Una madre no solo es buena si pasa con sus hijos todo el día”, concluye Chaverri.
Esteban Arrieta
earrieta@larepublica.net
Ganan un 17% menos, las mujeres que los hombres
Discriminación se da en todos los niveles
Sin importar que tengan la misma experiencia o currículum para el puesto, las mujeres reciben en promedio un 17% menos de salario que los hombres.
Las barreras culturales, como la responsabilidad del cuido de los hijos y el hogar, así como otros impedimentos relacionados con el mundo laboral, como son la falta de inflexibilidad de los horarios y los límites a la superación personal, explican ese fenómeno.
En Costa Rica, al igual que otros países del continente, el trabajo de las mujeres es remunerado por debajo del que realizan los hombres.
Este fenómeno se da desde cualquier categoría laboral, ya sea que la fémina se desempeñe como directiva de una empresa o institución pública, hasta labores no calificadas.
Como ingreso promedio al mes, el hombre devenga ¢370 mil en Costa Rica, mientras que la mujer ¢314 mil, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Censos.
A nivel de jefatura, la brecha también existe, ya que en promedio un hombre devenga ¢709 mil, mientras que una mujer apenas ¢620 mil.
En el caso de una profesional, esta devenga ¢80 por cada ¢100 que recibe un varón en el mismo puesto, mientras que a nivel técnico, apenas percibe ¢89.
La mujer no solo sufre discriminación a la hora de recibir un salario, sino que también le cuesta más acceder a los mejores puestos.
Para julio de 2010, 48 mil hombres ocupaban un puesto de directivo en alguna institución pública o privada, mientras que las mujeres en un cargo similar apenas eran 20 mil.
La maternidad es un aspecto que afecta el acceso al trabajo en algunos casos, ya que los empleadores valoran si la candidata tiene entre sus planes formar una familia.
“Se le llama techo de cristal al límite de crecimiento profesional que tienen las mujeres en diferentes puestos. En ese sentido, no importa que estén bien calificadas, en algunos casos, son rechazadas en puestos de alta dirección, porque simplemente son mujeres. Eso es algo que debe cambiar pronto”, expresa Gabriela Chaverri, gerenta regional de Cuentas Claves de Manpower.
Entre las razones que explican este tipo de discriminación, se encuentran las barreras propias del mundo laboral.
La obligatoriedad de trabajar al menos 40 horas semanales y la inflexibilidad de horarios afectan el cumplimiento efectivo de otras responsabilidades familiares y personales.
En ese sentido, la responsabilidad del cuido de los hijos y personas adultas mayores, así como del hogar en general, debe ser una labor compartida en la pareja.
Por otra parte, los roles culturales contribuyen a esa discriminación.
“El cariño, la atención y el cuidado de los hijos no es una cuestión cuantitativa, lo importante es la calidad de la interacción con ellos. Una madre no solo es buena si pasa con sus hijos todo el día”, concluye Chaverri.
Esteban Arrieta
earrieta@larepublica.net