Experimente tácticas para cambiar de hábitos
Melissa González mgonzalezt@larepublica.net | Miércoles 06 agosto, 2014
HARVARD
Experimente tácticas para cambiar de hábitos
Hasta la gente más motivada puede frustrarse al intentar cambiar de hábitos. El cambio de comportamiento no funcionará si se obsesiona con reglas difíciles y rápidas, como despertarse a las 5 a.m. todos los días para ir al gimnasio.
1. Primero, vea cuáles esfuerzos no han estado funcionando. Piense en su meta general. ¿Por qué esta actividad era importante para usted en primer lugar?
2. Ahora, haga una lluvia de ideas de otras tácticas. Si odia el gimnasio o no es una persona madrugadora, considere salir en bicicleta después del trabajo o ejercitarse en casa antes de acostarse. Si nunca ha podido reservar todo un día para proyectos, intente encontrar dos medios días.
3. Pruebe distintas tácticas cada semana, y haga que otras personas evalúen su progreso.
Motive con reconocimiento individual
En ambientes de equipos, reconocer los aportes individuales puede ser desafiante. Pero dado que el reconocimiento es un potente motivador, necesita encontrar formas de ofrecerlo. Empiece conociendo personalmente a cada miembro: pregunte sobre sus antecedentes, vida fuera de la oficina y aspiraciones profesionales.
Debido a que ayudar a que la gente crezca es una forma de reconocimiento, asigne tareas desafiantes y funja como asesor. Intente enviar reconocimientos escritos, como un correo electrónico de agradecimiento con copia a la gerencia. En las discusiones del equipo, reconozca comportamientos que la gente debería continuar. Sostenga sesiones enfocadas en retroalimentación positiva y haga que todos compartan lo que aprecian de los demás, ya sea aportes específicos o fortalezas generales.
Finalmente, comparta crédito públicamente. Haga que los miembros de su equipo participen en presentaciones con clientes o con la gerencia.
Maneje a un empleado inmoral
Todos los líderes eventualmente se encontrarán con el reto de manejar a un empleado talentoso pero falto de ética. Empiece involucrándolo. Si asigna tareas importantes, lo hace sentir valorado y lo trata como adulto, es más probable que actúe éticamente. Es hora de emplear presión de grupo, haga que su empleado menos moral trabaje con un colega que tenga fuerte integridad para motivarlo a comportarse mejor.
Los gerentes también deben reducir las tentaciones. Ayude a los que tienen autocontrol más débil monitoreándolos un poco más y persuadiéndolos de que la compañía verdaderamente valora comportamientos generosos y altruistas. Para ello, predique con el ejemplo. El nivel moral del líder determina si los empleados perciben la organización como ética o como carente de ética. Si quiere que los empleados actúen con moral, usted también tiene que hacerlo.
TEMAS DE CONVERSACIÓN
En China, respirar es una dificultad laboral
Los empleados expatriados de Coca-Cola que trabajan en China reciben bonos del 15% debido a la contaminación del aire del país, según un artículo de Bloomberg sobre un informe de la Revista Financiera Australiana (los chinos no califican para los bonos). Panasonic ha anunciado que también compensará a los expatriados en China debido a la contaminación del aire. El Departamento de Estado ofrece un “diferencial por dificultad” a los empleados que trabajan en sitios con circunstancias difíciles, incluyendo condiciones insalubres; el diferencial oscila desde cero en Kunming, China, hasta un 30% en áreas industriales como Shenyang.
Equipos más cómodos con la ambigüedad
En una serie de experimentos con opciones entre cantidades monetarias seguras y varios tipos de apuestas, los investigadores encontraron que los grupos de tres personas son menos opuestos a la ambigüedad y menos propensos a buscarla (en otras palabras, que se muestran más neutrales con la ambigüedad) que los individuos. Una causa posible es que las actitudes extremas individuales hacia la ambigüedad, sean positivas o negativas, tienden a suavizarse por los argumentos persuasivos de los demás miembros del grupo.
Editora: Melissa González
mgonzalezt@larepublica.net