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Empresas zocan faja ante alza energética

Fabio Parreaguirre fparreaguirre@larepublica.net | Sábado 29 marzo, 2014


Entre el cambio de la flotilla vehicular y pensar en generar con paneles solares, son parte de las ideas que tenemos, expresó Luis Leal, presidente de Masterlitho. Esteban Monge/La República


Industrias aumentan uso del gas, transformación de desechos y energía solar

Empresas zocan faja ante alza energética

Disminuyen costos de producción y carga ambiental

Utilizar combustibles como el biodiesel, gas licuado, biomasa, o energía solar son las medidas que algunas empresas se han visto obligadas a implementar, ante el alza de la electricidad, que subirá un 11% a partir de abril.
Esto, además de rebajar la factura energética, da un valor agregado a su competitividad e imagen, al aprovechar mejor los desechos y contaminar menos.
Este es el caso de Prosalud (Sardimar), Coopeagropal y Masterlitho, que con cambios en sus procesos e implementando nuevos recursos energéticos de forma alternativa, han rebajado sus costos e incluso crean nuevos negocios, a partir de este proceso de racionamiento.
Así, Prosalud sustituyó el uso del búnker en sus calderas por gas licuado, esta variación ayuda a tener que darles menos mantenimiento a las estructuras, es más eficiente y reduce en un 30% las emisiones de dióxido de carbono.
“El cambio no es nada difícil, es un kit que vende el fabricante de la caldera, se le coloca a esta y sirve para funcionar con los dos combustibles, afirmó Javier Louzao, encargado de Prosalud, quien afirmó que una caldera grande de unos 800 caballos de fuerza tuvo un costo aproximado de $40 mil.
Trabajar con búnker requiere una serie de costos elevados para las industrias, además existen problemas de mantenimiento de la caldera porque se ensucia más, bajando la eficiencia.
Con el gas no se tienen esos problemas y es más eficiente.
Otro caso es el de Coopeagropal, en la Zona Sur del país, donde buscan que empresas con exceso de desechos naturales puedan aprovechar esta “basura” para generar electricidad y otros.
“Nosotros queremos ser muy eficientes en nuestra parte industrial, el 5% del costo nuestro es pura energía, consumimos unos $400 mil en diesel en las calderas de alta presión. El año pasado gastamos $1,7 millones en la facturación eléctrica”, explicó Luis Sánchez, de Coopeagropal.
Por esto pensaron en utilizar la materia orgánica que existe en las aguas residuales de sus lagunas, para transformar ese materia en energía térmica o eléctrica, por medio de un biodigestor.
Con esto, sustituyen toda la factura de diesel y una parte del recibo eléctrico. La creación del biodigestor ronda los $8 millones.
En una segunda etapa tienen pensado utilizar los desechos sólidos de las palmas, para generar energía eléctrica sobre esos desechos sólidos.
Esta empresa actualmente desarrolla un proyecto para presentárselo al ICE, donde valoran la posibilidad de ser cogeneradores en el Sur.
En el caso de Masterlitho, hizo un cambio en su logística de transportes, al comprar un camión de mayor capacidad para que este haga todas las rutas, en lugar de varios más pequeños haciendo el mismo recorrido.
Esta compañía inició un proyecto de instalación de celdas fotovoltaicas, con el objetivo de generar su propia energía, con miras a un futuro en donde se permita la generación distribuida.
El ahorro de cada empresa dependerá de los costos del combustible. El precio del búnker y el del gas oscila con frecuencias diferentes durante el año. En ocasiones sube uno, mientras el otro baja.
El último ajuste de Recope para estos hidrocarburos fue del 18% para el gas y de un 3% para el búnker.

Fabio Parreaguirre
fparreaguirre@larepublica.net
@fabiopLR







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