Elijamos diputados al estilo salvadoreño
| Lunes 28 enero, 2013
Este formato (papeletas a diputados que usó El Salvador en 2010) no nos cura todos los males, pero sería un mejor sistema
Elijamos diputados al estilo salvadoreño
Da gusto ver las papeletas para elegir diputados que usó El Salvador en elecciones de 2012. En una provincia a la cual le corresponden cinco diputados, cada partido propone una lista de cinco candidatos, quienes aparecen en casillas independientes con foto.
El elector vota con X por una sola persona, de la cual conoce por lo menos el nombre o la cara; no vota por una bandera. Las cinco personas que obtengan más votos ocuparán las cinco curules.
La Sala Constitucional de El Salvador determinó que votar por una papeleta cerrada de un partido limita la libertad del ciudadano para definir a su representante ante el Congreso. El nuevo modelo permite también candidatos independientes, sin partido, que se presentan a título personal. Marcar casillas de dos partidos anula el voto, pero marcar dos personas del mismo partido es un voto genérico para el partido, al estilo viejo, donde el partido define a quién da prioridad.
En Costa Rica, habría ventajas y riesgos.
A favor. (1) Se acaba esa maña de “primer lugar por San José” para el amigote del cacique del partido, ya no es tan fácil otorgar curules a dedo. El candidato a diputado debe convencer al elector, no a la argolla.
(2) Ciudadanos reconocidos en sus comunidades pueden ofrecerse para diputados sin tener que afiliarse a ningún partido. Hoy la mayoría de ticos no pertenece a ningún partido político y no tiene representación en la Asamblea. (3) Como sugieren los notables, se podría agregar la casilla “EN BLANCO” como “voto protesta” que cuenta como voto válido; el elector puede ejercer el sufragio, protestando sin que su voto se considere un “error”. (4) Para cosechar votos, habría que exponer a cada candidato a diputado, así veríamos el historial delictivo antes de que lleguen a la curul inmune.
En contra: (1) La pre-selección de los elegibles sigue siendo decisión del partido, o sus caciques, la argolla sigue votando de primero. (2) El notable Vladimir de la Cruz dice que se desataría un canibalismo entre candidatos del mismo partido; creo que eso ya existe, solo sería más visible. (2) Otros aseguran que un candidato sin partido podría estar financiado por el narco u otro grupo delictivo. Eso ya podría suceder, más de 20 diputados están involucrados en toda una gama de delitos. Solo Angulo suma muchas causas incluyendo extorsión, y todos supuestamente fueron postulados por un partido político. Una bandera no es garantía de calidad. (3) Del dinero de deuda política, que usualmente vende un presidente, una parte anunciaría diputados; el de más plata sigue siendo más mercadeable, eso no cambia.
Balanceando pros y contras, parece que este formato no nos cura todos los males, pero sería un mejor sistema y devolvería algo de representatividad a la Asamblea; mejoraría nuestra democracia. A mí me gusta ¿Y a usted?
César Monge Conejo
Ingeniero